El Gobierno de Rajoy aprueba las obras de pozos de sequía que trasvasarán agua de Albacete a Murcia
El Consejo de Ministros ha aprobado de “urgencia” unas obras de emergencia en los pozos de sequía ubicados en Hellín (Albacete), de los que solo podrán abastecerse los agricultores murcianos y que costarán 1,2 millones de euros a las arcas nacionales. Una aprobación que, según la Unión de Pequeños Agricultores de Castilla-La Mancha (UPA), se ha hecho “saltándose” el informe de evaluación de impacto ambiental para poder desviar agua desde el acuífero Mingogil-Villarones hasta la comunidad vecina, de 9,9 hectómetros cúbicos anuales.
Se trata de un nuevo trasvase de agua desde Castilla-La Mancha a la Región de Murcia y para unos regantes que ni siquiera pertenecen a la cuenca del Segura. Con esta decisión, lamentan desde el colectivo agrícola, “se demuestra que las decisiones del Gobierno de la nación en materia hídrica son muy dañinas para nuestra tierra”.
Al acuífero Mingogil-Villarones, desde el que se trasvasará agua a Murcia, pertenecen 32 municipios y unos 3.500 regantes de Albacete, y conecta además con las aguas subterráneas del acuífero El Molar, declarado sobreexplotado, lo que hace temer a los miembros de UPA que se vea afectado también. “No lo podemos entender” dice el presidente de UPA en Castilla-La Mancha, Julián Morcillo, cómo estando los acuíferos declarados en mal estado cuantitativo se permiten los pozos de sequía y se sigue negando agua a los regantes del sureste de Albacete alegando, precisamente , la sobreexplotación de los acuíferos.
La denuncia que hacen tanto los miembros de la UPA como el presidente de la Plataforma de Usuarios y Regantes de Cabecera del Segura es que, a pesar de que el decreto de las obras de urgencia se aprobó el pasado viernes en Consejo de Ministros, los de la empresa pública Tragsa lleven trabajando en equipar los pozos de Hellín desde hace veinte días “antes de estar presupuestadas las obras”.
Ahora tanto el colectivo de regantes como la Unión de Pequeños Agricultores tratarán de atajar la situación por vía jurídica pero no descartan llamar a una gran movilización de toda la sociedad castellano-manchega para impedir que siga el “expolio” que deja sin agua cultivos sociales que, a día de hoy, mantienen con vida pequeñas poblaciones del sureste albaceteño, donde se ubica la cabecera del Segura.
Se trata de un hecho “grave y sin precedentes que vulnera toda la normativa”, insiste Morcillo que asegura que la cuenca del Segura seguirá los pasos de otras cuencas, como el Tajo o el Júcar, desde donde se trasvasa agua a territorios que ni tan siquiera pertenecen a las demarcaciones hidrográficas de las que reciben el agua.“Esto sólo pasa en Castilla-La Mancha”.
Riegos de socorro para el sureste albaceteño
Mientras el agua de la cabecera se va a Murcia, sin que la Confederación Hidrográfica del Segura ponga ningún tipo de impedimento, los regantes de la cabecera, los del sureste de Albacete, están pidiendo riegos de socorro para poder atender sus cultivos leñosos y estabilizar la producción. Y es que en esta campaña la sequía ha mermado la producción en alrededor de un 30 por ciento. De conseguir esos riegos de socorro y estabilizar la producción se podría evitar la despoblación en la zona, según afirma Guillermo Sánchez Negrillo, presidente de la Plataforma de Usuarios y Regantes de la Cabecera del Segura.
Frente a ese descenso que se ha vivido en Albacete por la sequía, donde se han visto afectadas esta campaña tanto almendra como viña, la renta de las exportaciones de los regantes murcianos “ha aumentado un 25 por ciento”, sentencia Negrillo. “Cuanto más sequía tienen, más producen y más exportan, y a nosotros no nos permiten nuestra supervivencia utilizando nuestros propios recursos”.
Un Plan Hidrológico recurrido
Con la toma en consideración que da luz verde a los pozos de sequía para mandar agua a Murcia los agricultores y regantes de la zona, junto con UPA, insisten en que la actuación del Gobierno en este caso es en favor de los intereses de Murcia. Ésta no es la única actuación que demuestra esta querencia por la vecina región, también el Plan de cuenca del río Segura está en el punto de mira de los afectados albaceteños. Tanto así que está recurrido, en un intento de salvaguardar los derechos de los regantes de la provincia de Albacete.
A ello hay que sumar el proyecto del Ministerio de Fomento para recrecer el embalse de Camarillas que anegará campos de cultivo albaceteños con el fin de poder almacenar más agua que iría, nuevamente, a parar a tierras murcianas.