Barcelona en Comú incumplirá su código ético con el sueldo de sus dos primeros fichajes
Ada Colau llegará este sábado a la alcaldía habiendo anunciado el primer incumplimiento de su código ético. En concreto, dos incumplimientos, tantos como fichajes ha presentado hasta ahora: el del exlíder del PSC y exportavoz del Moviment d'Esquerres, Jordi Martí, que ocupará el cargo de gerente, y el de Amadeu Recasens, que será el nuevo jefe de la Guardia Urbana.
Colau ha confirmado este martes que ambos cargos, pese a ser de libre designación y gerenciales, quedarán fuera de la limitación salarial autoimpuesta, pese a que el código ético de la formación declara explícitamente que el compromiso de sueldos de 2.200 euros se refiere a “las personas con cargos electos, gerenciales y de libre designación”.
La futura alcaldesa de Barcelona ha justificado este hecho debido a que Martí y Recasens son personas “con perfiles técnicos y no políticos”, razón por la que “se ha de respetar la escala salarial”. Colau considera que en el caso de los perfiles gerenciales no debe funcionar la limitación de sueldos que sí tendrán los cargos políticos puesto que los primeros “asumen responsabilidades muy elevadas” y “podrían generarse situaciones de arbitrariedad”. La líder de Barcelona en Comú ha explicado la decisión en una rueda de prensa ofrecida junto al candidato a la alcaldía de ERC, Alfred Bosch, quien ha anunciado que apoyará a Colau en la investidura.
El de Martí y Recasens no será la única excepción en el código ético de la candidatura. Desde la candidatura se anuncia que varios de los antiguos gerentes se quedarán en sus puestos, también manteniendo el mismo sueldo que ganaban en mandatos anteriores. Barcelona en Comú sí quiere promover una bajada de salarios para algunos cargos concretos, como altos directivos de empresas públicas. Colau considera que algunos de estos sueldos son “desproporcionados”, pero fuentes de la candidatura explica que las rebajas salariales serán pactadas en todo caso.
El código ético de Barcelona en Comú afirma que las condiciones recogidas son “de obligado cumplimiento para las personas que ocupen cargos electos y de libre designación”. Sin embargo, en otro apartado se asegura que los principios del código ético comprometen “a todas las personas de la candidatura”, sin llegar a determinar si fichajes como el de Martí y Recasens forman parte de la candidatura.