La periodista Cristina Puig, presentadora del programa «debate de la 1» del circuito catalán de TVE, ha sido despedida de forma fulminante. Sus compañeros del canal público de televisión española en Sant Cugat (Barcelona) relacionan la decisión con la resistencia de dicha profesional a aceptar los criterios de sus superiores a la hora de escoger invitados al programa que dirigía y a las objeciones que habría puesto a la conveniencia realizar determinadas entrevistas, según un comunicado del consejo de informativos.
Un portavoz de CCOO en el ente público ha sido más directo. Ha calificado el despido como ideológico y lo ha relacionado con el nuevo director del ente territorial de TVE en Cataluña, Eladio Jareño, anterior jefe de comunicación del PP en esta comunidad.
El despido de la periodista ha dado lugar a que los trabajadores del centro de Sant Cugat realizaran una concentración de protesta durante la mañana del jueves.
El Consejo de informativos ha mostrado en una nota pública su disconformidad y preocupación por el despido de la profesional que trabajaba en TVE desde 2009. Había realizado los programas en desconexión, '59 segundos' ,' Gente de palabra'y El 'debate en la 1'.
Según los periodistas de TVE Cristina Puig se había quejado a sus superiores de la falta de pluralidad de los invitados en 'El debate de la 1' y también había puesto objeciones a la conveniencia de determinadas entrevistas.
Despido disciplinario, según TVE
TVE justifica el despido de Puig por motivos disciplinarios. Lo basa en su “reiterada conducta frente a las instrucciones de la dirección sobre la manera de desarrollar sus funciones de presentadora en el 'Debate en la 1 ', conducta que se traduce en continuas objeciones a las instrucciones recibidas, negativa a seguir las directrices relacionadas sobre cómo hacer ciertas grabaciones (...) Desobedecer instrucciones recibidas de sus superiores”.
Francisco Martínez Peinado, secretario de organización de la sección sindical estatal de CCOO en RTVE en Cataluña considera el despido de Cristina Puig como la “primera represalia del director del centro, Eladio Jareño, cuando casi no ha tomado posesión del cargo”. Martínez relaciona la medida con que también se prescindiera radicalmente de la actriz Loles León por participar en un programa donde colaboraba, con un lazo naranja solidario con los trabajadores de la emisora pública.
El despido de Cristina Puig se hizo con mucha rapidez. Tanta que fue expulsada de las instalaciones justo después de comunicarle la sanción. Lo que llama la atención es que la comunicación de la baja no se la hizo ninguno de sus superiores inmediatos, ni el jefe de informativos ni el director del centro, ni el responsable de recursos humanos de Sant Cugat. Lo hizo María José Bultó, responsable de recursos humanos estatal. En este sentido, fuentes sindicales no entienden cómo pueden juzgar desde Madrid la forma de actuar de la periodista cuando los programas se hacían sólo por el circuito catalán y en esa lengua.
Los sindicatos han expresado también su preocupación por el hecho de que el despido afecte a una trabajadora indefinida. “Parece que se abre la veda a despedir a los trabajadores indefinidos. Si esto es así, sería un paso más hacia poder echar a los fijos, que tienen otras garantías, pero abre un camino peligroso”, dice Peinado.
Recuerdan, además, que tras la reforma laboral aprobada por PP y CiU se ha abierto un flanco para despedir sin que judicialmente se pueda forzar la readmisión. Este mecanismo es el despido disciplinario, precisamente el que TVE ha argumentado para echar la periodista. La nueva figura, en opinión de CCOO permite la purga de profesionales por sus ideas. Antes de la reforma, la ley prohibía expresamente despedir a cualquier trabajador por motivos ideológicos.
Sin embargo, según el Consejo de informativos, la actitud de la dirección del ente público afectaría el derecho recogido por el manual de estilo, según el cual: “los profesionales de RTVE tienen el deber de ofrecer a los ciudadanos una información rigurosa, neutral, imparcial, plural e independiente de cualquier grupo político, económico o de presión”.