Este blog se dedicará a hablar de uno de los fenómenos más incipientes de la actualidad: el mundo seriéfilo. Recomendará, analizará y traerá curiosidades de series de televisión estadounidenses, británicas, europeas y de otros países del mundo.
Este 2016 parece haber sido la guinda del pastel a unos verdaderos tiempos convulsos a nivel político, social y económico. Algo parecido pasó en la industria tecnológica estadounidense a principios de los años 80 con la gran revolución de los ordenadores personales. Esto gestó una serie de avances que llegan a nuestros días. ‘Halt and Catch and Fire’, ficción de la que hablaré esta semana, recoge esto a la perfección.
Aprovechando que este mes de diciembre ‘AMC España’ estrenará su tercera temporada, es buen momento para recomendar una de las ficciones más en forma -y muy infravalorada- del actual panorama televisivo. Además, la cadena hermana estadounidense renovó ‘Halt and Catch Fire’ por una cuarta y última temporada. Una grata sorpresa que evita un excesivo alargamiento. Así que no hay excusa para ponerse al día con ella.
‘Halt and Catch and Fire’, dentro del mundo de la informática, viene hacer referencia al código-máquina que causa que la unidad central de procesamiento de la computadora deje de funcionar. Pero, tranquilos no os alteréis, la serie no solo hará las delicias a los más 'geeks' sino también hará disfrutar a los menos entendidos en el tema tecnológico; de hecho, yo diría que este componente sirve de excusa para contar unos potentes e interesantísimos dramas personales.
En 1983 en el Silicon Prairie de Texas se estaba empezando a cocer lo que sería la primera revolución del ordenador personal. Un punto de partida en el que los cuatro protagonistas se embarcan juntos para intentar no solo escalar en esta industria sino también intentar cumplir sus sueños y sus metas personales: el visionario Joe MacMillan (Lee Pace); el matrimonio formado por Gordon (Scoot McNairy) y Donna Clark (Kerry Bishe), genios de la informática: y por último, Cameron (Mackenzie Davis), brillante, creativa y enigmática informática. Ellos serán nuestros queridos soñadores.
Desde el piloto dirigido por Juan José Campanella (‘El Secreto de sus Ojos’), allá en 2014, ‘Halt and Catch Fire’ no ha hecho nada más que crecer y cada temporada ha sido mejor que la anterior. Esto no solo ha residido en un reparto con gran química sino también en un trabajo de guión exquisito a todos los niveles narrativos y también gracias a un cuidado técnico digno del mejor cine. De hecho, en su comienzo se intuía un excelente aroma al mejor ‘Mad Men’, sin embargo, ha logrado capítulo a capítulo conseguir su propia identidad narrativa convirtiéndola en una serie imprescindible, al igual que ‘The Americans’.
Se quedaría muy corto si alguien dijera que ‘Halt and Catch FIre’ es sólo y únicamente una serie 'geek', ya que trasciende mucho más. La clave está en ese equilibro componente empresarial/tecnológico y el lado más personal de los personajes. Es lo que da a la narración una gran riqueza en matices y complejidad, es decir, la ficción siempre busca dar un paso más tanto en lo formal como en lo narrativo.
El trabajo en el texto ha conseguido conformar a lo largo de estas tres temporadas -espero que la cuarta sea igual- una historia interesantísima con unos personajes que siempre son puestos a prueba, provocando que cada uno de ellos estén -a su manera- en el límite del abismo y, sin duda esto os debería sonar a Don Draper en ‘Mad Men’. Todos los protagonistas tienen en común un relato de superviviencia, incertidumbre, miedos, límites, logros, valentía, lucha, victorias y derrotas mezcladas con una industria tremendamente competitiva y voraz. Una lucha vital por el crecimiento personal y profesional.
Uno de los aciertos fue el cambio en la focalización de los protagonistas y, por tanto de la historia, que se produce en el paso de la primera temporada a la segunda: mientras al principio Joe no solo es el protagonista sino también el personaje con más fuerza, en la segunda, todo cambia y son ellas -Donna y Cameron- las que cogen las riendas de la serie para no soltarlas. A partir de aquí ellas se convierte en la luz de ‘Halt and Catch Fire’ y de una industria tecnológica dominada, casi en su totalidad, por hombres.
Hace un recorrido histórico desde los albores de las telecomunicaciones -del Silicon Prairie a Silicon Valley-: los ordenadores personales, los chats, los videojuegos y compras online, el antivirus y la www (World Wide Web) -final de la tercera temporada-. Además, muestra los entresijos y tejemanejes de este tipo de industria.
La calidad narrativa se ve reforzada por la calidad formal en cada uno de los episodios. Un gusto exquisito en la ambientación, un gran uso de todos los componentes de la fotografía y una excelente calidad técnica detrás de las cámaras hace todo esto posible. En ‘Halt and Catch Fire’ todo suma, además de utilizar todos los elementos a su favor para construir una narrativa inteligente y compleja, sin olvidar una banda sonora exquisitamente ochentera.
En conclusión, ‘Halt and Catch Fire’ es una de las series más en forma que se encuentran en la parrilla televisiva actual y, por lo tanto, se convierte en un producto de obligado visionado para todo aquel que quiera gozar de un entretenimiento de alto nivel. La cuarta será su última temporada pero ahora que llega la tercera temporada a España en el canal AMC, es buen momento para ponerse con ella.
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