Guía del bloqueo de las negociaciones de presupuestos entre el Govern y la CUP
Si no cambian las cosas de aquí al próximo miércoles, la Generalitat catalana mantendrá sus presupuestos de 2015 prorrogados al menos hasta después del verano. El 'no' de este jueves de la CUP a los últimos cambios propuestos por el Govern reafirma la enmienda a la totalidad de los anticapitalistas a las primeras cuentas del ejecutivo de Junts pel Sí. Está por ver qué consecuencias políticas acarrea la negativa cupaire a los presupuestos. Las divergencias entre el Govern, en especial Convergència, y la CUP en política fiscal explican en buena medida el rechazo de los cupaires a las cuentas, aunque también hay distancias en las prioridades del gasto social.
1. IRPF, Sucesiones y Patrimonio
La progresividad del sistema fiscal es el escollo más importante en las negociaciones. La última propuesta que el Govern ha enviado a la CUP abría la puerta al estudio de la estructura impositiva general una vez superado el debate a la totalidad de las cuentas. Insuficiente para la CUP, que trajo a la negociación propuestas concretas sobre las que quería un compromiso gubernamental para modificar el IRPF, el impuesto de Sucesiones, así como para convertir el de Patrimonio en un impuesto sobre las grande fortunas al estilo gipuzkoano.
Así, la CUP apostaba por rebajar el tramo autonómico para las rentas bajas del 12% actual al 9,5% (igual que otras ocho autonomías). Para compensar el descenso de la recaudación, los cupaires quieren crear un nuevo tramo autonómico del 23,5% para las rentas de 60.000 a 90.000 euros (de seis a ocho puntos más que el actual) y un nuevo tramo del 25,5% a partir de los 90.000 euros.
Sobre Sucesiones, la CUP propone aumentar la recaudación recuperando las deducciones por parentesco que eliminaron el último Govern tripartit y, junto al PP, el primer ejecutivo de Mas. También quieren “redefinir o eliminar” las bonificaciones de algunos mecanismos usados por los grandes patrimonios para eludir el impuestos. Apuestan por mantener las deducciones para vivienda habitual de hasta 500.000 euros y para herencias entre cónyuges e hijos de más de 160.000 euros.
2. Impuestos anulados por el TC
La última propuesta del Govern incluía incorporar a la ley de acompañamiento el impuesto a los depósitos bancarios y el de las nucleares, ambos anulados por el Tribunal Constitucional. La propuesta se queda a medio camino de la demanda de la CUP, ya que si bien crea de nuevo los impuestos, la recaudación prevista no aparece en el apartado de ingresos de las cuentas.
En este sentido, el Govern ha propuesto ampliar los créditos presupuestarios para políticas sociales –vinculados a la universalización de la asistencia sanitaria o a la dependencia– para sustituir la recaudación de ambos impuestos.
3. Austeridad y proceso constituyente
Ambas partes han mantenido sus discrepancias en lo referente a los criterios de austeridad presupuestaria. Si para la CUP resultaba imprescindible incluir un artículo en las cuentas “que especifique de manera clara que no obedeceremos el tope de déficit”, el Govern necesitaba cumplirlo, al menos en su proyecto presupuestario, para no quedarse sin la financiación extraordinaria del Estado.
Por otro lado, la última propuesta del Govern también garantizaba las partidas presupuestarias para la Hacienda catalana y para la campaña referente al proceso constituyente de un hipotético estado catalán. Sin esta dotación presupuestaria, desde el ejecutivo avisan que será “inviable” organizar las estructuras administrativas necesarias para que la Generalitat recaude todos los impuestos. En su documento, la CUP pedía partidas para el “Fórum Social Constituyente”.
Además, la CUP quería una rebaja generalizada de los sueldos de los directivos de la administración y las empresas públicas, mientras que el Govern proponía tan solo publicarlos.
4. Gasto social
Otro de los puntos que la CUP ha encontrado insuficiente, tal y como venía avisado, ha sido el dedicado al gasto social. El Govern ha propuesto 20 millones adicionales para garantizar la percepción de la ley de dependencia y 60 millones en dos años para garantizar la oferta pública en guarderías. Por su lado, la CUP quería 1.800 euros por plaza de guardería, anular los conciertos a las escuelas que segregan por sexo y no cerrar ninguna línea de escuela pública “mientras existan líneas concertadas”.
En su última oferta, el Govern ha incluido algunas demandas de los cupaires en Salud o Enseñanza, como la reapertura de los Centros de Atención Primaria (CAP) de Montcada y de la Guineueta, o la reducción de seis a tres días del plazo de substitución de las bajas de personal en las escuelas públicas. La CUP quería ampliar la reapertura a más CAPs y un plan para que los empleados públicos interinos pasasen a indefinidos. Además, en la propuesta guvernamental no hay ni rastro de la Renta Mínima Garantizada que quieren los cupaires.
5. Referéndum sobre la deuda
Los más de 70.000 millones de deuda catalana han provocado el compromiso del Govern a desarrollar la moción promovida por la CUP y aprobada por el Parlament sobre el pasivo catalán. Pero los anticapitalistas querían ir más allá, y buscaban un compromiso para empezar una auditoría ciudadana de la deuda en dos meses, que debería concluir en un referéndum para abordar su impago.
6. ATLL sí, BCN World no
El Govern ha recogido el guante de la CUP para devolver la mayor privatización de la Generalitat a manos públicas. Así, el ejecutivo ha incluido en su última oferta un compromiso para recuperar la gestión directa de Aigües Ter-Llobregat (ATLL) si el Supremo anula la privatización, tal y como sentenció el TSJC. La CUP quería un compromiso más concreto de vuelta a manos públicas sea cual sea el recorrido judicial del caso.
Por otro lado, en el documento gubernamental no había ninguna medida en referencia al macroproyecto de ocio y juego BCN World, que el ejecutivo quiere mantener. Por contra, la CUP rechaza frontalmente el complejo.
