Una nueva cárcel Modelo para un nuevo modelo de ciudad
Convertir la antigua cárcel Modelo en un espacio verde repleto de equipamientos educativos y asistenciales. Y, sobre todo, hacer de esta parcela del Eixample barcelonés un culto al patrimonio y a la memoria colectiva de una ciudad que lleva tatuada en sus paredes la resistencia antifranquista. Este es el objetivo de los colectivos sociales y vecinales que han convivido durante décadas con la centenaria prisión de hombres de Barcelona y, también, la génesis del viejo proyecto de remodelación olvidado sine die en un cajón de la administración.
Ese documento, aprobado bajo mandato del alcalde Jordi Hereu pero que nunca se implementó, contaba con un amplio consenso vecinal que todavía hoy perdura. “Queremos que ese acuerdo sea ahora el punto de partida para consolidar los nuevos usos del espacio”, explica Lluis Rabell, presidente de la AV de la Izquierda del Eixample. Una esperanza que contrasta con un riesgo: “Vemos con preocupación cómo la sombra del fantasma de la masificación turística se pasea amenazadoramente por la Modelo”, relata el activista.
“Nos preocupan sobre todo unos terrenos de 5.000 metros cuadrados, 30.000 edificables, en la calle Nicaragua”, apunta Rabell, que ve con preocupación el cambio de titularidad de los terrenos de la Modelo. Y es que la Generalitat ha saldado parte de la deuda que mantiene con el consistorio con la cesión de los terrenos de La Modelo. Desde la AV de la Izquierda del Eixample, al igual que en la AV de Trinitat Vella, la FAVB y diversos colectivos implicados en la reivindicación, no se les escapa que la centralidad de los terrenos puede ser muy apetecible para el consistorio. “Las inquietudes son razonables si hacemos caso de la masificación turística de la ciudad”, explica Rabell, que concluye: “No nos han dado ni una garantía de que no será así”.
La alternativa, sin embargo, a que el corazón del Eixample caiga en un parque de negocios con hoteles y despachos, no es papel mojado. El proyecto que proponen los colectivos acogería una amplia zona verde con el nombre de Jardines de la Libertad y con un Museo de Arte Político, previsiblemente ubicado en la cuarta galería de la Modelo –con cerca de 1.400 m2 repartidos en tres plantas y con acceso desde los jardines–. El proyecto, que de hecho está aprobado desde 2009, incluiría una guardería, un instituto, un polideportivo, una residencia para ancianos y serviría para dar salida a proyectos sin ubicación en la ciudad, como un centro de investigación del autismo, el primero que se haría en Catalunya.
El legado de Helios Gómez, eje vertebrador proyecto
El legado de Helios Gómez, eje vertebrador proyecto La reivindicación pasa por convertir una de las seis galerías de la prisión en un museo de Arte Político, que tendría como eje la obra completa del artista sevillano Helios Gómez, fallecido en Barcelona en 1956, icono del cartelismo catalán de los años 30 y 40. Su único hijo, Gabriel Gómez, que impulsa la Asociación Helios Gómez para rendir homenaje al legado y la memoria de su padre, reprocha a las instituciones catalanas que después de más de 40 años de democracia todavía no se haya ubicado donde se merece su nombre y el de toda una generación de artistas olvidados.
La militancia política de Gómez padre, así como la publicación de dibujos de denuncia social en múltiples publicaciones de la época, llevaron al artista a prisión en numerosas ocasiones. En 1950, durante uno de estos períodos –concretamente entre los años 1948 a 1954– Gómez dibujó, por encargo del sacerdote Bienvenido Lahoz, unos frescos dedicados a la Virgen de la Mercé, patrona de los presos y de la ciudad de Barcelona. Helios aceptó esa petición, pero la ejecutó fiel a su estilo, en una adaptación en la que los personajes del fresco aparecen con rasgos gitanos. Motivo por el que esa obra es popularmente conocida como La Capilla Gitana.
Hoy en día la obra resiste en una celda cerrada, escondida bajo una capa de pintura blanca desde 1998. De hecho, la pintura sirve de protección, pero en su día, tal y como recuerda Gabriel Gómez, fue “una imprudencia” de la entonces consejera de Justicia, Núria de Gispert, que se “saltó frontalmente” la Ley de Propiedad Intelectual. “Queremos restaurar la Capilla Gitana y dedicar el espacio a la memoria histórica, un lugar donde se pueda exponer permanentemente el fondo gráfico y documental de Helios Gómez junto a exposiciones temporales de otros artistas represaliados”, explica el hijo del artista, que promete ceder gratuitamente toda su colección si el consistorio habilita definitivamente un espacio de exposición para el cartelismo catalán.
La petición de la Asociación Cultural Helios Gómez, así como el proyecto social de equipamientos de su alrededor, lograron un amplio consenso vecinal a demás de la luz verde de las instituciones. Además, aglutinaba apoyos de personalidades tales como Antoni Tàpies, Lluís Carod Rovira, Teresa Pàmies, Daniel Giralt-Miracle, Carles Fontseré, Abel Paz, Forges, Juan Manuel Serrat o Josep M. Huertas Claveria. Pese a todo ello, jamás prosperó.
Una enmienda al uso de los símbolos nacionales
Una enmienda al uso de los símbolos nacionales La pasión que siente Gabriel Gómez por la obra de su padre es directamente proporcional a la frustración de muchos años chocando contra la pared de la administración. En este punto, hace algunas matizaciones sobre el comportamiento institucional en función del color político, y es especialmente crítico con los gobiernos de CiU. “No sé si el legado de mi padre es ignorado por su condición gitana o por la crítica, aún vigente, de su obra”, espeta Gabriel, que ha desestimado ofertas para trasladar el fondo artístico fuera de la ciudad condal. “Si no he aceptado no ha sido por la actitud del Govern, sino por la estrecha relación de mi padre con la ciudad”.
Otra organización que relata un agravio semejante, partidaria también de “la preservación de la modelo como símbolo de resistencia”, es la Asociación Catalana de Expresos Políticos, que denuncia una disminución progresiva de su presupuesto desde que CiU lidera la Generalitat de Catalunya y el Ayuntamiento de Barcelona. Su presidente, el veterano Enric Pubill, humillado en el penal de Burgos por el régimen franquista, explica que tienen que hacer su boletín mensual en blanco y negro –antes se editaba en color–, que nunca han recibido visitas de CiU en el acto anual del Fosar de la Pedrera y que perciben un “uso partidista de los símbolos nacionales” por parte del Gobierno, sobre todo en el contexto político actual.
Una reivindicación histórica
Una reivindicación históricaHace sólo unos días, el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, y el presidente de la Generalitat, Artur Mas, firmaban en el Palau de la Generalitat un convenio en el que se hacía efectivo el cierre definitivo de la prisión el 2017. La firma llega décadas después de las primeras reivindicaciones y, paradójicamente, con los mismos protagonistas, entonces con Mas de consejero de Economía y Trias de Presidencia. Pero los personajes no son los únicos que generan coincidencias, también el telón de fondo.
En 1999 la Generalitat, entonces propietaria de los terrenos del edificio, especulaba con recalificar el solar de dos manzanas del Eixample. Ya entonces la AV de la Izquierda del Eixample convocaba un lunes de cada mes una concentración ante la cárcel. En el año 2002, todavía con los mismos protagonistas, se recogieron 11.200 firmas contra la especulación en la Modelo, que en 2005 anunciaría su traslado a la Zona Franca de cara a 2008, después prorrogado al 2012. Y ahora retrasado al 2017, tras la firma de Trias y Mas.
El acuerdo entre gobiernos, además, responde a una lógica compensatoria muy criticada por la oposición y también por el tejido vecinal. Las dos administraciones prevén sanear una parte de la deuda con operaciones patrimoniales. Para quedarse con los terrenos de la cárcel Modelo, por ejemplo, el Ayuntamiento restará 15 millones de euros de la deuda y prevé otras operaciones similares por valor de 30 millones más. En total, 45 millones que se restarán de los 164 que la Generalitat debía al consistorio a finales de agosto. Con esta operación el Ayuntamiento saca las castañas del fuego a la Generalitat y obtiene, a cambio, la titularidad de unos terrenos especialmente atractivos desde un punto de vista urbanístico. Hoy, como hace quince años, la sombra de la especulación, ahora con el lobby turístico como protagonista, vuelve a planear sobre la Modelo.
Habrá que ver ahora quién gana el pulso, si el modelo de ciudad que avanza a pesar de la oposición de los barrios o la reivindicación para hacer de la Modelo una zona de memoria. En la última reflexión de Gabriel puede estar la respuesta: “¿Cuántas personas habrá todavía en Catalunya que tienen o tuvieron alguna persona en la familia encarcelada en la Modelo por razones políticas?”, se pregunta antes de citar al filósofo estadounidense de origen español, George Santayana: “Los pueblos que olvidan su historia, están condenados a repetirla”.