Antoni Vives: “Los grupos vecinales más críticos están al servicio de nuevas organizaciones políticas”
Antoni Vives (Barcelona, 1965) habla con pasión y contundencia de la obra de gobierno de CiU al frente del Ayuntamiento de Barcelona. En esta conversación, a ratos tensa, da su punto de vista sobre proyectos como el Plan de Usos de Ciutat Vella, la reforma del Port Vell o el Plan Paralelo o de crisis como la vivida en la Barceloneta o en Can Vies. Niega con rotundidad que el turismo haya colapsado la ciudad, defiende la ciudad inteligente -Smart city- e insinúa que los sectores sociales y vecinales más beligerantes están al servicio de nuevas formaciones políticas. Hablamos con un personaje forjado en la empresa privada, politizado en el MDT y ERC antes de recalar en CiU y que se siente tan novelista como político.
A propósito de su última novela, I l’endemà, el paradís, decía que Cataluña es un lugar hecho de contradicciones y lo concretaba en Cadaqués, escenario de la trama: “puede ser muy idílico, pero es un lugar donde la gente se ha muerto de hambre”. ¿Cuál es la principal contradicción que le encuentra a la Barcelona de hoy?I l’endemà, el paradís
Podríamos hablar de las contradicciones que se producen en los barrios en transformación. Por un lado hemos vivido la llegada de gente nueva, con costumbres diferentes, que provocan conflictos en las relaciones de convivencia. Y, por otro, recibimos mucho turismo. Una parte importante de este turismo genera beneficios, pero otra parte, choca con las costumbres de la gente de toda la vida y, también, con los recién llegados. Todo ello nos ha generado problemas graves de convivencia. Las contradicciones vienen por ahí, y nuestro reto ha sido y sigue siendo que el reparto de la riqueza que genera la ciudad sea más equitativo.
¿Cree que están cerca de conseguirlo?
Pienso que el éxito indiscutible de Barcelona debe ser un éxito más repartido. Pero esto no ocurrirá hasta que la ciudad recupere su carácter productivo. Nosotros somos industrialeros convencidos. Creemos que las plusvalías generadas por la industria productiva son las que tienen un alcance más largo. Mientras la ciudad no recupere el tren productivo, no conseguiremos el reparto de la riqueza necesario. Dejarlo todo en manos del monocultivo de los servicios fue un error estratégico en su momento.
El turismo en los últimos años, sin embargo, es cuando más se ha disparado. En 2013 visitaron Barcelona más de 7 millones y medio de turistas: un 177% más que el año 2012, según datos de Turismo de Barcelona.
Debemos ser inteligentes... En economía hay una ley, la de rendimientos decrecientes, que nos alerta de no matar la gallina de los huevos de oro. Y, créeme, es mentira que Barcelona esté colapsada. No es cierto que no tengamos dimensión suficiente para acoger un número importante de turistas, que además dejan una cantidad de dinero muy importante. Ahora, hay que redistribuirlo, pasearlo. Encontrar nuevos destinos que nos difuminen este turismo.
¿Hay que redistribuir o reducir?
Barcelona tiene la misma capacidad de atraer visitantes que Londres o París y mucho más que Roma. No es cierto que tengamos menos capacidad, lo que sí es cierto es que hay zonas con una densidad superior de la que debería ser normal. Te hablo de Ciutat Vella, Sagrada Familia, la zona del Camp Nou, del Parque Güell de la Rambla del Poblenou. Pero insisto en la necesidad de redistribuir el turismo hacia otros puntos de interés, que los tenemos. No debemos olvidar que el consumode la ciudad que hacen estos turistas es más de una décima parte del PIB de Barcelona. Dios nos coja confesados si un día nos abandona el turismo. Ahora bien, necesitamos que los ingresos derivados del IVA de los turistas se queden en Barcelona. Todos se van a Madrid, se los lleva el Gobierno Central.
Le he preguntado por el turismo y me ha acabado hablando de Madrid... ¿Es compatible aspirar a la soberanía plena de un pueblo y gobernar su capital con pactos constantes con el PP?
Si nosotros tuviéramos que hacer un pacto de legislatura con el PP sería absolutamente ridículo. Tienes toda la razón. Pero si se trata de pactos puntuales, como es el caso, los tenemos que hacer para sacar adelante la ciudad. Mientras haya la posibilidad de hablar lo haremos. Pactamos el PAM con los socialistas, que permitió poner en marcha el mandato con tranquilidad.
No hay un acuerdo estable, pero ha habido encajadas de manos especialmente significativas. El plan de usos de Ciutat Vella es un ejemplo...
Es un magnífico ejemplo de cómo el partido socialista ha perdido una enorme oportunidad de ser coherente consigo mismo.El PSC dejó caer a Itziar González a raíz de aquel Plande Usos, que, por cierto, lo suspendió el juez. Nosotros fuimos a buscar al partido socialista para tratar de recuperar parte de ese texto,y no quiso saber nada. Motivo por el que acabamos modificando el texto con el PP. También pienso que ahora el PSC está en una posición más positiva, hemos ido encontrando máspuntos en común.
Volvamos al turismo. ¿Le llega a usted la sensación de malestar que tienen algunos barrios?
Indiscutiblemente que nos llega, por eso hemos tomado medidas importantes al respecto. Hemos introducido la tasa turística, un tema tabú en anteriores gobiernos con mayorías absolutas. Eh, que hasta hace cuatro días este Ayuntamiento regalaba suelo público para que se hicieran hoteles, ¿eh? Si nosotros lo hiciéramos hoy nos lincharían, ¡y con razón! Hemos actuado en la regularización del espacio público: había 17 normativas de terrazas y ahora sólo hay una, lo que nos facilita las inspecciones y nos permite regulaciones más precisas... Hemos visto que la densificación que se producía en la ciudad y la falta de regulación producía un efecto mancha en base a dos elementos claves: la convivencia y el aumento de precio de la vivienda. Y lo hemos abordado con intervenciones muy duras.
¿Tienen algún estudio para controlar el impacto que supone el turismo en la vida de la gente?
¡Hombre, claro! Hay un diagnóstico permanente, no sólo sobre el turismo, sino sobre la evolución de la ciudad. Te pongo un ejemplo a propósito de la Barceloneta. Lo que es de juzgado de guardia es colocar las playas olímpicas detrás de la Barceloneta y luego llevarse las manos a la cabeza porque vienen los turistas. Es una actitud estúpida. Lo que hace falta es poner elementos que sirvan para compensar, buscar el equilibrio.
¿Cree que han encontrado el equilibrio en la Barceloneta?
El modelo de ciudad que queremos no tiene nada que ver con los que dicen que en la Barceloneta no debe pasar nada... Por eso somos los grandes impulsores del Clúster Náutico. El gran problema de la Barceloneta fue que, cuando se fue La Maquinista -que era la auténtica industria de la Barceloneta, con 3.000 trabajadores, y nola pesca- el Ayuntamiento no hizo nada para instalar de nuevo industria. Se perdieron dos generaciones, la de mi edad y la dedetrás de mi edad. La única opción que se le dio a este barrio fue meterle las playas olímpicas allí. La opción buena era y es la de regenerar industrialmente la Barceloneta, que es lo que hemos hecho nosotros. Consolidando el Clúster Náutico, renovando la Marina del Port Vell, haciendo que haya una inversión de más de cien millones de euros para generar puestos de trabajo.Una industria que es mayor que la Seat o la Nissan, y la tenemosen el puerto de la ciudad.
La capacidad de atracción del Puerto también preocupa al Paralelo, en plena reforma.
El Paralelo está muerto, y nuestra responsabilidad es que los barceloneses quieran ir y que los vecinos se sientan orgullosos.
El proyecto, conocido popularmente como Plan Paralelo, está dotado de 9,8 millones de euros. El 30% irá destinado a iluminación. Teniendo en cuenta las necesidades sociales de los barrios junto a la avenida –San Antonio, Poble Sec o el Raval– ¿No cree que había otras prioridades?
Esta es una aproximación muy parcial. Primero, una farola normal de Barcelona oscila alrededor de los 4.000 euros. Las farolas del Paralelo acabarán costando lo mismo. Segundo, las farolas del Paralelo se convertirán en el modelo de farola más avanzado del mundo en términos de servicio social. Son unas farolas que incorporan luz variable, wi-fi, sensorización... Es decir, hacen posible que la señora María que tiene 83 años y un dispositivo de teleasistencia tenga una red más amplia de cobertura. La Fundación Bloomberg nos ha dado un premio de 5 millones de dólares por la vertiente social de este proyecto. Es una farola que es mucho más que una farola: es el elemento definitorio de lo que es el nuevo urbanismo.
La Fundación Bloomberg la preside el exalcalde de Nueva York, el multimillonario Michael Bloomberg. Le decía lo del 30% porque son barrios donde las entidades se han quejado de la falta de apoyo municipal...
Escúchame una cosa, ¿con cariño, eh? Pero ¿qué debemos hacer entonces? ¿No poner farolas? Esto que estás haciendo ahora es demagogia pura y dura. Conozco muy bien la ciudad entera y lo tenemos que hacer todo. Si a la entidad 'X' le hace falta la subvención, y la justifica, la tendrá. Pasa lo mismo cuando hablamos de vivienda. En Barcelona no hay nadie que se quede sin techo. Y alguien podría decir, ostras, dejemos de alquitranar La Ronda. Pues no, tenemos que hacerlo todo. La ciudad es un todo. A otros no lo sé, pero a mí del Paralelo no se me puede hablar mucho. Quién me diga que el Paralelo, tal y como estaba, era una avenida digna de Barcelona y digna de la calidad media de vida de la ciudad, miente. Hacía exactamente sesenta años que no se hacía una sola inversión. ¡Ni un maldito euro, con una iluminación penosa!
El teatro Arnau, olvidado desde hace una década, no entra en la reforma. ¿Prevén recuperarlo?
Está claro que es un activo, ya veremos cómo es recupera. Pero lo que no podemos hacer es lanzar el dinero, que de eso la ciudad también sabe, eh. Debe haber un proyecto consistente, que sea autogestionable y que funcione. Y tenemos que ir por capítulos. Primero había que recuperar el Paralelo y ahora estamos camino de hacerlo. Y hay otra cosa muy importante: tenemos que hacer posible que la convivencia en barrios como el Poble-sec. Es necesario que el pulso entre ocio y reposo, vaya en favor del reposo. Soy el responsable de haber iniciado la suspensión de licencias de locales de pública concurrencia.
Una medida que excluirá el Paralelo...
Sí, pero por un motivo: el Paralelo tendrá una regulación específica, faltaría más. Por eso estamos trabajando con las entidades que son responsables.
En el Poble-sec, como sabe, la calle más emblemática es la calle Blai. Tenía que ser un eje para el paseo y hoy es una inmensa terraza. ¿No es razonable pensar que, si no se actúa de forma preventiva en el Paralelo, puede correr la misma suerte?
Entiendo lo que me estás diciendo. Y lo has descrito perfectamente. Mira, hace 15 años se peatonalizó la calle Blai, cuando no habíamos vivido ni el estallido del turismo ni de las terrazas. Hoy la calle Blai es víctima de un cambio de costumbres. Existe el descubrimiento del aire libre por parte de la gente. Existe la recuperación de los jóvenes del gusto por la tertulia. Existe la intensificación de la vida social, en contra de los apocalípticos... Yo soy un gran defensor de la gente joven. Gente que ha recuperado el gusto por hacer cosas en comunidad y esto pasa, a veces, alrededor de una cerveza. Por lo tanto, la calle Blai es víctima de esta evolución. Ahora, en el Paralelo estamos en una situación diferente. Se empieza a hacer ahora y tenemos que poner las vacunas necesarias para que no haya estos errores. No debemos permitir que haya un exceso de terrazas. Todos los que dicen con mucha mala fe que estamos haciendo una avenida para los turistas, mienten. Una mentira de dimensiones colosales, como la de Trias y El Mundo.
Usted le cree, entiendo.
Evidentemente. La de El Mundo es una mentira de dimensiones inconmensurables.
En el Plan Paralelo ha habido acciones que han parado el tráfico y las obras. Otras reformas que llevan su firma, como la de la Diagonal o la del Port Vell, también ha habido rechazo vecinal.
¡No hombre no! En el Paralelo se han quejado, solamente, cuatro y el apuntador. Y en la Diagonal no hemos tenido ningún rechazo. La reforma de la Diagonal aumenta en un 40% la disponibilidad de espacio público por los vecinos y los peatones, además de ser una apuesta por el comercio de proximidad. Ahora, siempre hay grupúsculos que se oponen a todo. Forma parte de esta pseudodemagogia que corre por el mundo.
Grupúsculos al margen, es innegable que hay una creciente demanda de la ciudadanía de participar más activamente en la vida política. ¿Las comisiones de seguimiento no cree que son procesos más consultivos que participativos?
Hacemos muchas comisiones de seguimiento, y no precisamente pequeñas. En Glorias, en el Paralelo -que es la señorita Pepis comparado con lo que ha pasado a Glorias- en Sants, con todo el follón de Can Vies... Tenemos experiencia en estos procesos. Mientras yo he sido teniente de alcalde de Hábitat Urbano, por tanto, máximo responsable de los procesos participativos, nadie que me conozca me puede mirar a la cara y decirme que no he tenido voluntad de participación total y absoluta. La gestión de la complejidad es uno de los signos de nuestro tiempo y, en eso, no podemos esconder la cabeza bajo el ala.
Pero no cree que, a veces, este modelo de política, de vieja política, es demasiado delegativa…
Pienso que los vecinos y las entidades deben hacer un seguimiento precisísimo de nuestro trabajo. Pero también creo que hay gente que confunde cuál es su papel. Y el papel de las instituciones públicas, regidas por personas que nos presentamos a las elecciones, es capital. Nosotros decidimos al final de todo. El papel de la sociedad civil es el que es. El papel de la academia, es el que es. Al igual que el de los técnicos. Hay que tener en cuenta que hay gente que, amparándose de forma fraudulenta en las posibles limitaciones del proceso participativo, lo que está haciendo, en realidad, es cuestionar la representatividad de los políticos. Y aquí tenemos un problema muy grave. Yo creo en la democracia representativa, pero hay gente que no cree en ella. Nosotros ya hemos vivido nuevas formas de participación directa: las defendía Franco, las defendía Durruti...
Caramba...
Mira, tienes razón en una cosa. Ha habido épocas en las que la participación -y la Diagonal fue un caso paradigmático- quería decir “esto o lo otro”. Es decir, 'A' o 'B'. Y eso no es participar. La participación verdadera debe ser, “va chicos, nos sentamos, nos arremangamos, y vamos a trabajar”. Pero pienso que después el desarrollo pertenece al mundo técnico y político. Cada uno entiende de lo que entiende. Si no, al final, te encuentras con gente que se piensa que la farola que instalamos es una lámpara con un palo, y no un verdadero servicio público.
Vayamos a la Modelo. Hay un proyecto vecinal, aprobado por el anterior gobierno, que quiere convertir el espacio en una zona de memoria y de equipamientos. Las entidades temen que, finalmente, no se haga y que terminen proliferando los hoteles.
Es totalmente falso. Una falsedad como una casa de campo. Nosotros partiremos del proceso que se hizo en su momento, pero hay elementos que deben actualizarse. Han pasado unos cuantos años, la ciudad no es la misma. Pero partiremos de ese proceso y decidiremos con las entidades. Allí sólo deben ir equipamientos municipales y vivienda.
¿Qué es para usted la Marca Barcelona?
Nunca hablo de marca. Profesionalmente, vengo de un mundo en el que las marcas son muy importantes. Me dedico y estoy muy orgulloso de ser representante público de mi ciudad. Una ciudad no es una marca, es un organismo vivo. Otra cosa es que esta ciudad sea portadora de una personalidad comunitaria e intrínseca. Hay gente que le dice marca por contaminación comercial. Es verdad que yo me he dedicado a explicar qué es Barcelona por todo el mundo y siento que hemos conseguido los objetivos. Teníamos que ser el primer polo inversor del sur de Europa y lo hemos conseguido. Somos la ciudad que más inversiones recibe del extranjero, la que más talento acapara de Europa, la ciudad que hace crecer más las universidades de Europa. Tenemos que conseguir que todo esto se extienda por toda la ciudad.
Me refería sobre todo a la connotación que tiene este concepto en sectores de la oposición o entre el movimiento vecinal... Vinculan el modelo de ciudad actual con un favorecimiento de los lobbies del sector turístico.
Es una patraña y de sinvergüenzas decir que gobernamos la ciudad pensando en los lobbies. Yo podría decir que, cuando se hizo la Barcelona post-olímpica que todo el mundo alaba, o cuando se hizo el Fórum, podría decir que se hizo para contentar los lobbies de los teleoperadores y los gestores de convenciones y congresos. Y esto lo hicieron tres partidos de izquierdas que se llenan la boca de causa social. ¿Verdad que no lo decimos? Hombre, hay que ser muy sinvergüenza para decir que esto todo lo hacemos por los lobbies. Todo lo que hacemos en la ciudad lo hacemos para tratar de hacer posible que la riqueza que produce por sí misma sea equitativa.
La mayoría de inversiones se han hecho en la parte alta de Barcelona y la desigualdad ha aumentado.
No, no, no. ¡Dónde vas a parar! El grueso de las inversiones han sido extendidas por toda la ciudad... Desde el billón de euros que se ha puesto en el Puerto, pasando por el PMI en el conjunto de Barcelona, hasta la última licitación en Sants, que afecta desde la plaza de Sants hasta el Hospitalet... Ahora, lo que sí hemos hecho es actuar en algunas avenidas que actúan de faro.
¿Consulta la revista Carrer que edita la FAVB? Carrer
No la consulto, la recibo. Nos llega, vaya.
Hay un artículo que explica que la OAC (Oficina Antifraude de Cataluña) quiere aclarar si la Marina de Lujo se financia con dinero proveniente de paraísos fiscales.
No he de decir nada en especial. Pienso que es un gran beneficio para la ciudad que se haya hecho esta inversión. Eso sí, cuando se dan informaciones deben darse con mucho, mucho cuidado. Tenemos que confiar en que las cosas vayan como tienen que ir y estoy muy seguro de que todo lo que se está haciendo se está haciendo bien.
¿Los promotores de la Marina de Lujo no recibieron ningún trato de favor por parte de la Autoridad Portuaria de Barcelona?
La pregunta ofende. En ningún caso ha sido así. Como puedes comprender, aquí hay mucha ideología. Mucho posicionamiento político como después se ha demostrado. Un alto dirigente de la FAVB ha dicho que irá a una lista electoral. Eh, es legítimo, pero no deja de ser absolutamente curioso.
Se acercan las municipales, aunque quizás antes tendremos autonómicas. ¿Qué le dice la nariz?
No tengo olfato político. Nosotros nos presentamos a las elecciones con la mejor intención del mundo. Pienso que estamos haciendo un buen trabajo. Las encuestas de servicios públicos son las mejores en los últimos diez años. Estamos llevando adelante la transformación de la ciudad que se está premiando a todo el mundo. La acogida de los vecinos y vecinas es sensacional... Pero el senatus populum que es Barcilonam es soberano, afortunadamente. Hago mi trabajo con toda la honestidad intelectual, ideológica y personal de la que soy capaz.
¿Cree que les pasará factura el caldo de cultivo en contra del modelo de ciudad?
Es que no estoy de acuerdo. No veo este caldo de cultivo. Lo que sí veo es como los grupos vecinales más críticos están al servicio de nuevas organizaciones políticas. Pero si tú paseas por la ciudad, un día te invito a pasear conmigo, verás que el nivel de orgullo es muy elevado en todas partes.