El pucherazo de Cospedal sale adelante sólo con los votos del PP
Sin enmiendas, con los votos favorables del PP y en contra del PSOE, las Cortes regionales han aprobado la reforma electoral presentada por el Partido Popular, no por el Gobierno regional. Se reducen así de manera definitiva los escaños a 33 y dificulta la posibilidad de que terceras fuerzas políticas como Izquierda Unida, Podemos o UPyD puedan tener presencia en el convento de San Gil.
Tras la reforma del Estatuto de la Comunidad Autonóma, con la que se pudo cambiar el intervalo de diputados a entre 25 y 35 escaños, el Partido Popular presentó el proyecto de Ley Electoral el 11 de junio de este año, justamente en medio del debate del rey Juan Carlos, después de la última reforma electoral promovida también por los “populares” de la región en junio de 2012, con la que se pretendía elevar los diputados a 53.
Durante su intervención en el debate parlamentario, la presidenta de la Junta de Comunidades, María Dolores de Cospedal ha asegurado que se trata de un paso histórico que asegura una ley justa, plural y representativa. Además, Cospedal ha señalado la falta de consenso por parte de la oposición durante el Pleno extraordinario, afirmando que cuando “en la oposición estaba el PP” si se podía llegar a acuerdos en las Cortes.
Además, ha seguido firme en su argumento de que la medida obedece a las demandas de la ciudadanía, porque “no habrá ciudadanos que pesen más que los otros”, además de afirmar que Izquierda Unida tendría más representatividad que nunca en las Cortes regionales, ya que tendría dos diputados, según los cálculos de la presidenta.
Por otro lado, el Grupo “popular” ha criticado que el PSOE no presentase ninguna enmienda a la nueva Ley Electoral, a pesar de que el Grupo Socialista haya rechazado desde el principio la reducción de los diputados en la Cámara regional. Francisco Cañizares, portavoz del PP, ha afirmado que la ley no tiene ningún reproche y que la asignación automática del número de diputados según la población permitirá que ya no se dependa de la política.
Sin embargo, tal como se ha señalado por la oposición y los análisis llevados a cabo alrededor de la nueva Ley, el peso del territorio en la asignación de escaños se incrementa en relación a la Ley Orgánica de Régimen Electoral (LOREG) en un 50%, pasando del 30 % en la LOREG al 55 % en la nueva ley castellano-manchega, mientras que el reparto según población pasa del 70 % al 45 % según la reforma de Cospedal. Para lograr un reparto con los criterios de la Ley estatal , los diputados fijos deberían ser 2 por circunscripción y no 3, para que 23 escaños se eligiesen según la población.
Ante las críticas populares, el PSOE ha asegurado que el Grupo parlamentario no ha presentado enmiendas, porque consideran que es una falta de respeto a todos los grupos políticos, sobre todo considerando que la reforma del Estatuto no tuvo ningún apoyo en el Congreso de los Diputados, y para evitar ser así cómplices del “pucherazo”. El portavoz del PSOE, José Luis Martínez Guijarro ha reafirmado que la nueva Ley electoral impedirá la presencia de los partidos políticos más pequeños en la Cámara regional.
Tal como ha señalado Martínez Guijarro, la nueva Ley Electoral golpeará también el peso de la participación ciudadana. Así, si en 2015 la participación es similar a la obtenida en 2011, los entre 150.000 y 200.000 ciudadanos que voten opciones fuera del Partido Popular y el PSOE, podrían quedar sin representación en las Cortes, a lo que se debe añadir también el voto en blanco y las abstenciones.