Lanzaderas : ‘Hola, busco empleo y no voy a rendirme'
“Me apunté a la Lanzadera porque estaba en mi casa, buscaba y buscaba pero no encontraba nada”. Es Pedro Antonio, tiene 21 años y vive en Tarancón (Cuenca). Cuenta con estudios de ESO y prepara un grado medio con un objetivo profesional claro. “Quiero trabajar con personas mayores porque tengo a mis abuelos y desde pequeño me ha gustado. El respeto y la paciencia siempre lo he tenido”.
Tamara tiene 33 años y es administrativa desempleada desde julio de 2012. Tampoco encuentra trabajo. Con un puñado de cursos de informática bajo el brazo y su especialidad en tramitación de seguros espera lograrlo, mejorando alguna de sus capacidades profesionales y no descarta montar su propio negocio.
Ambos llevan tan solo un mes en el proyecto ‘Lanzaderas y Emprendimiento Solidario’ auspiciado por la Fundación Santa María La Real y Telefónica. Desde el 15 de marzo funciona una de estas lanzaderas en cada provincia de Castilla-La Mancha. Junto a la de Tarancón están Villarrobledo (Albacete), Azuqueca de Henares (Guadalajara), Talavera de la Reina (Toledo) y Tomelloso (Ciudad Real).
“Quiero perder el miedo a equivocarme”
“Quiero perder el miedo a equivocarme”Durante cinco días a la semana, en horario de mañana, tienen sesiones individuales y en grupo, salen a visitar empresas o reciben a expertos, a emprendedores y hasta a antiguos participantes de otras lanzaderas que pasaron por lo mismo.
“Quiero perder el miedo a hablar en público o a equivocarme”, dice Pedro Antonio y lograr experiencia laboral cuanto antes para que “no se cierren puertas”. Mientras, Tamara dice tener ahora “más esperanzas para encontrar salidas”.
Hay 25 personas en cada grupo provincial que hasta mediados de agosto trabajarán en equipo para mejorar su empleabilidad, su marca personal y adquirir nuevas competencias relacionadas con la búsqueda de empleo o el emprendimiento.
Este primer mes se ha centrado en preparar un plan estratégico de la propia lanzadera, en mejorar los curriculums vitae de los participantes o en crear perfiles en redes sociales que muchos de ellos no tienen.
“Todo en la lanzadera es rápido y dinámico, como la vida misma”
“Todo en la lanzadera es rápido y dinámico, como la vida misma”“Salimos a la calle y contactamos con empresas. Es todo muy rápido y muy dinámico, como la vida misma”, comenta José Carlos Jiménez, técnico en la lanzadera de Villarrobledo. En el primer mes han dedicado buena parte de su energía a trabajar un mapa de la empleabilidad. “Ha sido una reflexión sobre el mercado laboral. Es conectar con la realidad social y aprender a buscar empleo de manera estructurada”.
En Villarrobledo hacen falta soldadores, dependientes de pequeño comercio…Pero es solo un ejemplo de posibles salidas laborales. Ya están pensando en un intercambio -relacionado con la red social LinkedIn porque las técnicas de búsqueda de empleo usando las redes sociales es otro de los objetivos - con la Lanzadera de Tomelloso, donde Diego Rodríguez, el técnico que coordina al grupo explica la importancia de trabajar en “dinámicas de autoconocimiento” para potenciar después el trabajo en equipo. “Vienen con objetivos individuales e intentamos que formen grupo”.
Como en todas las lanzaderas, los perfiles son muy heterogéneos. No solo por las edades -que oscilan entre los 18 y 34 años- sino porque hay desde licenciados sin experiencia hasta personas con tan solo el graduado escolar pero mucha ‘escuela’ en el ámbito laboral.
Y también como en todas las lanzaderas, se han dividido en departamentos para organizar mejor su formación: comunicación y marketing, relaciones laborales, empleo y empresa, administración y recursos humanos, integración social o creatividad e innovación están entre los más frecuentes.
“Lo importante no es solo encontrar trabajo”
“Lo importante no es solo encontrar trabajo” “Les transmitimos que lo importante no es sólo encontrar trabajo porque puede ser algo temporal y, si eso ocurre, han de tener una estrategia y herramientas que les permitan ser proactivos”, asegura José Carlos Jiménez.
En estos primeros compases del programa -que no es un curso, insisten sus promotores, sino una herramienta de desarrollo personal- es romper el hielo y, sobre todo, el miedo, a uno de los momentos más temidos en cualquier proceso de búsqueda de empleo: la entrevista de trabajo.
Es el caso de Laura, licenciada en periodismo quien, a sus 25 años, tras terminar un doble grado en periodismo y comunicación audiovisual y contar con un master periodismo cultural, sigue sin encontrar empleo. “Quiero formarme en idiomas, mejorar mi marca personal y afrontar mejor la entrevista de trabajo para transmitir mejor mis capacidades y competencias”.
Ella tiene claro que “no hay que quedarse parado” y, por eso, desde el primer momento los técnicos que coordinan las lanzaderas trabajan para guiarles en un camino en el que han de tomar la iniciativa. “Lo primero es detectar las fortalezas y debilidades de cada uno” comenta Yolanda Martínez, que coordina la lanzadera de Talavera de la Reina. Reconoce que existe un ‘choque generacional’ en el grupo que, sin embargo, no es obstáculo porque “todos aprenden de todos, de la experiencia de unos y de la frescura de los otros”.
Muchos piensan en volver a los estudios
Muchos piensan en volver a los estudiosSegún Diego Rodríguez muchos de los participantes comienzan a plantearse lo impensable, la movilidad geográfica y también “que su inserción laboral no es solo trabajar sino volver a estudiar” y conocer las herramientas ‘2.0’ de búsqueda de empleo.
Lo importante, señala Cristina Gil, técnico que coordina el grupo de Tarancón “es la actitud, las ganas de colaborar con el grupo y de incorporarse al mundo laboral. Tienen que aprender a trabajar de forma más autónoma ”. Por delante tienen aún más de cuatro meses tras los que dice Cristina Gil, el éxito sería que “nunca más afrontasen con desánimo la búsqueda de empleo”.