Diversas sensibilidades de la izquierda catalana firman un manifiesto en contra de investir a Mas
La posibilidad de que Artur Mas sea presidente de la Generalitat ha movilizado destacadas personalidades de la izquierda soberanista catalana. Cuando faltan menos de 24 horas para que la CUP celebre su asamblea abierta en Manresa, 140 personas de diferentes sensibilidades de la izquierda soberanista catalana y de movimientos sociales han firmado el manifiesto ‘Per un gir a l’esquerra’ [Por un giro a la izquierda], en la que se da apoyo a la CUP y exponen argumentos en contra de la investidura del líder de CDC.
Aunque predominan nombres vinculados con la órbita de la CUP, entre los firmantes del documento también hay destacados perfiles representativos de otros acentos de la izquierda. Es el caso del catedrático de Ciencia Política Joan Subirats, uno de los impulsores de Barcelona en Comú; el antropólogo Manuel Delgado, hasta hace poco un histórico militante de EUiA; la sindicalista Rosa Cañadell Pascual, ex portavoz de USTEC y cercana también a EUiA; o los fundadores de Procés Constituent, Teresa Forcades y Arcadi Oliveres.
También miembros vinculados al proyecto de la izquierda anticapitalista, como el diputado de la CUP, Josep Manel Busqueta, o el ex jugador del Barça Oleguer Presas, se suman a un manifiesto que también cuenta con el apoyo de algunas personas vinculadas a la cultura, como los cantautores Feliu Ventura o Cesk Freixas, entre otros.
El objetivo del manifiesto, según los impulsores, es mostrar el apoyo a la posición y reflexión política de la CUP, que ya en campaña dejó claro que no investiría a Artur Mas, “ni por activa ni por pasiva”. “Si queremos avanzar hacia la construcción de una sociedad diferente es necesario que desde hoy las personas que ocupen las instituciones estén libres de cualquier vínculo, por pequeño que sea, de una corrupción que durante demasiados años ha sido marca del sistema”, dice el texto, en una clara alusión a Mas y las irregularidades de CDC.
El documento habla del “cambio” que necesita Catalunya y se pide que “también se traduzca en la presidencia de la Generalitat”. En este sentido, los impulsores subrayan que “la investidura del presidente refleje una triple voluntad de cambio: libertad política, justicia social y radicalidad democrática”.
El documento, además del debate sobre la investidura, también tiene un marcado carácter social. El texto pide un giro en las políticas sociales y hace responsable al gobierno de la Generalitat por haber aplicado los recortes: “Una realidad consecuencia directa de las políticas de todos los gobiernos de la Generalitat, que desde 2010 han aplicado una durísima austeridad que ha supuesto hasta 5.300 millones de euros en recortes, en un país donde la desigualdad social no ha parado de crecer hasta situarnos en los niveles de desigualdad más grandes de Europa”.