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Así es como la Generalitat catalana está desprivatizando la sanidad pública

El conseller de Salud, Toni Comín, durante una visita al Hospital Sant Pau.

Blanca Blay

Cuando hace un año la CUP y Junts pel Sí estaban en plenas negociaciones para formar gobierno, una de las condiciones de los anticapitalistas era precisamente que la cartera de Salud, la que más presupuesto se lleva de las cuentas de la Generalitat, cayera en manos de ERC.

El precedente de Boi Ruiz como conseller de Salud fue un lastre para Convergència: cinco años al frente de esta consejería habían sacudido demasiado la sanidad catalana. Desde el modelo de consorcios y el aumento de conciertos privados en paralelo a los recortes públicos hasta el aumento de las listas de espera para ser intervenido fueron algunas de las polémicas con el exconseller Ruiz.

El actual conseller, Toni Comín, quiere dar un giro a las políticas y perfilarse como la figura que recuperará la confianza de los ciudadanos en el sistema público. Con él dirigiendo este departamento, la Generalitat ya ha rescindido el contrato con la privada Clínica del Vallès y plantea propuestas como la de este viernes de comprar al grupo Quirónsalud al Hospital General de Catalunya (situado en Sant Cugat) por unos 55 millones de euros.

La propuesta, que implica que la Generalitat compre a un grupo privado con ánimo de lucro un hospital para hacerlo público, no se entiende fuera de los planes del gobierno de expulsar a los centros privados con ánimo de lucro de la red de atención pública.

Qué implica desprivatizar

Esta desprivatización significa que el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) –ente público que se encarga de comprar servicios sanitarios en Catalunya a diferentes operadores– no renovará los conciertos a aquellos centros privados con ánimo de lucro siempre que la actividad derivada la pueda asumir un centro público, como fija el principio de prioridad de la Ley de Ordenación Sanitaria de Catalunya (LOSC).

Esto implica a corto y medio plazo no renovar los conciertos con tres centros privados del mismo grupo, el gigante sanitario Quirónsalud -Clínica del Vallès, Hospital General de Catalunya y Hospital Sagrat Cor-, y se haría a medida que fueran finalizando los contratos.

La Clínica del Vallès: ya sin concierto público

El primer centro en perder el concierto que tenía con el CatSalut ha sido la Clínica del Vallès (Sabadell), ya que el contrato tenía vigencia hasta agosto de 2016. El fin del contrato con este centro privado que absorbía actividad derivada del hospital público Parc Taulí de Sabadell, implicará abrir 44 camas adicionales y 23 sesiones de quirófano más a la semana, según anunció en septiembre Comín.

Este incremento de plazas y actividad se repartirá entre el hospital de Sabadell y el Consorci Sanitari de Terrassa, tal como ya se había anunciado en mayo cuando se decidió rescindir el contrato con el centro privado.

El Taulí derivaba 3.700 altas anuales (1.100 médicos y 2.600 quirúrgicas) a la clínica privada. Desde el 15 de agosto, fecha en que vencía el contrato del CatSalut con la Clínica del Vallès, el centro privado con ánimo de lucro dejó de asumir pacientes del sistema público y de percibir los 7,5 millones anuales que recibía por esta actividad. Estos 7,5 millones se han repartido entre el Taulí, que se quedó con 5 millones y con dos tercios de la actividad y el hospital de Terrassa con 2,5 millones y un tercio de lo que se derivaba.

Según avanzaba hace unos días El País, el ahorro económico que supone dejar de derivar pacientes asciende al millón de euros. En una entrevista en El Diari de la Sanitat, Comín aseguró que “no juzgaba el pasado” en respuesta a la pregunta de por qué se había derivado pacientes a una clínica privada antes si esto suponía más gasto para las cuentas públicas.

El siguiente: el Hospital General de Catalunya

Más allá de la noticia que sorprendía este viernes, cuando el conseller anunció la intención del departamento de comprar el Hospital General de Catalunya (HGC) por 55 millones de euros, el calendario pasa de momento por modificar el concierto actual -en contra de la rescisión que se había planteado inicialmente- que vence este 31 de diciembre. Así el centro mantendrá parte de la radioterapia, ya que el resto de centros públicos no puede asumir toda la que tenía contratada con el centro privado.

El fin de semana pasado, el conseller anunció en una entrevista con la Agencia Catalana de Noticias que en este caso serían el Consorci Sanitari de Terrassa y la Mutua General de Terrassa quienes asumirían la actividad hasta entonces derivada. En cuanto a los trabajadores del centro privado, no se descarta que parte de ellos pasen a Terrassa. Por la actividad que asumía, el CatSalut pagaba al HGC 17.539.771 euros anuales así que es previsible que al asumir menos actividad la anualidad sea bastante inferior, aunque desde Salud aseguran que aún se desconoce la cifra final.

Diferente será si finalmente la Generalitat compra el hospital privado. En este caso, según explicó viernes Comín, todos los trabajadores pasarían de tener un convenio laboral privado a uno público y los tres hospitales del Vallès -la Mutua de Terrassa, el Consorci de Terrassa y el Parc Taulí de Sabadell- “podrían especializarse con su función real de hospital de referencia”.

En cualquier caso, el traslado de buena parte de la actividad contratada hasta ahora al HGC la asumirán a partir de enero los dos centros de Terrassa independientemente de si prospera o no la compra del centro de Quirónsalud.

El reto más grande: el Hospital Sagrat Cor

El Hospital Sagrat Cor (en Barcelona) es de los tres centros que asume más actividad pública -y por tanto recibe más dinero anualmente- ya que buena parte de los pacientes vienen derivados del Hospital Clínic, situado muy cerca. En una entrevista con El Diari de la Sanitat el conseller de Salud aseguraba que así como era “evidente” que en el Vallès no era necesario contratar actividad privada, “el Sagrat Cor es un caso aparte”.

“Si existe la posibilidad de que lo acabe gestionando un proveedor público, de acuerdo con el principio de la LOSC, se haría”, señaló el conseller en la entrevista. El importe contratado en el año 2015 al Hospital Sagrat Cor fue de 58.153.276 euros, según datos facilitados por el departamento de Salut.

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