Expertos españoles y americanos exigen el archivo del proyecto de tierras raras
- Los especialistas, miembros de la Fundación FIRE, se centran en los riesgos a especies amenazadas como el águila imperial y el lince ibérico
La Fundación Internacional para la Restauración de Ecosistemas (FIRE), formada por un amplio número de investigadores españoles y americanos, se ha sumado al amplio número de asociaciones y colectivos que piden el archivo del proyecto de minería de tierras raras en el Campo de Montiel (Ciudad Real). Sus expertos, españoles y americanos, consideran incompatible este tipo de explotación con la conservación de varias especies amenazadas y sus hábitats. Destacan así las más emblemáticas de la fauna española, como el águila imperial ibérica y el lince ibérico, ambas en peligro de extinción.
Estos especialistas expresan su preocupación en especial por la biodiversidad de las 1.500 hectáreas correspondientes a los primeros tres proyectos de los diez inicialmente previstos en la provincia de Ciudad Real. “La Administración se debería pronunciar de manera rotundamente negativa sobre estas explotaciones de tierras raras”, indica José María Rey Benayas, catedrático de Ecología de la Universidad de Alcalá de Henares y presidente de la FIRE. Esta entidad anuncia que ha elaborado un informe técnico sobre la inviabilidad ambiental que se incorporará a la fase de alegaciones.
En este sentido, destaca que el proyecto que se encuentra en una fase de tramitación administrativa más avanzada se situaría muy próximo a una zona ZEPA, que es un espacio protegido por la Red Natura 2000 de la Unión Europea (UE) debido a su gran importancia para la conservación de las aves. Según la Fundación, afectaría al menos a diez parejas de águila imperial ibérica, que utiliza la zona como territorio tanto de reproducción como de dispersión juvenil.
“Conocemos con precisión este previsible impacto gracias a los conocimientos acumulados sobre la biología del águila imperial en la zona, en especial los datos históricos y actuales sobre el uso del territorio ofrecidos por ejemplares marcados con emisores”, explica José Guzmán, ornitólogo colaborador de la FIRE y especialista en aves rapaces.
Del mismo modo, FIRE señala que el lince ibérico se encuentra también presente en la zona de explotación minera prevista debido a los ejemplares reintroducidos en Sierra Morena Oriental gracias al proyecto LIFE+ Iberlince, en el que la UE ha invertido varios millones de euros. “De llevarse a cabo la actividad minera en la zona, esta especie vería afectada su viabilidad de supervivencia en la misma por la fragmentación del hábitat en tan amplia superficie”, prosigue Rey Benayas.
Los riesgos para el águila imperial y el lince ibérico
De esta forma, tanto el águila imperial como el lince ibérico se verían perjudicados, entre otras razones, por las afecciones a la población de conejo de monte, “presa principal de ambas, dado que el proyecto eliminaría el suelo y los vivares donde se refugia y reproduce”. “Los datos sobre la abundancia de una especie presa como el conejo indican una máxima abundancia relativa en la zona afectada por la minería”, indica Guzmán.
Otra especie afectada sería el águila azor-perdicera, que utiliza como área de dispersión juvenil los territorios seleccionados para su explotación minera. Y entre “las cada vez más escasas poblaciones de aves esteparias se verían afectados el sisón común, al aguilucho pálido, el aguilucho cenizo, la ganga ibérica y la ganga ortega, todas ellas con la categoría de ”Vulnerables“ en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.
La Fundación Internacional para la Restauración de Ecosistemas (FIRE) es una entidad privada sin ánimo de lucro nacida en 2006. Su fin es la restauración y conservación de los ecosistemas, transfiriendo el conocimiento académico a proyectos operativos con el máximo rendimiento social posible. Entre sus objetivos se incluyen iniciativas de investigación, educación, capacitación y formación, la cooperación para el desarrollo socioeconómico y la defensa del medio ambiente, entre otros. Se compone de una red de más de 30 profesores, investigadores, estudiantes y profesionales de distintas instituciones académicas, ONG y empresas españolas y de catorce países americanos. Actualmente tiene sedes legalmente constituidas en España, Paraguay y Chile.