“A la izquierda le faltan ideas y le sobran siglas”
Un teatro pequeño y modesto para un objetivo extremadamente ambicioso. Más de 200 personas respondieron a la llamada de Avancem, la corriente crítica del PSC, y se acercaron hasta el Teatro del Raval de Barcelona para poner su granito de arena hacia la construcción de una alternativa de progreso. El teatro quedó pequeño. Los asistentes no cabían y tuvieron que seguir los parlamentos a pie y algo apiñados para no quedar fuera de la sala. Todos juntos, mezclados y, al menos durante todo el acto, bien avenidos.
Entre las dos primeras filas, había representantes del PSC, ERC, ICV, EUiA, CCOO y portavoces de colectivos contra los recortes de la sanidad y la educación. En el resto de filas había representantes de muchas otras entidades. Las palabras que más se escucharon fueron “unidad”, “necesario” y también “urgencia”. De vez en cuando también se repetían frases enteras: “A la izquierda le faltan ideas y le sobran siglas”. Muchas de las intervenciones también aseguraron que se está encarando una “nueva etapa” y que ya ha llegado el momento de mover ficha. Algunos insinuaron que ha llegado el momento de fusionar partidos, pero nadie lo dijo por su nombre.
El último en hablar fue Fabian Mohedano, miembro de Avancem y uno de los responsables de hacer soñar a una parte de la izquierda con actos como el del Teatro del Raval. El joven político, que forma parte de la Ejecutiva del PSC aunque milita desde hace sólo cuatro años, aseguró que Catalunya vive una “nueva etapa” y reclamó la necesidad de impulsar “liderazgos compartidos”. “Estoy convencido de que podemos hacer muchas cosas juntos”, pronosticó. Mohedano se refirió también al tema de actualidad y defendió el derecho a decidir, uno de los puntos de los que ha hecho bandera Avancem, estirando mucho más la cuerda de lo que ha hecho el PSC oficialmente. “No puede ser que estemos divididos por el ámbito nacional”, criticó, y propuso un acuerdo sobre el derecho a decidir que implique a todos los partidos de izquierdas, aunque algunos después quieran ir más allá, como es el caso de ERC. A la salida del acto, un concejal socialista defendía que “llegar a un acuerdo sobre este tema podría ser el principio de algo grande”.
Críticas al funcionamiento de los partidos
“Por favor, no dilapideis el sueño de una mayoría de catalanes”, continuaba Mohedano mirando a los responsables de los partidos que había en la sala, entre los que destacaba Pere Navarro, primer secretario del PSC. El líder socialista, que al terminar el acto dijo que estaba a favor de que “se discutan ideas”, tal vez no quedó muy contento cuando Mohedano criticó algunos de los planteamientos que defiende su partido como la necesidad de “reconectar con la ciudadanía” o “acercarse a la gente”. “Es un mal síntoma” dijo, para añadir que “hay que ser sociedad”, en lugar de querer conectar con ella. El joven político también criticó la corrupción, un tema que no gusta especialmente al PSC, y propuso militancia en lugar de “ejércitos de liberados”. “No hace falta mucho dinero para crear una alternativa innovadora y si no que se lo pregunten a la CUP”, espetó.
De parte de ICV, habló Dolors Camats: “Nos toca tomar la iniciativa y es urgente que reaccionemos. Y sólo podemos reaccionar de una manera colectiva y unitaria”, reclamó la diputada. “Es el momento de sumar a partir de posicionamientos diferentes para así encontrar puntos en común”, dijo. Por ERC habló Eduardo López. El representante del partido que acaba de pactar con CiU celebró que le hubieran invitado a un “acto no sectario” y centró su discurso en la soberanía nacional.
Para alcanzar el sueño que tenían algunos de los presentes de ver en un futuro una fusión de partidos de izquierda como ocurrió en Italia con el Partido Demócrata, los republicanos suponen el principal obstáculo. Los defensores de la unión saben que piden la Luna, como tienen un argumento poderoso: sin unión, las izquierdas no volverán a gobernar, dicen.