El Gobierno pasa de “en 2015 comenzará la reducción de la deuda” a la evolución creciente es “esperada”
Después de la publicación de los últimos de los datos de la deuda en Castilla-La Mancha, Arturo Romaní, consejero de Hacienda del Ejecutivo regional, aseguró que el aumento de la misma en un 1,3% más de los objetivos fijados por el Consejo de Política Fiscal y Financiera, son “esperados” y “previstos”, según recogen las declaraciones de la agencia Europa Press. Cabe recordar que los datos señalan que en 2014 la deuda alcanzó el 33,% del Producto Interior Bruto de la región, fijándose en 12.858 millones de euros. Romaní ha asegurado, además que se trata de una “revolución normal”, y que no se tomarán medidas “especiales”, al respecto.
Los datos de la deuda señalan que, desde el inicio de esta legislatura, el total de la misma se ha doblado, pasando de 6.407 millones de euros, a los más de doce mil millones actuales. Sin embargo, en junio del año pasado, el mismo Romaní aseguró que el 2015 sería el inicio del final del crecimiento de la deuda, ya que el aumento del endeudamiento se debía a las “facturas ocultas” que guardaba el Gobierno socialista anterior “guardaba en los cajones”.
De hecho, señaló entonces que, en el ejercicio de 2014, se llegaría a un punto de inflexión, que ayudaría a que la deuda se redujese en 2015 y 2016. En este sentido, apoyó su argumento diciendo que la economía de la región ya crecía “más rápido que la deuda”, que se estaba reduciendo en términos relativos. Sin embargo, este dato sigue siendo uno de los mayores de España, sólo superado por la Comunidad Valenciana. De hecho, desde el primer trimestre de 2014, la deuda ha subido desde 12.060 millones, siendo la diferencia 798 millones.
En relación a los datos de la deuda, Romaní insistió en que el Gobierno actual tuvo que “ir mucho al banco” para poder pagar las “miles de facturas” del Ejecutivo actual. En este sentido, la gestión del Ejecutivo de Cospedal se basó en convertir la deuda comercial en financiera “para poder pagar a los proveedores”, y deberle, en cambio, a los bancos. Se trataba, en sus propias palabras, de “una gestión extraordinaria”, reduciendo la deuda a “sólo” un 1,76%. En ese sentido, el volumen de deuda de los acreedores se había reducido, según aseguró el Gobierno, y la media de pagos llegaba a los 47 días. Actualmente, el Ejecutivo asegura que estos días se han reducido a 36. Romaní aseguró igualmente que la Administración había logrado “frenar en seco” el crecimiento de la deuda.
