La 'maldita hemeroteca' que describe la larga historia del mal estado del Tajo
La Plataforma en Defensa del río Tajo de Toledo ha seleccionado una serie de recortes de prensa que se remontan hasta 1968, con el fin de mostrar que el estado actual del río no es una novedad, sino, más bien, ya una situación histórica de cuatro décadas.
El colectivo ha querido destacar también que la postura de los dirigentes políticos eran “mucho más beligerantes” con la situación del cauce y que se “implicaban más” en su defensa. “Ahora vemos que es diferente”, explican. Por otro lado, al elaborar esta hemeroteca, lo que pretenden es que se vea reflejada también la lucha, tanto de la ciudad como de la provincia, con el río. “Queremos representar la reivindicación del río”.
El 8 de enero de 1972, el periódico ABC se hacía eco del “problema de la contaminación de las aguas”, con un titular que señalaba que 'Toledo teme que el Tajo pueda convertirse en una gigantesca cloaca de las aguas residuales de Madrid'. La publicación cita a la Cámara Oficial de Comercio, que llevaba ante el pleno un informe donde se insistía en la “creciente e insoportable” contaminación de las aguas. Sólo habían pasado cuatro años desde el trasvase.
Una foto muy similar a las espumas que aparecieron hace menos de un mes. En una columna de opinión, Licinio de la Fuente advertía de que la pérdida de la “belleza de las aguas” sólo era apariencia de “males más profundos”. “Las aguas eran elemento de salubridad para una gran parte de la provincia y se están convirtiendo en elemento de enfermedad y contaminación.
“La mala regulación” del trasvase y los vertederos de Madrid convirtieron al Tajo en un río “moribundo” a su paso por Toledo. Así lo señala ABC en 1984, que advertía de como el turismo se “echaba para atrás” al no poder resistir el “tremendo” olor del río Tajo. “Hoy es casi un riesgo para una ciudad que o quiere renunciar a él”, explicaba la periodista Isabel Montejano.
En 1987, irónicamente en el apartado de 'España en Vacaciones', lo que se destacaba de Castilla-La Mancha eran, nuevamente, lo turbio de los ríos de Toledo. El medio destacaba la prohibición de baño en el Tajo de la década de los 60 y explicaba que el río todavía arrastraba “microorganismos patógenos en cantidad suficiente como para contaminar sus aguas en alto grado”.
“La cloaca nacional” era la denominación del río en 1990. Y es que, según la prensa, los ríos de la provincia toledana estaban en un estado “lamentable”, tras un análisis de Salud Medioambiental. “El río Tajo a su paso por toda la provincia ya ni siquiera se analiza en vista de su altísimo nivel de degradación”, advertía la publicación.