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“Las Lanzaderas de Empleo no son una agencia de colocación”

Juan Cruz, director de Coordinación Territorial en Fundación Telefónica

Carmen Bachiller

Lanzaderas de Empleo o cómo reforzar las habilidades laborales de personas en situación de desempleo. La fórmula se puso en marcha en Castilla-La Mancha el pasado año y algunos municipios han repetido.

Joan Cruz es director de Relaciones Institucionales de Fundación Telefónica y sigue muy de cerca el  programa. Viaja por toda España para visitar las diferentes Lanzaderas. “No solo somos financiadores sino 'partners' en la gestión del día a día del proyecto”. Una “alianza público-privada” entre la Fundación Santa María la Real la propia Fundación Telefónica y aquellos ayuntamientos y comunidades autónomas que se han ido sumando al proyecto. 

Cada lanzadera  está integrada por un equipo de 20 jóvenes desempleados menores de  35 años, que durante cinco meses reforzarán competencias y habilidades  en su búsqueda activa de empleo.

 “El hecho de colaborar con quienes tienen las competencias de empleo nos ayuda a legitimar el proyecto”, señala Joan Cruz. Los ayuntamientos también ven ventajas. “Son nuestros grandes fans porque ven cómo los participantes en las Lanzaderas se convierten en un dinamizador de sus ciudades”. En su opinión, “en la lucha contra el desempleo debemos estar todos implicados, la sociedad civil, el tercer sector, entidades privadas y la Administración”.

Este año, 21 Lanzaderas en Castilla-La Mancha

Las Lanzaderas se financian a través del Fondo Social Europeo y con aportaciones de la Fundación Telefónica. Las ayudas europeas se prolongarán durante tres años más. En Castilla- La Mancha se desarrollan en la actualidad diez Lanzaderas en Valdepeñas, Miguelturra,  Puertollano, Toledo, Albacete, Azuqueca de  Henares, Cuenca, Talavera, Tarancón y Ciudad Real. Y habrá otras 11 más en la segunda mitad del año. Aún no se sabe dónde.

Es posible que haya algunos cambios en su funcionamiento.  “Nos hemos dado cuenta que la gente quiere contactar antes con las empresas. Igual hay que adelantar la fase de intermediación laboral, siempre que uno esté preparado”.

Participar en una Lanzadera de Empleo tiene además un nivel alto de exigencia. “Pedimos asistencia de cuatro días a la semana. Quizá nos planteemos reducirlo a tres”. Tampoco descarta reforzar la presencia de expertos profesionales que ofrezcan consejos a los participantes.

Flexibilidad, pasión, ilusión y… disfrutar

Joan Cruz es uno de esos profesionales que cuentan su experiencia en las Lanzaderas. “Siempre les digo que hay que ser muy flexibles. Se lo cuenta quien ha trabajado en un montón de cosas en su vida. Pero lo más importante es la pasión, buscar en el trabajo algo que nos ilusione. Aprender idiomas, leer mucho, reciclarse constantemente, aprender de los compañeros y, en definitiva, disfrutar del trabajo que es donde pasamos la mayor parte de nuestro tiempo”.

Joan Cruz contempla con mucho interés el “proceso” por el que pasan los participantes en las Lanzaderas. “Al principio están despistados. Y también perdidos porque cuando estás desempleado no sabes cómo actuar, estás desanimado. Ver cómo van asumiendo confianza y descubren cosas sobre ellos mismos que no sabían o temían... Es un proceso de transformación tan espectacular que me siento un privilegiado por vivir la experiencia”.

‘No’ a la competencia, ‘Sí’ al equipo

La idea de una Lanzadera de Empleo es que el grupo sea lo más variado posible. “Intentamos que entre ellos no haya competencia. No hay una lanzadera para arquitectos y otra para electricistas. Los perfiles deben ser de todo tipo”. 

“Me fascina que en dos semanas se termine creando un equipo que tiene claro que no se trata de encontrar empleo individual, sino para los 20. Y el día que alguien encuentra trabajo en una lanzadera es una fiesta mayor”.

El proyecto ha supuesto “un paradigma” en lo que supone la búsqueda de un empleo porque “lo fundamental es que todos son conscientes de que ellos son los protagonistas del proceso de aprendizaje de acercarse al mundo laboral. El mensaje que traslada el técnico responsable de cada grupo (coach) es muy claro: ”no os vamos a decir lo que tenéis que hacer. Tenéis que descubrirlo con el acompañamiento de un técnico. Supone un subidón de autoestima básico“.

“Nos buscamos generar emprendedores”

Se trata de mejorar las habilidades y competencias para empleo pero no se busca generar emprendedores, “aunque la estadística nos muestra que por cada Lanzadera surge uno o dos proyectos de emprendimiento, normalmente de jóvenes que nunca se lo habían planteado y en grupo, entre gente que no se conocía”.

También realiza un proceso de intermediación que permite a los participantes acercarse a las empresas. “Se aprende a trabajar en equipo, a comunicar, a liderar… El mundo empresarial lo está recibiendo de manera extraordinaria, tanto que en ciudades que inician una segunda lanzadera hay empresas que llaman preguntando por los perfiles”.

Pero Joan Cruz advierte: las Lanzaderas de Empleo no son la panacea. “No todo el mundo consigue un contrato. Seamos realistas. ¡Ojala! El objetivo es mejorar las habilidades de empleabilidad pero no somos una agencia de colocación”.

Solo algunas Lanzaderas logran un nivel de inserción laboral del 100%. En otras ese porcentaje puede caer al 30%. “Depende de los perfiles y del lugar donde se encuentre la Lanzadera”, explica Cruz que, sin embargo, matiza que en aquellos lugares donde el tejido empresarial es pequeño, los participantes deben plantearse la movilidad.  “Las Lanzaderas están conectadas en red, más de cien funcionando en todo el Estado”.

¿De qué depende el mayor o menor éxito de cada Lanzadera? Joan Cruz cree que “tiene que ver con sus participantes, no con el lugar donde se desarrolla”.

El futuro: movilidad y empleos más tecnológicos 

Si hablamos del perfil laboral de quienes participan en el programa, Cruz apunta que “sorprende que ya nadie nos diga que quiere ser funcionario. Hay varios elementos en el nuevo perfil. Todo el mundo tiene muy claro que el mercado de trabajo se ha transformado y que, nos guste o no es mucho más discontinuo. Se acaba aquello de estar 25 años en la misma empresa. Desgraciadamente eso ya no va a pasar.

“Todos tienen más claro que los empleos del futuro tienen un elemento tecnológico importante o digital”. En su opinión, “hagas lo que hagas no puedes estar desconectado de la realidad digital del mundo”, tampoco de la necesidad de “reinventarse” de forma continua. 

Ni siquiera la formación puede orientar sobre el futuro laboral de una persona, dice Joan Cruz. “Una cosa es mi formación y otra en qué voy a trabajar. Quizá no tenga nada que ver. Yo soy historiador medievalista, especialista en el siglo XIV. Y mire dónde he acabado. Estudias algo, forma parte de tu bagaje pero... ¿A qué te vas a dedicar? Hay que estar abiertos porque no sabemos que nos vamos a encontrar pero trabajo tiene que haber”.

También les advierten de la dificultad de encontrar un empleo indefinido. “El mercado es el que es”. Ser proactivos, tener una nueva actitud frente a la búsqueda de empleo. Esa es la clave.

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