Un hospital catalán cobró 9.300 euros a una mujer por ahorrarle una espera de un año

¿Cómo evitar las largas listas de espera en los hospitales públicos? En el hospital Sant Pau i Santa Tecla de El Vendrell (Tarragona), un centro concertado, existe una solución: ser atendido de forma privada. A Isabel Navarro, una paciente de 66 años, le costó 9.335 euros. Esta vecina de Santa Oliva (Tarragona) sufría desde hacía tiempo fuertes dolores en la cadera. Como los tratamientos analgésicos eran practicamente inefectivos, el médico le dijo que se le debía implantar una prótesis. En junio del 2013, se le indicó que el tiempo de espera para este tipo de operaciones era de 10 a 12 meses, lo que parecía una eternidad para Isabel, cuyos dolores se iban agravando. “Cada vez iba peor, cojeaba, al final no podía ni andar”, recuerda en un vídeo de SICOM, que revela el caso juntamente con la Plataforma pel Dret a la Salut.

“Mi madre siempre ha sido muy activa”, explica su hija Virginia. “Verla con dolores, padeciendo, con parches de morfina, con visitas a urgencias cada dos por tres, con marcapasos, te da que pensar”, dice. Se informó que el propio hospital podía operar a su madre de forma privada y, después de pedir el presupuesto, no lo dudó. En menos de un mes, su madre fue operada en el mismo hospital, y por el mismo médico, con la única diferencia que la segunda cama de su habitación no estaba ocupada por otro paciente sino por la familia. Al coste de la operación se añadieron las facturas de las visitas postoperatorias al traumatólogo y las sesiones de fisioterapía. En total, esta jubilada y su familia tuvieron que pagar cerca de 10.000 euros.

La posibilidad para los hospitales concertados de la Red Hospitalaria de Utilización Pública (XHUP, en sus siglas en catalán) de ofrecer una atención privada no es nueva. Esta actividad procura a estos centros una vía complementaria para conseguir recursos particularmente útil mientras el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) reduce su aportación en dinero público pero abre la puerta a situaciones como la de Isabel.

Ante esta situación, el departamento de Salud de la Generalitat ha comunicado que abrirá un expediente informativo al hospital para esclarecer si hubo irregularidades. Ha sido, de hecho, la propia fundación propietaria del hospital la que ha pedido que se redacte el informe para garantizar “la máxima transparencia e interés” en clarificar lo sucedido.

Esperas por encima de lo que establece la ley

El caso también pone de relieve que diversos hospitales catalanes no respetan el límite garantizado por ley de seis meses de espera para 14 intervenciones quirúrgicas, entre las cuales figura la implantación de prótesis de cadera. Precisamente en el caso de las prótesis de cadera, el tiempo medio de espera en Catalunya es de 7 meses, y las diferencias entre comarcas u hospitales son muy significativas. En la región del Camp de Tarragona, el tiempo de espera para la misma operación es de casi 10 meses. El CatSalut tampoco aplica el límite de seis meses para las operaciones de prótesis de rodilla y las de juanetes.

Los autores del vídeo indican que Isabel no quiso mencionar el nombre del médico, al tener todavía visitas pendientes. “Esto es muy revelador, la gente no se atreve a denunciar estos casos”, apunta Josep Cabayol, presidente de SICOM. Según la Plataforma pel Dret a la Salut (PDS), en las zonas rurales, “las reclamaciones son aún más difíciles que en las grandes ciudades porque no existe un tejido asociativo que ayude a las personas a defender sus derechos”.

La Plataforma también denuncia la poca transparencia de las listas de espera. “En muchos casos se dice a los pacientes que ya se les llamará y no pueden saber si están oficialmente inscritos en la lista de espera”, critica Josep Martí Valls, portavoz de la PDS. La entidad lleva actualmente a cabo una campaña de información en diferentes hospitales para que los pacientes no salgan de la consulta sin saber la fecha prevista para su intervención y el lugar que ocupan en la lista de espera.