Una cadena humana para defender Elcogás
2.000 personas formaron este miércoles una cadena humana alrededor de la factoría puertollanera de Elcogás, a la que si nada lo remedia le quedan un par de semanas de actividad hasta que sea cerrada. La ciudadanía de la ciudad quiso sumarse a esta iniciativa para “proteger” una factoría que representa la modernidad en cuanto al uso energético del carbón.
A esta cadena se sumaron saliendo de su encierro los trabajadores de la central que se mantienen hasta este viernes encerrados en la central. Después tendrán de descanso el fin de semana ya que a partir del próximo lunes 22 el encierro pasa a ser indefinido dentro de la fábrica, incluyendo todas las fiestas de Navidad que las pasarán dentro de la factoría y sin poder estar con sus familias. Lo hacen como acto para demostrar que “de aquí no nos saca nadie”, y de hecho así esperan que sea, mientras que desde fuera los estamentos gubernamentales continúan unas negociaciones que hasta ahora no han llevado a nada.
Las autoridades políticas que llevan todo este tiempo luchando contra el cierre también se quisieron sumar a la cadena, como la alcaldesa de la localidad Mayte Fernández. También han estado representantes sindicales así como ciudadanos a título individual.
Los trabajadores no pueden estar más agradecidos para con la ciudad de Puertollano, que les está brindando todo el apoyo moral y burocrático que pueden, así como a toda la comarca, pero por otro lado la situación empieza a hacer mella en su estado personal. Al mal descanso que tienen en la fábrica, donde ya nos contó Jesús Crespo, uno de los trabajadores encerrados, cómo es su día a día en el encierro, se suma que se acerca el día del cierre y no hay ni un hilo de que pueda haber una solución. Con esta cadena los puertollaneros y todos los ciudadrealeños han querido mostrarles que están con ellos y que lucharán hasta el final para conservar no solo la fábrica sino el tejido industrial de la que es la comarca más importante de la región en el sector secundario. 1.500 empleos directos e indirectos están en juego con el cierre de la planta térmica.
El Comité de Empresa de la central ha conseguido estos días reunirse con el director y consejero delegado de la misma, en la que éste simplemente se ha dedicado a felicitarles las fiestas que se aproximan, algo que ha sentado más que mal a los trabajadores.
Ya han implorado a todas las fuerzas políticas en todos los estamentos, han llevado su caso al Parlamento Europeo, a las propias empresas que son las que tienen la potestad para frenar el cierre, pero todo ha sido en vano. La alcaldesa considera su situación personal como “inhumana”, mientras los trabajadores suplican a María Dolores de Cospedal “que de una vez tome cartas sobre el asunto” y pueda convencer a Soria, ministro de Industria. No les quedan más medidas que hacer ya salvo encerrarse en la planta y que les saquen de sus oficios a la fuerza.
Los trabajadores informan de que no se atiende su petición de negociación desde este Ministerio ni desde Endesa, máxima partícipe de la planta, por lo que cabe poca esperanza. Aún así, incluso sacrificando las fiestas con sus familias, van a defender sus empleos esperando que alguna autoridad política desde fuera interceda por ellos.