CiU busca socios para aprobar los presupuestos de 2015

La ruptura del pacto de legislatura con Esquerra a cuenta del plan alternativo para el 9-N comienza a pasar factura al Govern de CiU. En fechas en las que ya se debería haber presentado el proyecto de presupuestos, la federación nacionalista se ha quedado sin socios parlamentarios para sacar adelante las cuentas del 2015. Pese a esto, el president Artur Mas anunció este martes que las presentará antes de fin de año aunque no cuente con el apoyo de ERC. “Hay en juego algunas cosas importantes en estos presupuestos”, aseguró Mas.

El mensaje del Govern es que la única forma de devolverles la paga a los funcionarios es con unas nuevas cuentas. Una prórroga presupuestaria implicaría de hecho un recorte para cumplir con el nuevo objetivo de déficit para 2015, del 0,7%, tres décimas por debajo del de este año. Con este argumento, Mas ha invitado a los grupos de la oposición a validar las cuentas que presente para blindar que los funcionarios recuperan su salario completo y dejar sin efecto la reducción del 15% de sueldo y jornada a los empleados interinos.

Las razones de CiU no han convencido a los republicanos, que no están dispuestos a volver a aprobar unos presupuestos como hicieron en el anterior ejercicio. Así lo aseguró Oriol Junqueras, quien recordó que el año pasado ya advirtieron que serían los últimos presupuestos autonómicos que apoyaban. “Las próximas cuentas tienen que ser las de un Estado independiente”, zanjó el líder independentista durante la sesión del control.

Pere Aragonés, diputado de Esquerra encargado del área de economía, ya había adelantado la posición de su grupo el martes, aunque abrió la puerta a apoyar una prórroga presupuestaria a cambio del adelanto electoral. La fórmula que propone Esquerra es la de revalidar las cuentas de 2014 con modificaciones tanto en los ingresos como en los gastos para recuperar así la paga extra de los funcionarios.

Para cumplir con su compromiso de tener unas cuentas nuevas dentro del año, el Govern debe enviar el proyecto al Consejo Económico y Social para que elabore el informe preceptivo y comenzar el trámite parlamentario, que incluye su paso por la comisión de economía y la negociación de enmiendas. Después de eso, el proyecto llegaría al pleno, donde CiU necesita al menos un socio para que sea aprobado.

El PSC se ha vuelto a ofrecer su mano a CiU para terminar la legislatura, un plan que también avala el líder de Unió, Josep Antoni Duran i Lleida. Sin embargo el president ha condicionado negociar los presupuestos con el PSC a que éstos se impliquen con el proceso participativo del 9-N “ahora que ha quedado claro que no es un referéndum”. “Si ustedes están en el 9 de noviembre, seguro que de todo el resto de cosas será más fácil hablar”, invitó Mas al líder del PSC, Miquel Iceta.