Las denuncias cruzadas entre feministas y Guardia Urbana de Tarragona llegan a juicio
Una acción feminista en Tarragona para denunciar la presión estética sobre las mujeres ha terminado con tres guardias urbanos y tres activistas en el banquillo de los acusados. El llamado 'caso Bershka' se juzgará los próximos 9 y 10 de noviembre en la sección cuarta de la Audiencia de Tarragona. Los tres agentes se enfrentan a una posible condena por los delitos de detención ilegal, lesiones, amenazas y una falta de vejaciones. Por su lado, los activistas están acusados de atentado contra la autoridad y de cuatro faltas de lesiones. Entre los acusados figura Laia Estrada, actual concejala de la CUP de Tarragona.
El caso llegará a un tribunal siete años después de producirse la acción de la entidad feminista Cau de Llunes en una céntrica tienda Bershka de Tarragona. Era el primer día de rebajas y el colectivo dibujó con tiza frente al establecimiento la silueta de una mujer, en protesta por “los cánones de belleza imposibles que marca la industria de la moda”, explican fuentes cercanas al caso.
Fue entonces cuando apareció la Guardia Urbana y empezaron los incidentes, que quedaron recogidos por una cámara de TV3. Después de disolver la protesta, los activistas denuncian que los tres agentes acusados les dieron una paliza en un portal y que la tarjeta de memoria de la cámara de uno de los agredidos “desapareció”.
El resultado fue una denuncia cruzada entre los activistas y los agentes de la Guardia Urbana, que finalmente llegarán a juicio el próximo noviembre. El Ayuntamiento de Tarragona se ha personado como acusación particular. La Fiscalía solicita dos años de prisión para los activistas, que a su vez solicitan una pena de prisión e inhabilitación para los urbanos.
Varios colectivos feministas de Catalunya, el País Valenciano y las Baleares han convocado una manifestación de apoyo a los encausados el próximo cinco de noviembre en Tarragona.
