“Tal vez haya que aplicar un 155” al Gobierno “para que no independice” la cabecera del Tajo de su cuenca
- La Asociación de Municipios Ribereños de los embalses de Entrepeñas y Buendía critica la exclusión del trasvase del Plan de Sequía y del Pacto Nacional por el Agua
La Asociación de Municipios Ribereños de los embalses de la cabecera del Tajo ha criticado la intención del Gobierno de España de “excluir el Trasvase Tajo-Segura del Plan de Sequía y del Pacto Nacional por el Agua” y de dar “por hecho que los embalses de cabecera son coto privado del Sindicato Central de Regantes del Trasvase Tajo-Segura (SCRATS)” que, recuerda el colectivo, “no forman parte del Tajo”. También lamenta que el Ejecutivo de Mariano Rajoy “ ni siquiera convoca a los ribereños a las reuniones con los colectivos en defensa del Tajo”.
Y es que, denuncia la asociación, el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, que dirige Isabel García Tejerina, “ha dejado fuera de sus análisis el impacto generado por la injusta cesión de agua al Levante, tanto en situaciones de sequía como en la sobreexplotación por incremento de las demandas en la cuenca del río”.
“Para el Gobierno de Mariano Rajoy, el Tajo no nace en la Sierra de Albarracín, la cabecera pertenece al Segura”, afea el colectivo que se pregunta “¿dónde estaban Rajoy, Cospedal y Tejerina mientras en las aulas de los colegios se explicaba geografía española?”. El presidente de los ribereños, Francisco Pérez Torrecilla cuestiona también “¿qué hay de la unidad nacional que tanto defienden?, ¿dónde quedan Entrepeñas, Buendía y el río Tajo? Tal vez haya que aplicarles a ellos un 155 para que no independicen la cabecera del Tajo del resto de su cuenca y de España”.
Pérez Torrecilla exige a la ministra del ramo “que devuelva Entrepeñas y Buendía al Tajo, porque ni son embalses del Segura, ni despensa a libre disposición del SCRATS” y le 'recomienda' que “vuelva a leer los libros de geografía de EGB, donde a todos nos enseñaron que el Tajo es un río principal de la Península Ibérica que nace en la Sierra de Albarracín y desemboca en Lisboa; tiene multitud de afluentes, pero no es a su vez afluente de otro río. Nunca lo ha sido”.
Explica que el Gobierno dejaría, con esta decisión, fuera de la ecuación una cuarta parte de las demandas totales de la cuenca y más del 80 por ciento de las de cabecera, cuyas aguas llevan sustrayéndose desde hace 38 años. Así, el Plan de Sequía quedaría supeditado en cabecera a las disposiciones del trasvase, no a las necesidades de la cuenca del Tajo, cuyo panorama y futuro, dice, “es desolador”.
“Qué podemos esperar si no respetan ni una de las joyas medioambientales y turísticas de su propia comunidad, convirtiendo el mar Menor en vertedero de todos sus regadíos ilegales”, lamenta Pérez Torrecilla. “Si no respetan su propia comarca y el Gobierno les deja a sus anchas vampirizar recursos, cómo va a importarles el futuro del Tajo; están cegados por el dinero y son tan obtusos que no alcanzan a entender las consecuencias medioambientales de su propia avaricia. Están mercadeando con un recurso básico, como es el agua, y destruyendo el patrimonio de todos los españoles”.
La pasada semana, el Gobierno central sacaba a información pública la revisión de los planes de sequía de las cuencas del Tajo y del Guadiana. Este martes, se ha abierto a información pública, hasta el 22 de marzo de 2018, el proyecto de Real Decreto por el que se modifica el reglamento de la planificación hidrológica en relación con los planes de sequía, así como en relación con la definición del sistema global de indicadores de sequía prolongada y escasez.