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García-Page rompe su silencio y vincula su futuro a la “foto” del Congreso socialista de junio

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page

Alicia Avilés Pozo

Casi tres días después de la celebración de las primarias del PSOE, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha roto finalmente su silencio. Era el único barón socialista que todavía no se había pronunciado sobre la victoria del nuevo secretario general del partido, Pedro Sánchez, tras su apoyo abierto a Susana Díaz desde las dimisiones en bloque de la Ejecutiva federal el pasado mes de octubre, que propiciaron la crisis interna del partido. De hecho, el también líder del PSOE castellano-manchego había condicionado su permanencia a lo que sucediera en el proceso, si bien estas afirmaciones fueron posteriormente matizadas. El día antes a las primarias también había señalado que esta votación sería determinante para el futuro del país. Y hoy ha vinculado su futuro político a la “foto” que salga del Congreso federal de junio.

García-Page ha comenzado afirmando que la misma noche del domingo envió un mensaje de felicitación a Pedro Sánchez. No ha hablado con él personalmente pero se ha mostrado dispuesto a “darle un abrazo” cuando tenga la oportunidad. Tras lamentar que durante estos meses el debate haya sido “especialmente áspero y muy duro”, ha trasmitido su enhorabuena al nuevo secretario general. “Es un resultado sin discusión, que espero que se traduzca en el Congreso de junio, y me empeñaré en que acabe en una imagen de unidad ante la sociedad española”, ha remarcado. De hecho, la palabra ‘unidad’ ha sido la más repetida por el presidente castellano-manchego durante su comparecencia, de casi una hora de duración.

Dicho esto, ha pedido que todos los socialistas “arrimemos el hombro” y “lo hagamos con franqueza defendiendo las posiciones que tenemos”, ya que los tiempos que vienen por delante “no serán fáciles” y “tenemos que contribuir yendo juntos a recuperar la confianza de los ciudadanos en el PSOE, que han visto en los últimos meses un debate descarnado donde todos hemos cometido errores”.

“Desde lo sano que tiene toda herida cuando cicatriza, desde esa voluntad de aunar, sumando sensibilidades que no han desaparecido, hay gente que tiene versiones sobre lo que es España y sobre modelos de partido. Desde esa voluntad de unidad hay que abordar el proceso, evitando conflictos innecesarios, y colaboraré en la medida de lo posible”, ha continuado. Pero también ha dejado claro en varias ocasiones que el “papel crucial” de los socialistas tiene que llevarse a cabo dentro de la “estabilidad del marco constitucional autonómico y el rechazo a los órdagos y chantajes que desde la perspectiva independentista nos quieran plantear”.

Su referencia al desafío catalán también ha sido una constante en su comparecencia. Posteriormente, también ha destacado que el PSOE debe estar siempre en la defensa de la Constitución, aunque sea para cambiarla: “el problema de Cataluña me preocupa; no podemos consentir que se rompa el concepto de igualdad de oportunidades entre españoles, y esta región se juega mucho en el debate con Cataluña”. Y otro mensaje respecto al debate autonómico: “para ganar, el PSOE necesita fuerza en los territorios”. Al término de la comparecencia también ha dicho que el proyecto socialista debe recoger “todas las sensibilidades” y que “la mía es reconocible desde hace 30 años”.

Sobre las declaraciones que realizó vinculando su futuro político al resultado de las primarias, ha insistido en que sigue pensando que el planteamiento del partido “va a influir mucho” en su papel. “Nunca voy a dejar de lado mi lealtad a la gente que me votó. Una vez finalizado el Congreso, en función de las políticas que saquemos adelante, realizaré mi propio análisis personal. Mi decisión sobre qué papel ocupar como dirigente tendrá que ver con la foto definitiva y política definitiva del PSOE en junio y antes la plantearé a mis propios compañeros”. También ha afirmado que esta decisión, que “puede vincularse a la siguiente legislatura”, la tomará igualmente en su momento.

Preguntado por el tiempo que ha tardado en valorar el resultado de las primarias, García-Page ha reconocido que el resultado fue adverso a lo que esperaba y que él tenía parte de responsabilidad por su participación en el debate público, motivo por el que ha visto necesario “darle muchas vueltas a la cabeza estos días”, sin confirmar si llegó a plantearse la dimisión. “Antes de hablar sin saber lo que decir, hay que saber lo que decir”, ha justificado, diciendo después que “cuando uno se moja con una candidatura es para ser consecuente con los planteamientos que ha defendido”.

“Ha habido debates duros y agrios; hay mucho que trabajar”

Por eso, frente a las numerosas preguntas sobre cómo debería abordar ahora Pedro Sánchez el proceso congresual, ha insistido en todo momento en que “la principal lealtad es dejarle que pilote el proceso, que acabe bien y que todo el mundo se sienta cómodo”. “No es fácil, porque ha habido debates agrios y duros, hay mucho que trabajar y todos tenemos que ayudar en esa dirección, con franqueza”, ha subrayado el también secretario general del PSOE castellano-manchego.

García-Page se ha mostrado también abierto a las listas de unidad de cara al Congreso socialista, como la que se ha anunciado desde la provincia de Guadalajara, aunque ha pedido no “enzarzarse” en “debates nominativos y literarios extraños”.

Y en cuanto al desfase entre votos y militantes, ha considerado que lo sucedido “es mucho más profundo que la simple elección de una persona”. “Es la suma de muchas cosas: de mucha gente que ha votado molesta con la abstención y con los líos internos y por eso es necesaria la unidad para el futuro”. Ha concluido señalando que el PSOE “ya ha empezado a recomponerse en torno a Pedro” y que una vez resuelto el problema interno, “tiene que haber unidad, determinante para el resultado de las próximas elecciones generales”.

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