El convenio para evitar atropellos de linces será “muy limitado” en Castilla-La Mancha
Las ministras de Fomento, Ana Pastor, y de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, han firmado un protocolo estatal de colaboración para desarrollar actuaciones dirigidas a reducir el riesgo de atropello de linces y otras especies salvajes. Responden así a una petición realizada desde hace tiempo por grupos conservacionistas como WWF, pero se trata de un acuerdo que vincula tan solo a las carreteras nacionales y autopistas. En Castilla-La Mancha, con una gran red de infraestructuras de titularidad autonómica y comarcal, la dimensión de este compromiso para la salvaguarda del lince será por tanto “muy limitada”.
El acuerdo entre ambos ministerios busca evitar el atropello de las especies animales que están incluidas en el Catálogo Español de Especies Amenazadas en la Red de Carreteras del Estado. Es decir, en el caso de Castilla-La Mancha, sí comprendería algunos tramos con población de lince de las provincias de Toledo, Ciudad Real y Albacete, solo que apenas incidiría en los riesgos que han detectado en organizaciones como Ecologistas en Acción. Desde este colectivo, apuntan que los riesgos están más asociados a la infraestructura viaria que depende la Comunidad Autónoma y de las diputaciones provinciales.
Ecologistas en Acción se refiere a varios ‘puntos negros’ que están asociados a la riqueza natural de la región, al igual que sucede con los tendidos eléctricos o con el uso de venenos. “Eso unido a que buena de la red de carreteras no se ha hecho con criterios ambientales, hace que tengamos varias zonas de riesgo”, apuntan, poniendo como ejemplo el caso del lince del programa de reintroducción andaluz atropellado en zona castellano-manchega hace tres años. Un ejemplo del peligro de las carreteras en zonas de montaña, como es el caso de los Montes de Toledo, área de suelta de linces, y que requerirían de convenios a nivel regional y provincial para la colocación de barreras, pasos alternativos y señalización.
Los miembros del proyecto Iberlince de WWF España son también conocedores de primera mano de esta situación. El coordinador del programa, Ramón Pérez de Ayala, también ratifica que hay zonas de Castilla-La Mancha donde “previsiblemente puede haber atropellos”, señalando igualmente Despeñaperros y los Montes de Toledo. Por ello, este colectivo está realizando un trabajo previo de muestreo de atropello de otras especies para ver dónde podría ocurrir también con el lince e intentar tomar medidas a priori. “Hay varias zonas que sabemos que pueden ser conflictivas”, señala.
Iberlince está realizando también un estudio de selección de hábitat del lince (en base los movimientos aportados por los collares GPS) cruzando los datos con las carreteras, “para ver por dónde se dispersan y tener una idea mucho más precisa de su recorrido y determinar dónde puede haber atropellos”. Pérez de Ayala explica que el convenio abarca varios años de actuaciones en carreteras del Estado, y que en primer lugar se realizarán arreglos en los puntos negros más urgentes. Por ello, comparte también la idea de vincular a otras administraciones a nivel regional y de diputaciones.
“Dentro de Castilla-La Mancha –agrega- hay grupos de trabajo en cada comunidad autónoma con población de linces realizados con las administraciones competentes en carreteras para tratar de avanzar en esa línea de prevención, pero al final, el problema siempre es el mismo, sea para este caso o para otros: la falta de presupuesto”.
