La crisis económica ha hecho aflorar una nueva categoría social: los trabajadores que, teniendo trabajo, no salen de pobres. CCOO de Catalunya, por boca de Cristina Faciaben, secretaria de socio economía, ha puesto datos a la percepción.
Según el sindicato catalán, en el Principado hay un 21,6% de trabajadores en activo en riesgo de pobreza, debido a los bajos salarios y al incremento del coste de la vida. Si se mide este riesgo para el conjunto de la población la cifra se eleva hasta el 29,5% de del total de los ciudadanos de Catalunya. Dicho en otras palabras, la crisis y las medidas laborales adoptadas por el gobierno del PP con el apoyo de CiU han situado casi a un tercio de la población catalana en el umbral de la indigencia. Y si se mira numéricamente, a pesar de las proclamaciones oficiales de mejora económica, en Catalunya hay 165.000 familias sin ingresos laborales. Y la tendencia no parece disminuir.
En cuanto a la cobertura del paro, es decir, las personas que están sin trabajo y cobran algún tipo de subsidio, desde el inicio de la crisis han bajado desde el 80 hasta el 63% actual.
Si se abunda en el retrato robot del nuevo trabajador al que su salario no le permite cubrir las necesidades, diríamos que es joven y mujer. Aquí un nuevo dato hecho publico por Faciaben. Las mujeres sufren el doble de la parcialidad laboral indeseada que los hombres. Pero, incluso las mujeres que trabajan cobran menos que los hombres que también tienen trabajo, aproximadamente unos 6000 euros menos al año, según la estimación de CCOO.
Para intentar paliar la situación Faciabén volvió a poner sobre la mesa la necesidad de que desde los poderes públicos se cree una Renta Mínima Garantizada que permita la subsistencia con dignidad a todos los ciudadanos. Esta renta debería salir de la aplicación de una fiscalidad realmente progresiva, que evite situaciones escarnio como las que se viven en la que el impuesto medio de sociedades equivale sólo al 12% en España.
Cáritas ratifica
Los datos del sindicato coinciden con los hechos públicas también por la entidad de la iglesia, Caritas Diocesana en Barcelona. La conclusión es que en la demarcación de Barcelona: “la pobreza es intensa, extensa y profunda”. Esto se traduce en que el último año las personas atendidas en las parroquias de la archidiócesis se han incrementado un 5%, y ahora se ayuda a más de 174.000 personas, según declaró el jueves, 18 de diciembre, el arzobispo, Lluís Martínez Sistach junto con el director de Cáritas, Salvador Busquets. Las personas que reciben ayuda de la entidad eclesial son en un 61% de origen extranjero y en un 39% autóctonos.