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La explotación de ‘tierras raras’ en el Campo de Montiel no requerirá evaluación ambiental

Campo de Montiel en el término de Torrenueva (Ciudad Real) / Foto: Ayuntamiento

Alicia Avilés Pozo

Son elementos abundantes en la corteza terrestre pero que han generado conflictos comerciales entre la Unión Europea y China, a cuenta del monopolio para su uso que hasta el momento se ha llevado a cabo desde el gigante asiático. 'Tierras raras' es la denominación bajo la que se conoce a un total de 17 elementos químicos como el escandio, el itrio y el neodimio, todos de carácter metálico y utilizados para la fabricación de alta tecnología, ordenadores, baterías de móviles o televisores. La empresa minera Quantum quiere ahora localizar y explotar estos elementos en el Campo de Montiel (en Ciudad Real, provincia de tradicional explotación minera). Ha recibido luz verde del Gobierno regional, que ha publicado en el Diario Oficial que el plan de investigación solicitado por esta compañía no requerirá de Declaración de Impacto Ambiental. Los trabajos se desarrollarán en los términos municipales de Torrenueva, Torre de Juan Abad, Santa Cruz de Mudela y Valdepeñas.

El inicio del proyecto se remonta a octubre de 2014 cuando la Consejería de Fomento recibió la solicitud del promotor Quantum Minería para la investigación de recursos mineros en un área de 1.890 hectáreas. En la documentación aportada por la empresa se detalla que el proyecto de investigación consiste primero en la cartografía geológica del terreno mediante geólogos que recorrerán el terreno a pie. La investigación se realizará mediante tomografía sísmica, una forma de exploración del subsuelo basada en la dispersión de las ondas superficiales Rayleigh (perturbaciones temporales que generan pequeños movimientos en las placas tectónicas).

Según explica la empresa, para ello se colocarán 48 geófonos alineados en lo que supone un método “no invasivo”. “No hay necesidad de realizar taladros ni excavaciones de ningún tipo”, se precisa, aunque sí incluye después la excavación de hasta 215 pocos de alrededor de cinco metros de profundidad. Después se tomarán muestras sobre el material excavado, unos 90 kilos de sedimento de cada pozo, para su tratamiento y análisis. El plazo dado para la ejecución de la investigación es de entre dos y tres años.

La Dirección General de Calidad e Impacto Ambiental de Castilla-La Mancha detalla que los posibles impactos ambientales que pueden producirse serán la afección a la vegetación y cultivos por el desbroce del terreno; la afección al suelo y aguas subterráneas por la realización de sondeos; la compactación del terreno y destrucción de la vegetación por los movimientos de maquinaria; la afección a la fauna por la producción de ruido y vibraciones; la emisión de polvo y partículas de los movimientos de tierras, así como la generación de residuos y de lodos.

Zona de dispersión del águila imperial

Además, la zona de proyecto se encuentra incluida en la zona de dispersión del águila imperial ibérica. A este respecto el informe emitido por el Servicio de Montes y Espacios Naturales de la Consejería de Agricultura indica que respecto a los trabajos proyectados: “…/…no se prevé que afecten significativamente a los recursos protegidos…/…”, siempre y cuando se cumplan las medidas establecidas. Señala que, según el promotor, el impacto de las actividades de excavación de pocos se han reducido al mínimo. En el proyecto ambiental del premiso de investigación también se especifica que se tendrán en cuenta los periodos de nidificación y los periodos de mayor sensibilidad de aves como el águila imperial, especialmente cuando haya que actuar en zonas próximas a espacios protegidos.

En el caso de que alguno de los pozos a excavar en la malla prevista quedara localizado sobre algún cauce, camino, carretera o cualquier otro punto que no se considerase adecuado, este será desplazado a una distancia de seguridad mínima de un metro, de manera que no se produzca ninguna afección. De igual forma, previamente a la excavación, se realizarán trabajos de prospección por sectores ante la posibilidad de ocurrencia de restos arqueológicos o del patrimonio histórico-artístico. El agua requerida para las tareas de investigación tendrá una procedencia autorizada. Únicamente se realizarán trabajos de investigación en aquellas parcelas donde esta actividad sea compatible con los usos permitidos por las normas urbanísticas municipales.

Por todo ello, la Dirección de Calidad Ambiental concluye que el potencial impacto será “compatible con el medio” y que “no es necesario” someter el proyecto a un procedimiento reglado de Evaluación de Impacto Ambiental siempre que se realice conforme a la solicitud presentada y a las prescripciones de la resolución presentada.

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