Poblado de Villaflores de Guadalajara: crónica anunciada de un derrumbe
El derrumbamiento de parte de la antigua casona de labor del Poblado de Villaflores, en el término municipal de Guadalajara, ha hecho saltar las alarmas sobre el estado de conservación de un edificio que fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) el pasado año 2015.
Su evidente deterioro no es nuevo pero ha reavivado el debate sobre el futuro de un conjunto arquitectónico que data del siglo XIX. Es uno de los pocos ejemplos de colonia agrícola de la región cuya construcción fue encargada por María Diega Desmaissières y Sevillano, condesa de la Vega del Pozo y duquesa de Sevillano
Tras el proceso de reparcelación aprobado en 2008, la casona ubicada en una parcela de 26.000 m2 es propiedad de Hercesa Inmobiliaria S.A. mientras que el resto del conjunto arquitectónico pertenece al Ayuntamiento.
El miércoles pasado se caía la espadaña de ladrillo, un blasón del ducado de Sevillano que data de 1887 y una veleta y según Javier Solano, consejero-delegado de Hercesa, la causa está en “los fuertes vientos” en la zona que provocaron un primer desplome que ha terminado arrastrando también a la cubierta.
“Ha sido una eventualidad que nadie esperaba. No había ningún motivo para la inquietud porque no existían grietas o fisuras que indicaran que podía desprenderse”, asegura. Sin embargo, reconoce la gravedad de lo ocurrido porque “algunos elementos ya no van a poder ser los genuinos”.
Se trata de una espadaña de ladrillo, una especie de frontis, que es “irrecuperable” aunque, confirma, se puede reconstruir para dejarlo en las mismas condiciones en las que estaba. El escudo está “a buen recaudo”, data de 1887 y se podrá reponer tras un proceso de restauración. La veleta está también afectada y, en este caso, será difícil volver a utilizar todos sus elementos.
Sobre las obligaciones de la empresa propietaria del edificio en su condición de BIC, Hercesa reconoce su “obligación legal” de conservarlo y añade que se ha hecho “en la medida de nuestras posibilidades pero no es lo mismo conservar un edificio en el ámbito urbano que en mitad del campo”.
Solano explica que la zona está sin vallar porque su edificio se sitúa en mitad de un descampado de carácter público, al que la gente accede, entre otras cosas porque hay una zona de juegos instalada por el Ayuntamiento. “Eso no se puede cerrar pero hemos estado actuando sobre el edificio poniendo puertas, cerramientos, hasta 30 o 40 muros que continuamente se han derribado para acceder al interior. Nos hemos encontrado gente que estaba recogiendo lo que podía y los hemos tenido que echar”.
Hercesa dice permanecer “a instancias” del Ayuntamiento y de la Junta para realizar los trabajos necesarios que, confirma Solano, dependerán del Plan Especial para el conjunto del Poblado que el Consistorio ya prepara y que incluye un concurso de ideas para el futuro uso del edificio. “Soy optimista”, dice Javier Solano, para que “cuando toque hacer esa obra, quede igual y además tendremos buenos motivos para reforzar la estructura y que esto no vuelva a suceder”.
Aún no hay cálculos sobre lo que costará la rehabilitación pero, en su opinión, “parece objetivo que lo que se tenga que hacer se haga de manera global porque mejor antes que después el edificio se debe restaurar”.
Además, alude a problemas para evitar el vandalismo en el edificio. “Hemos intentado poner los medios pero el que quiera entrar lo logrará porque es imposible evitarlo en una edificación que está en mitad del campo. Espero que se preserve la seguridad ante la situación que tiene en estos momentos el edificio”.
El futuro del complejo
El futuro del complejoDe cara al futuro, Javier Solano asegura que “no sólo es necesario un concurso de ideas sino que aparezca un operador que se haga cargo de la edificación tanto si va ser un hotel, un museo…para que sea sostenible. Y como todo lo complejo, lleva tiempo”.
“Entiendo que el uso debería ser unitario y habría que llegar a un acuerdo público-privado en la conservación. Es verdad que nosotros tenemos que mantener la casa grande pero al Ayuntamiento le corresponde el resto y podríamos encontrar caminos para compartir la responsabilidad”.
Hercesa ha mantenido conversaciones con el Consistorio y con la Junta de Comunidades aunque no se ha recibido ninguna notificación pero “los cauces de diálogo están abiertos, estamos dispuestos a trabajar mano a mano”.
Mientras, desde la Junta de Comunidades se han remitido sendos requerimientos tanto a la empresa como al Ayuntamiento de Guadalajara para que se intervenga en la zona con medidas tanto a corto como a medio plazo para evitar un mayor deterioro del área. En este sentido fuentes de la Delegación de la Junta en Guadalajara han explicado a eldiarioclm.es que se ha recordado al Ayuntamiento el acuerdo de Consejo de Gobierno con fecha abril de 2015, aún bajo el mandato de Dolores de Cospedal, para elaborar un Plan Especial de protección que, a fecha de hoy no está en marcha. Desde la Junta aseguran que mantendrán una actitud “vigilante” para que se cumplan los trámites de protección y conservación de Villaflores.
El equipo de Román se lava las manos
El equipo de Román se lava las manosEl equipo de Gobierno municipal echa balones fuera alegando que “la casona del Poblado de Villaflores que se ha derrumbado no es de titularidad municipal”. Según el concejal -delegado del Poblado de Villaflores, Ángel García, tras la declaración del conjunto como Bien de Interés Cultural por parte de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha el pasado 21 de abril de 2015, se redactó una memoria, en cumplimiento con lo exigido por la administración regional, para la protección de huecos y accesos en los edificios de su propiedad. El propósito: preservar los edificios de posibles actos vandálicos y garantizar la seguridad de las personas.
Las acciones contenidas en dicha memoria fueron ejecutadas por el Ayuntamiento de Guadalajara, con cargo al presupuesto municipal, durante el segundo semestre de 2015. Tal y como ha explicado el concejal, “se tapiaron los edificios que son de nuestra propiedad, tales como la bodega, las ocho viviendas de los colonos, la capilla, las naves y el palomar”.
El concejal también ha manifestado que el Ayuntamiento de Guadalajara está trabajando en la redacción del Plan Especial de protección del poblado que incluirá la realización de obras de consolidación de los muros y cubiertas de los edificios que son de su propiedad. Ángel García ha señalado que posteriormente el propósito del Ayuntamiento es convocar un concurso de ideas para determinar el uso del complejo.
Críticas desde la oposición
Críticas desde la oposiciónEl portavoz del Grupo Socialista, Daniel Jiménez, ha asegurado que “el problema de conservación del patrimonio de Guadalajara se llama Antonio Román”. Jiménez recuerda que el Ayuntamiento es propietario “del 90% de los edificios del poblado de Villaflores” y que el alcalde, Antonio Román llegó a anunciar en un pleno municipal que el proyecto de recuperación de Villaflores ya estaba prácticamente terminado y las obras iban a empezar en 2011. “Sin embargo, nada de esto se ha hecho. Absolutamente nada”, ha recalcado Jiménez.
De hecho, ha lamentado que Román “jamás haya pisado el poblado de Villaflores desde que es alcalde, un Bien de Interés Cultural, declarado conjunto histórico”.
Jiménez ha subrayado que el Ayuntamiento ejecutó en su momento un aval de 3,7 millones de euros a un agente urbanizador, mientras que el proyecto de recuperación anunciado por el alcalde tenía un coste de unos tres millones de euros. “Todo el deterioro que está ocurriendo en Villaflores se podría haber evitado con voluntad política”, ha indicado.
Mientras, el Grupo municipal de Ciudadanos (C's) ha solicitado al equipo de Gobierno los últimos informes sobre su estado de conservación y mantenimiento de los edificios que conforman el patrimonio histórico de la ciudad de Guadalajara. “Queremos conocer cómo se encuentra nuestro patrimonio histórico y comprobar si se está teniendo la diligencia suficiente en el cuidado del mismo”.
La rehabilitación fue condición para las obras del AVE
La rehabilitación fue condición para las obras del AVEAhora Guadalajara ha valorado la noticia del derrumbamiento del frontis del edificio principal del Conjunto Histórico del Poblado de Villaflores, como un hecho “triste y previsible” asegura Elena Loaisa.
Para Ahora Guadalajara, la principal responsabilidad es del Equipo de Gobierno popular en el Ayuntamiento de la capital por que “no ha sido diligente en la exigencia de las obligaciones a la empresas responsables, Reyal Urbis y Hercesa”, lo que “ha permitido el abandono y deterioro de este conjunto protegido, que ahora ha se ha traducido en este derrumbamiento”.
Recuerdan también que, en el año 2002, cuando se recalificaron los terrenos para desarrollar el proyecto urbanístico en torno a la Estación del AVE, el Ayuntamiento puso como condición a la entidad urbanística la rehabilitación del Poblado de Villaflores. El convenio realizado al efecto se marcó como fecha tope el 30 de abril del 2010. “Seis años después es evidente que no se ha cumplido”, aseguran.
En este periodo, recuerdan, el entonces grupo municipal de IU requirió en numerosas ocasiones a Antonio Román que exigiese a la empresa el cumplimiento del convenio o que ejecutase la garantía de 3.700.000 euros depositada, y acometiese las obras necesarias. Decisión que finalmente adoptó el Gobierno Municipal en 2013, si bien todavía no se ha hecho nada por rehabilitar el entorno.
“Es necesario también recordar que desde que se abrió el expediente en mayo de 2014 para declarar el conjunto Bien de Interés Cultural, es la Junta la competente en materia de protección del patrimonio y por tanto también es corresponsable en esta situación” señala Loaisa.