El 15 de octubre comenzarán los trabajos para “tapar” los restos de amianto en Toledo
El 15 de octubre la empresa Tragsa procederá a iniciar los trabajos en el toledano barrio del Polígono de Toledo para “tapar”, como medida preventiva, las 90.000 toneladas de residuos de amianto que se acumulan en esta populosa parte de la ciudad, en unas parcelas que además serán valladas para evitar el acceso tanto a personas como a la fauna de la zona.
Así se ha dado a conocer a lo largo de las dos horas de reunión entre representantes de la Asociación de Vecinos ‘El Tajo’ y la Plataforma ‘Mi barrio Sin Amianto’ que han sido recibidos por el viceconsejero de Medio Ambiente, Agapito Portillo y por el coordinador de Medio Ambiente de la Viceconsejería, Javier Ariza.
Rafael García de la Plataforma ‘Mi barrio Sin Amianto’ ha explicado a eldiarioclm.es que se han puesto sobre la mesa dos opciones. La primera, priorizar la minimización del riesgo derivado de estos residuos de amianto, declarado como cancerígeno por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y utilizar el presupuesto disponible (2,5 millones de euros) para tapar la totalidad de los vertidos. Y la segunda, utilizar el presupuesto disponible para retirar de forma definitiva solo algunos de esos residuos -aproximadamente una sexta parte del total- dejando el resto sin cubrir y a expensas de una nueva dotación presupuestaria en 2018.
Los vecinos se muestran conformes con la primera opción, que también es la de la Junta de Castilla-La Mancha como medida “transitoria”. Según Rafael García, “como vecinos llevábamos mucho tiempo esperando actuaciones que eliminasen el riesgo y eso nos parece correcto”. Sin embargo, advierte, mantendrán en el tiempo su exigencia de la retirada total del amianto y que haya nuevas dotaciones presupuestarias a partir del próximo año.
Las medidas anunciadas son “tranquilizadoras porque lo que nos transmiten es que se elimina el riesgo” reconoce este vecino pero, insiste, “no es el cierre del problema porque se aplaza o se da margen a lo que pedimos. Que ya sin riesgo de salud pública, de manera sosegada, se siga actuando hasta que se retire todo”.
“Parece razonable”, señala, porque no se dispone de los 14 millones de euros necesarios para la eliminación total de los restos que, de esta forma, pasaría a realizarse de forma progresiva. No obstante, los vecinos reclaman a la Junta que aunque proceda a cubrir los restos, retire ya de forma definitiva los que se encuentran más cercanos a las viviendas y que están en superficie y no enterrados o semienterrados como ocurre en otros lugares del barrio más alejados de la zona residencial.
“Nos han dicho que lo van a estudiar y les hemos pedido que hagan un esfuerzo”, señala el portavoz de la plataforma vecinal. “Sería más sencillo y más económico porque junto a las casas y al Club Social del barrio hay restos en superficie. Lo volcaron como si fueran cascotes y no tiene sentido taparlo, habría que retirarlo”. Y es que, en su opinión, sería una manera de evitar que siga creciendo la “alarma social” en el vecindario. “Nos daría más tranquilidad”.
Mientras, la Junta debe buscar también un acuerdo con los propietarios (privados) de varias de las parcelas en que se depositó una buena parte de las 90.000 toneladas de amianto. Ambas partes mantienen una pugna que podría dirimirse en los tribunales. El consejero del ramo, Francisco Martínez Arroyo, ya comentaba a inicios de verano que “lo que está claro es que hay propietarios de las parcelas que tienen en principio que hacer frente a los problemas que tienen ellos en su propiedad privada y, en esto, hay que respetar la ley y ser escrupuloso”.