La Tarjeta Humanitaria “sigue dejando fuera” a inmigrantes reagrupados
La entrada en vigor de la denominada ‘Tarjeta Humanitaria’ en Castilla-La Mancha permitirá que los inmigrantes en situación irregular de la región puedan acceder a todos los servicios sanitarios. Se trata de una medida que aparecía como compromiso electoral del PSOE en los comicios del pasado mes de mayo, y que ha celebrado Médicos del Mundo tras el decreto de exclusión sanitaria aprobado por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2012. La acción que esta ONG elabora a nivel estatal junto con Amnistía Internacional se centra en pedir la derogación de este decreto, pero considera que la medida aprobada en Castilla-La Mancha es “muy positiva”.
“Es la operativización de un compromiso que se firmó en abril del año pasado por parte del PSOE y otros partidos, que se comprometieron a que si llegaban al gobierno iban a restaurar la atención en salud pública para todas las personas que lo necesitaran. Se nos ha hecho un poco largo pero finalmente ha entrado en vigor”, explica a eldiarioclm.es la presidenta de Médicos del Mundo en Castilla-La Mancha, Idoia Ugarte.
Desde esta organización avalan que el mecanismo elegido haya sido la creación de una tarjeta sanitaria para inmigrantes sin papeles porque con ello podrán ver materializado y reconocido su derecho a la salud en esta región, aunque apuntan que la ONG seguirá trabajando por la derogación del real decreto para que el acceso a la sanidad universal “sea igual en todo el país y que no haya diferencias entre unas comunidades y otras”.
En el terreno negativo y en cuanto a los requisitos solicitados para solicitar esta tarjeta, Ugarte precisa que la medida adoptada “sigue dejando fuera” a los inmigrantes en reagrupación familiar. “Se trata de personas reagrupadas por hijos o hijas que tienen permiso de residencia pero que no tienen reconocido su derecho por el Sistema Nacional de Salud”, alega.
Informes de trabajadores sociales
Contrapone este requisito al hecho “positivo” de que en el caso de Castilla-La Mancha se haya añadido, en caso de no haber empadronamiento en la región, la posibilidad de presentar un informe elaborado por trabajadores sociales municipales o de la Administración autonómica para poder acceder a la tarjeta. Esta medida facilita, entre otras cosas, que puedan acceder a la sanidad inmigrantes irregulares que se encuentren ejerciciendo la prostitución.
Desde que cambiara el signo político del Gobierno regional, Médicos del Mundo ha mantenido varios encuentros para apremiar en la instauración de la sanidad universal, principalmente con la gerente del SESCAM, Regina Leal, y con el director general de Calidad y Humanización de la Asistencia Sanitaria, Rodrigo Gutiérrez. La ONG obtuvo un primer borrador el pasado 9 de diciembre al que realizó aportaciones sobre los requisitos.
Según precisa Idoia Ugarte, desde el SESCAM también le han trasladado el interés de la Administración autonómica por dar a conocer la Tarjeta Humanitaria mediante cursos de formación a personal administrativo y sanitario, para que conozcan las condiciones y requisitos establecidos en la orden.
“Parece que la voluntad política sí que se va a operativizar y nosotros estaremos en ese trabajo. Hay muchas personas sin atención que todavía están a la expectativa. Tenemos una relación continuada con ellas, y aparte de todos los talleres que tenemos en marcha, ahora vamos a centrarnos en informarles sobre la restauración de la sanidad universal y de cómo tienen que acceder a la misma”, explica. La ONG está elaborando un folleto informativo sencillo para facilitar estos datos a toda la población usuaria del sistema.
Al igual que mantienen desde la Consejería de Sanidad, no existe un censo de personas en situación irregular en la región, precisamente porque no tienen papeles. “Es muy difícil dar cifras”, apunta Ugarte, si bien recuerda que todos los expertos coinciden en que siempre es más cara una atención en urgencias cuando el problema no se ha tratado antes mediante atención primaria. Por eso cree que la previsión de gasto será mínima y que, de cualquier forma “con que haya una sola persona que no tenga atención y la necesite, es suficiente para reivindicar ese derecho”.