El cerrojazo fiscal de JxSí lleva al límite la negociación con la CUP
El cierre de filas del Govern en torno a la negativa a tocar los impuestos ha dejado la negociación con la CUP sobre los presupuestos de la Generalitat para 2017 al borde del límite. Si el martes tanto el Ejecutivo como JxSí aceptaban que deberían hacer concesiones y “estudiar” las diferentes propuestas fiscales, este miércoles los consellers del PDECAT, la antigua Convergència, cerraban las posibilidades a negociar sobre impuestos.
Este cambio de postura deja muy debilitadas las opciones de entendimiento entre los partidos independentistas, que han vuelto a reunirse este jueves, en un encuentro al que ha asistido el vicepresident económico, Oriol Junqueras. “Si no hay propuesta que podamos presentar ante las asambleas territoriales nos abocan al 'no'”, resumía una fuente cupaire antes de la cita de la comisión negociadora.
Los anticapitalistas habían introducido enmiendas fiscales para los tres principales impuestos cedidos, IRPF, Sucesiones y Patrimonio, además de aumentos en la mayoría de partidas de gasto, con la esperanza de que fueran considerados ambos grupos. Para la CUP, la fiscalidad es un asunto central, pero también lo es la dotación de la Renta Garantizada de Ciudadanía y el acuerdo entre el Govern y los sindicatos de educación. Por el momento, ninguno de los tres asuntos está cerca de resolverse.
Después de que haya salido a la luz la negativa del Govern a negociar sobre la modificación de tributos, los cupaires reclaman que, al menos, expliquen públicamente por qué renuncian a ello y qué proponen a cambio. Por su parte, la consellera portavoz, Neus Munté, ha reclamado aparcar el debate impositivo hasta que Catalunya no sea independiente. “Seamos conscientes de que esto no es posible con unos presupuestos instrumentales”, aseguraba respecto a las peticiones de la CUP ante los micrófonos de Ràdio 4.
Si bien la postura pública del Govern es pétrea, según fuentes cercanas la comisión de negociación no daba este jueves por totalmente cerrada la negociación sobre fiscalidad. Según apuntan, una de las posibilidades es estudiar concesiones respecto a Patrimonio. Aparte de esto, sobre la mesa siempre ha estado subir un punto el IRPF en los tramos de renta más altos, el asunto sobre el que la CUP pone el acento y sobre el que se han centrado las desavenencias en el seno del Govern esta semana. En cualquier caso, las modificaciones a las que se señala no irían más allá del gesto, con una recaudación en torno a los 20 millones.
Pero la reunión de este jueves, que previsiblemente se extienda a los próximos días, no se ha planteado para hablar sobre fiscalidad, el hueso más duro, sino sobre partidas de gasto. Tanto el aumento de aportaciones a la Renta Garantizada de Ciudadanía como la aceptación de reivindicaciones del colectivo de la enseñanza son concesiones que Junqueras está dispuesto a hacer y que el conjunto del Govern no ha vetado. El debate está en la medida. Voces de JxSí, tanto del PDECAT como de ERC consideran que ya se aceptaron suficientes peticiones de la CUP en materia de Educación durante la negociación para la admisión a trámite de las cuentas.
Mientras el Govern descarta públicamente tocar la fiscalidad y la comisión negociadora debate sobre partidas de gasto, el reloj corre y el pacto sobre los impuestos no llega. La CUP anunció el mes pasado que será el 28 de enero el día que reúna a sus máximos órganos para dar la respuesta definitiva sobre las cuentas. Esa cita debe venir precedida por debates territoriales por lo que necesitan de, al menos, tres o cuatro días de margen. Por eso esperan que el Govern no aplace el momento de trasladarles una propuesta concreta que puedan vender ante los suyos más allá del próximo miércoles.