Este blog se dedicará a hablar de uno de los fenómenos más incipientes de la actualidad: el mundo seriéfilo. Recomendará, analizará y traerá curiosidades de series de televisión estadounidenses, británicas, europeas y de otros países del mundo.
Escribir sobre una serie de David Simon es una misión tan jodidamente compleja porque es difícil hacer honor a cualquier de ellas. El creador de una de las mayores obras televisivas, ‘The Wire’, vuelve de nuevo a su casa, HBO, tras ‘Show me a Hero’ con ‘The Deuce’ para volver a remover la conciencia del espectador; a su manera. Da igual que estés en la decadente Baltimore o en la colorida Nueva Orleans arrasada por el huracán Katrina porque sus letras seguirán siendo igual de inteligentes y afiladas, alejadas de la moralina barata y efectista. Sin dejar de dar puntada sin hilo, Simon, vuelve a ofrecer el mejor drama realista del año -y, posiblemente una de las mejores ficciones-. Una tragedia griega llena de aristas que tiene todas las señas de identidad que hacen del estadounidense uno de los mejores showrunner.
En este recorrido por el Times Square (Nueva York) de los años setenta le acompaña George Pelecanos, novelista, productor y guionista que ya le acompañó en los apasionantes viajes de ‘The Wire’ y ‘Treme’; ahora, en ‘The Deuce’, se meten de lleno en el mundo de la prostitución y en los albores de la industria pornográfica tan ilegal -o más- que el primero. Para ello construyen un ecosistema donde proxenetas, mafia, policías, prostitutas, matones, clientes o camareros cohabitan en perfecta simbiosis. Esta biodiversidad se enfrenta a toda la idiosincrasia simoniana para mostrar las bambalinas de la sociedad estadounidense sin cortapisa. La cañerías y cloacas donde van a parar la mayoría de los sueños rotos.
La mirada política y crítica de David Simon es muy reconocible aunque nunca se le puede echar en cara al creador un producto moralizante. La realidad es que siempre trató a su espectador de una forma inteligente y respetable. ‘The Deuce’ vuelve a ser otra ficción incómoda que busca establecer un diálogo sincero y complejo con el público a través de un mensaje lleno de aristas. Una habilidad para crear historias interesantes que confrontan directamente con lo más profundo de la conciencia del espectador para removerlo. Su visión tiene partes muy dolorosas porque todos sus ecosistema de personajes son títeres de un juego que siempre les es mayor y, para más inri, amañado. Maldita lección dió en ‘The Wire’.
‘The Deuce’ en sus ochos primeros episodios, ya renovada por una segunda temporada, perfila un momento social y político de una de las zonas más populares y concurridas de todos los Estados Unidos. A principios de los años setenta en Times Square chulos, putas y mafiosos deambulan a sus anchas por esta arteria del corazón de Manhattan. Mientras, la policía es un mero instrumento de los intereses políticos y gangsters de turno. Todo entra dentro de un juego perverso donde ellas, las mujeres, son las auténticas protagonistas de este exquisito drama realista.
Algunas de ellas son el vivo retrato de la ruptura del maldito sueño americano ya que, al final, ven en el oficio más antiguo del mundo su camino para sobrevivir; aunque, esta vez Simon si que deja algún ápice de luz y esperanza entre tanta oscuridad. Las auténticas heroínas de esta tragedia griega moderna son Candy (Maggie Gyllenhaal), Darlene (Dominique Fishback) o Lory (Emily Meade), entre otras. David es capaz de llenarlas de candidez y matices aún moviéndose por terrenos fangosos. Ninguna es relleno narrativo ya que cada una aporta algo importante e interesante al compendio narrativo. En el otro lado de la moneda se encuentran C.C (Gary Carr), Larry Brown (Gbenga Akinnagbe) o Rodney (Method Man), sus chulos o proxenetas. Ellos son los antagonistas y sus villanos ya que es inevitable esa relación de dominación y poder que ejercen a sus chicas.
Vincent Martino y Frankie son dos hermanos interpretados por el actor James Franco. El primero es un camarero con trazas de hombre de negocios y, el segundo, un looser de las apuestas deportiva. La vida de ambos, irremediablemente, se ve unida a la de la mafia que pulula la zona de Times Square.
David Simon no podía olvidarse de dos figuras importantes: la policial y la periodística. La primera encarnada en Chris Alston (Lawrence Gilliard Jr.), un policía negro que ve toda la miseria y corrupción de su departamento y que, además, está muy ligado a las prostitutas. La segunda en manos de la periodista Sandra Washington (Natalie Paul) que intentará realizar una investigación de la industria del sexo en Times Square.
Esta paleta de personajes cohabitan en un paisaje maloliente y extremadamente sórdido: pubs llenos de humo y con olor a sudor, calles frías e inhóspitas y habitaciones de hotel sucias y mugrientas; en estas últimas, se realizan unos intercambios sexuales fríos e impersonales. Un fiel retrato de una años que políticamente se encontraba bajo el mandato de Richard Nixon.
Las buenas historias, como creo que lo será ‘The Deuce’, necesitan de un buen prólogo y, sin duda, esta temporada lo es. A modo de presentación, David Simon, vuelve a recurrir a una serie de temáticas ya vistas en sus obras: drogas, violencia, pobreza, gentrificación, política o corrupción, entre otros temas. Siempre desde una perspectiva social y sin recurrir a una moralina excesiva sino buscando algo más sutil. No busca reforzar la idea del espectador y para ello construye personajes y tramas repletas de matices.
‘The Deuce’ es un excelente drama realista que removerá la conciencia al espectador. Se está ante una serie dura y poliédrica donde nada es accesorio. David Simon y Pelecanos construyen una historia interesant, ambientada de una forma excelente con unos personajes que se antojan extremadamente naturales.
En nuestro país se puede ver a través de HBO España.
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