Susana Díaz complica la campaña del PSC
La candidata del PSC a las elecciones del 26J, Meritxell Batet, se ha visto obligada este jueves a pronunciarse ante la escalada de declaraciones sobre Catalunya de la presidenta andaluza, Susana Díaz. Batet consideró que “en España no hay saqueo entre territorios”, ni de Catalunya a Andalucía ni de España a Catalunya, después de que la dirigente andaluza asegurase que los andaluces pagarían intereses en Catalunya a través de sus hipotecas en La Caixa si se hiciera la hacienda catalana que En Comú Podem propone.
Los socialistas catalanes han salido al paso de la andaluza para rebajar el malestar que han generado en Catalunya estas declaraciones, que se suman a un reguero de acusaciones de Díaz contra Podemos y sus confluencias por sus posiciones soberanistas. Díaz no dudó en atacar a Ada Colau al principio de la campaña. “Los votos de los andaluces no le van a servir para pagar un peaje a las mareas, a las confluencias ni los privilegios de Ada Colau”, lanzó la presidenta, poniendo en un aprieto a la federación catalana de su partido, que gobierna con En Comú en el ayuntamiento de Barcelona. Sin embargo, el PSC prefirió guardar silencio entonces.
Merixell Batet había planteado una campaña moderada en el eje nacional. Si bien el PSC obtuvo un tercer puesto en las pasadas generales con una candidata como Carme Chacón, alineada con los sectores de discurso más claramente unionista, el PSC quería reforzar su perfil federal ante la nueva contienda como para aplacar la propuesta “plurinacional” de Podemos, que en Catalunya resultó vencedora.
Este mismo jueves, Batet se comprometió en un mitin en Gavà a incluir los “derechos históricos” de Catalunya en la reforma federal de la Constitución que impulsan. Además, la candidata catalana concurre a las elecciones con un programa en el que se habla de un pacto fiscal para Catalunya y ha esgrimido en diferentes ocasiones su defensa del principio de ordinalidad en la reforma del sistema de financiación autonómica. Construir un perfil visiblemente moderado para Batet respecto a la situación nacional catalana es un objetivo del partido, para el cual la candidata llegó incluso a contradecir al líder del PSOE, Pedro Sánchez, al asegurar que ella no ponía líneas rojas en la negociación con Podemos, en referencia a la petición de referéndum de los de Iglesias.
El reguero de declaraciones de la andaluza, que desde las posiciones soberanistas se entienden como anticatalanas, podrían hacer tambalear la estrategia de campaña del PSC, que buscaba un perfil más amable que el del PSOE por competir en un territorio en el que precisamente la marca morada obtuvo sus mejores resultados.
La disputa sobre el modelo territorial no es la única que han dejado ver las dos líderes autonómicas, que se han mostrado también muy alejadas respecto a cómo deben enfocarse las negociaciones postelectorales para formar gobierno. Mientras la primera ha asegurado ver “más facilidades” para un pacto con Podemos y se ha mostrado partidaria de las alianzas de izquierdas, Díaz ha centrado su participación en la campaña en atacar a la formación de Iglesias, como ya lo hizo en las anteriores.
Las palabras de Batet sobre el posible pacto con Podemos ya tensó internamente al partido esta semana, cuando diferentes líderes y exlíderes socialistas se alinearon en torno a las palabras de la candidata catalana. El expresidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, aseguró que con declaraciones como las de Batet podría dar la impresión de que el PSOE “no es trigo limpio”, algo que hizo reaccionar al president valenciano, Ximo Puig, que aseguró que “España es plural y el PSOE es plural”.