La Casa Consistorial de Palazuelos arde y se pierden todos los archivos
La Casa Consistorial de la pedanía de Palazuelos, perteneciente a Sigüenza, en la provincia de Guadalajara, ha quedado completamente destruida fruto de un incendio que la ha calcinado salvando solo parte de las murallas y fachada exterior que por otra parte está declarada Bien de Interés Cultural.
El incendio surgió el lunes 19, sin conocerse más motivos de cómo se originó. A pesar del frío en la zona, el fuego rápidamente se avivó fruto de la gran cantidad de documentación y papeles que se albergaban dentro, que han quedado totalmente destruidos e inservibles. Días después se ha comenzado el desescombro del edificio sin percibirse afortunadamente más daños en otros complejos salvo la Casa Consistorial.
Este edificio ejercía además de Centro de Salud para el medio centenar de habitantes de la pedanía y también era Centro Social de la localidad. Para estas funciones se ha habilitado ya en la población otro edificio donde puedan atender y reunirse los palazueleños.
El interior del incendio fue el blanco perfecto para el fuego, ya que la construcción era casi completamente de madera excepto la piedra exterior a lo que había que añadir el mobiliario y la documentación, que ha hecho que rápidamente el fuego, que fue sofocado por bomberos de los parques provinciales de Sigüenza, Azuqueca de Henares y Molina de Aragón, se comiera todo lo que había dentro. Las murallas de la pedanía, que son el mayor patrimonio de la villa, han quedado sin ningún daño. Estas murallas fuero declaradas monumento histórico-artístico nacional en 1951 junto al propio castillo.
Aún no se ha realizado ni una valoración económica de todo lo que se ha perdido ni tampoco el valor de todos los archivos que se han ido en las llamas. El Ayuntamiento de Sigüenza ya ha declarado que trabajará para intentar habilitar el edificio lo antes posible, si bien está prácticamente inservible y destrozado. El propio alcalde de Sigüenza indicaba, en el momento del incendio cuando se desplazó a la pedanía, que “se ha perdido todo”, aunque afortunadamente no ha habido ningún daño personal ya que en el momento en que ha ocurrido no había nadie en el edificio.