“Tenemos que seguir conviviendo con discrepancias pero con civismo”
El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, ha conocido la declaración de independencia de Catalunya aprobada este viernes en el Parlament desde la cárcel de Soto del Real, donde permanece arrestado desde el pasado 16 de octubre. En conversación telefónica con este diario, el portavoz de Òmnium, Marcel Mauri, analiza el escenario tras la DUI y considera que “tarde o temprano, habrá diálogo” habrá diálogo entre la Generalitat y el Gobierno.
"Toca mantener el pulso del país en la paz, el civismo y la dignidad", ha dicho Puigdemont. ¿Cómo recibe Òmnium este mensaje?
Creemos que este viernes es un día de celebración. Todas las personas que estén contentas pueden salir a la calle a celebrarlo con toda la alegría y el civismo del mundo. Mañana empieza lo más importante: construir un país de todos y para todos. Somos un solo pueblo.
Una mayoría parlamentaria y en las urnas ha conseguido su objetivo político, pero es evidente que hay una minoría cuya voz se debe escuchar y tenerse en cuenta. Es con esta mayoría y esta minoría que se debe construir la Catalunya del presente y del futuro.
¿Se podrá mantener la cohesión social?
Catalunya somos todos y todas, los que hoy están contentos y salen a celebrar la República, pero también los que se quedan en casa preocupados y saldrán a la calle diciendo que la república no es su objetivo político.
Las primeras manifestaciones de celebración ya se han producido en plaza Sant Jaume. ¿Teme que sea imposible controlar la calle y que se desborde?
En los últimos años las grandes manifestaciones independentistas pacíficas nunca se han descontrolado, por lo que no vemos razón para creerlo ahora. La política a veces vive en esferas de crispación que por suerte no se trasladan la calle. Es importante que esto se mantenga así y que sigamos conviviendo con discrepancias pero con todo el civismo y la paz.
¿Òmnium llamará a infraestructuras estratégicas como aeropuertos?
No. No nos corresponde ni creemos que sea el camino. Desde Òmnium siempre llamaremos a movilizaciones pacíficas.
¿Cómo cree Òmnium que se materializa la declaración de independencia? A esta hora Catalunya no controla sus impuestos ni sus fronteras.
Corresponde al Govern desarrollar la independencia que está claro que no será sencilla porque el Gobierno del Estado no se abre a negociar. Al contrario, hoy ha decidido aplicar el 155 para seguir con la represión. Desde la calle hay espacios de construcción del proceso constituyente, tal y como han dicho partidos tanto independentistas como no independentistas [Podem] en el Parlament. Aquí tenemos un marco de trabajo.
El otro escenario será hacer frente a la represión del Estado, que la sigue ejerciendo porque mantiene a Jordi Cuixart y a Jordi Sànchez en la cárcel. No hace ni un mes del 1 de octubre que dejó a mil heridos por parte de la policía y el Gobierno ya quiere aplicar el 155. Tenemos que articular un frente democrático amplio.
¿Òmnium hace alguna petición concreta a los funcionarios de la Generalitat cuando el Gobierno aplique el 155?
Cuando este jueves al president de la Generalitat alguna gente le llamó traidor por el escenario electoral dijimos que esto no iba de traidores. No buscamos heroicidades ni traiciones. Ante el embate del Estado, las formas de combatir la represión son múltiples y diversas. Es importante que cada persona tenga claro que en sí misma tiene un poder y una fuerza para seguir construyendo este país sin las imposiciones y amenazas del Estado.
Lo hemos visto estos días: los profesionales de TV3, Catalunya Ràdio y la Agència Catalana de Notícies se han organizado contra el abuso contra los medios públicos del país, igual que los profesores en las escuelas. Creo que si todo el mundo sigue demostrando su profesionalidad se podrán desmontar las injerencias del Estado.
¿Cómo cree que acabará todo esto?
Tarde o temprano, habrá diálogo. Por parte del Estado o porque alguien forzará el Estado a sentarse a negociar y poner encima de la mesa sus razones. Sólo con diálogo se pueden solucionar conflictos políticos como este. Siempre hay que seguir emplazando a todo el mundo al diálogo, y evidentemente al Estado también.
También necesitamos un tiempo de diálogo interior en Catalunya para coser las heridas que pueda haber, que no son para nada profundas porque en la calle no hay la fractura social que algunos intentan vender. La fractura social en un país la provoca el paro y la pobreza, no la ideología de cada uno.