La CUP se reivindica como ruptura en una Barcelona que “lleva 32 años gobernada por los mismos”
“No representamos al pueblo ni estamos junto al pueblo porque somos el pueblo”, dijo Maria Rovira, número 2 de CUP-Capgirem Barcelona en el acto central de campaña este domingo en Sant Andreu. Durante su segundo intento de entrar en el Ayuntamiento de Barcelona la CUP pone énfasis en su trayectoria, y ahora lo hace con unas encuestas que les dan hasta tres concejales. “El voto a la CUP es lo que más fastidia porque saben que nos ampara la memoria”, remachó el diputado David Fernàndez, que cierra la lista, al final del acto.
Batallan por un espacio, el vinculado a los movimientos sociales, que en gran parte pudieron ocupar en las últimas autonómicas pero en el que, ahora, tienen que competir con Barcelona en Comú. Pero para ello no han faltado críticas a los gobiernos socialistas y también a sus socios de ICV, que forman parte de la candidatura encabezada por Ada Colau. Aunque muy críticos con la gestión de Trias, varias intervenciones han querido recordar que luchan contra un modelo que viene de antes.
“La Marca Barcelona nos ha sido impuesta hace muchos años, por los que defienden una sociedad injusta y por lo que les hacían de muleta”, dijo la cabeza de lista María José Lecha. Más directo fue Ivan Altimira, candidato de Sant Andreu: “Aquí en Sant Andreu tuvimos concejales de ICV que luchaban contra los que luchan contra la especulación”, aseguró. Lecha añadía al final del acto que “hace 32 años que el Ayuntamiento está gobernado por los mismos, que bajan la cabeza ante los buitres, la oposición en esta ciudad siempre ha estado en la calle”. ¿Y sobre pactar con Colau? Lecha ya ha dejado su postura clara durante la campaña y este domingo ha insistido: “No queremos hacer de muleta a ningún partido”.
No más hoteles y ningún piso turístico
La especulación inmobiliaria y el modelo turístico son uno de los temas centrales en el ala izquierda de esta campaña electoral, y desde la CUP quieren ser especialmente contundentes. “Nos dicen que el 10 o 15% del PIB viene del turismo, pero ¿y qué?”, Se preguntaba Xavier Monge, para añadir: “crece el PIB y también las desigualdades, va a parar todo en manos de los de siempre, los banqueros y los grupos hoteleros”. El vecino de la Sagrada Familia y cabeza de lista en las anteriores elecciones aseguró que con una victoria de Capgirem Barcelona “ningún hotel que no esté construido antes del 24-M se levantará y no quedará ningún piso turístico, ni legal ni ilegal”.
Con respecto a la cuestión nacional, mientras Bosch y Trias han tenido algún enfrentamiento al respecto, a la CUP parece que no le preocupe probarse más independentista que otros. La encargada de sacar la reivindicación ha sido la número 4 Eulàlia Reguant, y lo ha hecho vinculándola a la solidaridad internacional. “Barcelona ha sido siempre un referente de la solidaridad de su gente con otros pueblos, y también ha acogido en los últimos años las manifestaciones independentistas más importante de la historia de los Países Catalanes”, dijo. “No esperaremos a que Madrid haga un proceso constituyente, ni esperaremos la independencia para decidir qué país queremos”, ha añadido, “desde el municipalismo defendemos la autodeterminación para decidir el futuro de nuestro pueblo”.
Saben que no están en las quinielas para hacerse con la alcaldía, pero insisten en que lo importante está fuera. “Esto va de ganar a la oligarquía y saber que en cada barrio el poder popular se levanta”, dijo Lecha. Fernández recordó que para entrar en el Parlament apostaron por ser un “caballo de Troya” –aunque una vez dentro del rebautizó como el “pony de Esparta”– y ha llamado la CUP a entrar en el Ayuntamiento como “el mamut de Icària, y que se oigan los barrios”. Quedan pocos días de campaña y por las encuestas este mamut podrían ser tres, dos o ningún concejal si no superan el 5% necesario. Por eso Maria José Lecha ha cerrado el acto agradeciendo y animando a los militantes que trabajan en la campaña para que no desfallezcan en la recta final.