El Parlament legitima a Puigdemont a la espera de que renuncie y señale a Sànchez
Carles Puigdemont es un candidato legítimo a la presidencia de la Generalitat y cuenta con mayoría suficiente para ser investido. Así lo ha reconocido el Parlament de Catalunya este jueves, gracias a los votos de la mayoría independentista, que sin embargo no reelegirá a Puigdemont. La legitimación simbólica del president cesado, de hecho, está pensada precisamente para que los independentistas abran una nueva fase en la que presentarán un acuerdo de Govern y tratarán de investir a un candidato alternativo.
La propuesta de resolución aprobada este jueves con los votos de JxCat, ERC y la CUP ha servido, además de para reconocer Puigdemont, para legitimar el referéndum del 1 de octubre como fuente de legitimidad y de voluntad democrática. También para declarar que las elecciones del 21 de diciembre ratificaron la mayoría a favor de “una acción republicana de gobierno y la constitución de Catalunya como un estado independiente en forma de república”.
El reconocimiento del 1-O ha sido uno de los puntos que más controversia han generado, al haber advertido los letrados de la posible vulneración de resoluciones del Constitucional. Ciudadanos ha llegado a ausentarse del hemiciclo en el momento de la votación, y el secretario de la Mesa por el PSC, David Pérez, ha pedido la palabra para advertir a los diputados de la posible ilegalidad del punto. Sin embargo, se ha acabado aprobando. El redactado final ha quedado así:
Lo que finalmente no se ha votado es el punto que reclamaba reafirmarse en la declaración de independencia del 27 de octubre, gracias a un acuerdo de última hora entre los grupos. Tanto es así que en la resolución aprobada ni siquiera hay referencias a aquella fecha.
El pleno también ha aprobado la denuncia de la intervención de la Generalitat por la vía del artículo 155, considerando su aplicación “ilegal e ilegítima” y que “vulnera los derechos fundamentales” de los catalanes. Según el texto aprobado el independentismo es víctima de una “represión generalizada del Estado español”, que se ejerce mediante una “causa general contra Catalunya”.
También los Comuns habían introducido una propuesta a favor del autogobierno, muchos de cuyos puntos han prosperado gracias a diferentes mayorías. Uno de ellos, el que defendía el modelo de escuela catalana y pedía que no se renovasen los convenios con escuelas del Opus que segregan por sexo, que finalmente ha salido adelante gracias al voto favorable de JxCat.
Lo que no ha prosperado en la Cámara son las diversas fórmulas presentadas por los partidos de la oposición para conseguir poner en marcha el reloj hacia la repetición electoral. Pese a la insistencia de Ciutadans, PSC y PP, los puntos que proponían que comenzase a correr el tiempo de dos meses hacia la autodisolución de la Cámara, parada según los letrados, han quedado rechazados por el voto en bloque del independentismo.
Ciudadanos llevará la votación al Constitucional
El grupo de Ciudadanos ha denunciado que el presidente del Parlament, Roger Torrent, ha vulnerado los derechos de este grupo al no aceptar que la Mesa debatiese la propuesta de reconsideración al texto con el que los independentistas han legitimado la figura de Puigdemont. Torrent ha rechazado la petición del grupo más numeroso al considerar que ya se había rechazado la consideración previamente, lo que ha generado una agitada protesta de los de Inés Arrimadas.
Una vez comenzado el pleno, Ciudadanos ha anunciado que presentará un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional porque la Mesa ha aceptado que se vote el texto transaccionado entre Junts per Catalunya, ERC y la CUP pero se ha negado a replantearse las enmiendas fusionadas que han dado lugar al texto final que se ha acabado votando este jueves. El portavoz del grupo, Carlos Carrizosa, ha ido más lejos al considerar que la Mesa ha cometido un delito de prevaricación.
PSC y Comuns reclaman abrir una nueva etapa
El portavoz de Catalunya en Comú, Xavier Domènech, ha sido el primero en intervenir en el pleno que se celebra este miércoles en el Parlament y ha centrado su discurso en reclamar que los partidos independentistas pasen página y que en vez de mirar al pasado empiecen a pensar en el futuro.
Domènech ha rechazado la posibilidad de que se cree en Bruselas una estructura paralela a la del Govern y la Cámara catalana. Además, el dirigente de los 'comuns' ha alertado del riesgo de un mayor bloqueo que puede comportar la opción de intentar investir como presidente de la Generalitat a Jordi Sànchez, actualmente preso en Soto del Real.
Por su parte, Miquel Iceta ha reclamado a los independentistas que no persistan en el error y no sigan apelando a una república que ni llegó a nacer. “Ha sido un engaño”, ha zanjado el líder del PSC. “Les pedimos que respeten el principio de la realidad”.