Más de 10 escolares han sido atendidos en Toledo y Guadalajara por las altas temperaturas
Siete escolares del Instituto de Educación Secundaria Joaquín Alonso de Talavera debieron ser trasladados este viernes al Hospital Nuestra Señora del Prado con síntomas relacionados con las altas temperaturas, según confirman fuentes del 112 a eldiarioclm.es. Lo mismo ha ocurrido en el I.E.S Miguel Hernández de Ocaña, donde cuatro alumnos fueron atendidos y tres debieron ser trasladados al Centro de Especialidades de la localidad.
El Sindicato de Trabajadores de Enseñanza (STE) afirma, por su parte, que los servicios de emergencia debieron trasladarse por lo menos dos veces al I.E.S Brianda de Mendoza (Guadalajara) para atender a escolares que presentaban síntomas de golpes de calor. Desde el sindicato aseguran también que han sido numerosos los padres que han retirado a sus hijos del centro, al presentar síntomas como vómitos o ataques de ansiedad, relacionados también con las altas temperaturas. La Junta de Comunidades sólo confirma un caso de una alumna del Brianda de Mendoza que fue atendida, pero no trasladada, por golpe de calor.
Otros institutos de Castilla-La Mancha, como el I.E.S La Cañuela de Yuncos, se han acogido a la autorización de la Junta de Comunidades para tomar medidas “excepcionales” en caso de calor. La dirección del centro ha informado que a partir del próximo lunes 19 de junio, la jornada lectiva se reducirá de las 8:40 horas de la mañana hasta las 12:00 debido a las altas temperaturas provocadas por la ola de calor. El instituto ha señalado, eso sí, que los alumnos tendrán garantizada la realización de las pruebas finales y de recuperación que se programarán a primera hora.
En otros institutos de la región, explican los sindicatos, se han modificado también los horarios de las clases de Educación Física, para evitar las horas de mayor calor. Esto ocurre en la primera jornada escolar desde que se iniciase la ola de calor, y después de la autorización de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes de tomar las medidas excepcionales necesarias para hacer frente a las temperaturas, en caso de que se superen los 30ª en las aulas castellano-manchegas.
Sin embargo, el Sindicato de Trabajadores por la Enseñanza ha criticado dichas instrucciones oficiales debido a que consideran que una alerta naranja de calor no puede quedar al “libre albedrío” de los centros educativos, sino que debe ser el Gobierno regional el que tome las decisiones. Por eso exigen que “no se deje a la voluntad de los directores” el mantenimiento de las actividades lectivas.