JxSí y la CUP redoblan su apuesta por el referéndum mientras la oposición augura elecciones
El apoyo de la CUP a los presupuestos deja a la legislatura catalana con los meses contados. La duda es cómo será su final: mientras los independentistas redoblan su apuesta por el referéndum de septiembre, la oposición da por descontado el fracaso de la consulta y se prepara para elecciones autonómicas anticipadas –serían las cuartas en ocho años. El entorno de Ada Colau ha criticado las cuentas pero ha evitado la contundencia con la que el PSC y Ciutadans han augurado nuevos comicios. El papel de los 'comuns' en los próximos meses se antoja decisivo para saber qué urnas se pondrán antes.
El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha sido el encargado de coger el guante presupuestario que le ha lanzado la CUP. Para Puigdemont, el 'sí' cupaire a las cuentas hace entrar al proceso soberanista en la “recta final”. Su vicepresident, Oriol Junqueras, ha remachado a través de Twitter: “Seguimos y seguiremos. Ahora referéndum”.
De paso, el rumbo hacia el referéndum permite al Ejecutivo poner tierra de por medio a la crisis abierta por la declaraciones (desmentidas por el Govern) del exsenador de ERC, Santiago Vidal, que aseguró que la Generalitat ha obtenido ilegalmente los datos fiscales de los catalanes. Con la decisión de la CUP, la pelota ahora vuelve a estar en el tejado del Ejecutivo para superar las complejidades logísticas para celebrar la consulta –que van desde el censo a la participación de los funcionarios– y cumplir la promesa de “referéndum o referéndum” de Puigdemont.
En este sentido, el portavoz del secretariado de la CUP, Quim Arrufat, ha avisado de que si no hay referéndum en septiembre harán caer al Govern. Este extremo sólo se podría dar si la CUP acuerda un candidato alternativo para presidir la Generalitat junto a Ciutadans, PSC, CSQP o PP en el Parlament o si, por iniciativa propia, Puigdemont convoca elecciones anticipadas.
Sin embargo, en la CUP son conscientes de que los deberes sobre el referéndum no hay que ponérselos tan solo al Govern. Políticamente, la llave para que el referéndum previsto no sea una repetición del 9-N no está tanto en la mano de los independentistas, sino seguramente en el soberanismo representado por el mundo de los 'comuns' de Ada Colau. La “mayoría constituyente” acuñada por Arrufat en la última conferencia política de la CUP.
Por el momento, los 'comuns' siguen sin sumarse al plan del referéndum en septiembre, y este sábado han cargado con dureza contra las cuentas que se aprobarán previsiblemente el próximo mes de marzo, pues Ciutadans las llevará al Consejo de Garantías Estatutarias.
“No son los presupuestos que se merece el pueblo de Catalunya”, ha indicado en un apunte en Facebook el líder de En Comú Podem en el Congreso, Xavier Domènech. El líder de los 'comuns' ha instado además al soberanismo progresista –es decir, a ERC y a la CUP– a “reflexionar sobre por qué deja gobernar a Convergència e imponer unos presupuestos con importantes carencias sociales teniendo mayoría en el Parlament”.
“Elecciones antes del verano o en otoño”
El resto de partidos también ha salido en tromba en contra de las cuentas, pero, a diferencia de los 'comuns', ha previsto elecciones anticipadas en el corto plazo y el fracaso del referéndum. Parafraseando al president, el líder del PSC, Miquel Iceta, ha augurado: “O elecciones antes del verano o elecciones en otoño”.
“Me sabe mal desilusionar a los chicos de la CUP pero ya se pueden ahorrar el voto favorable a los presupuestos porque no habrá referéndum”, ha indicado el jefe de filas del PP catalán, Xavier García Albiol. Desde Ciutadans, Carlos Carrizosa ha augurado que la decisión cupaire “prolonga un poco más la legislatura” antes de otras elecciones, aunque con el “escollo” de la repetición de la consulta del 9–N.
Precisamente en diez días empezará el juicio contra Artur Mas, Irene Rigau y Joana Ortega por el 9-N. El paso del independentismo por los tribunales durante los próximos meses (en especial el de Carme Forcadell), será otro de los puntos que marcará el tiempo de descuento de la legislatura catalana y que influirá en su desenlace.