¿Dónde está el límite entre el antiguo y algo contaminado arte de la seducción y el obligar a una chica a mantener relaciones sexuales contra su voluntad? Puede que esté en las técnicas empleadas, en la personalidad insistente o en los estertores en defensa de esa mentalidad patriarcal del sexo masculino dominante. Pero lo cierto es que cuando una mujer no quiere tener sexo con alguien y al final lo practica, es víctima de una agresión sexual. Puede haber estado bebiendo, puede haberse drogado, puede haber realizado un juego previo de seducción y ‘calentamiento’. Puede haber hecho lo que sea. Si cuando ha dicho que no, al final ha sido que sí, se convierte en una violación en cita. No hace falta el asalto callejero de un desconocido.
Resulta significativo que el desarrollo de la campaña contra este fenómeno llevada a cabo por el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha haya coincidido en el tiempo con la noticia de que el youtuber machista Álvaro Reyes (seudónimo de Jeremías Pérez) haya denunciado a la autora de la campaña para el cierre del canal de Youtube en el que dice enseñar a seducir a las mujeres. Esta campaña contra Reyes y sus vídeos se llevó a cabo en la plataforma Change.org y bajo el hashtag #MiAcosoNoEsTuNegocio.
La iniciativa hizo que el canal de vídeo del youtuber aglutinara un alto número de críticas y mostró el rechazo de los usuarios ante las prácticas y enseñanzas promovidas. No es de ayer. Desde hace años, asociaciones de víctimas de violencia de género y organizaciones feministas coinciden en denunciar estas actuaciones como “apología de la violencia de género”. Por ejemplo, durante la grabación de uno de sus vídeos, 'El beso ciego', que consistía en besar a chicas por la calle sin su consentimiento, una de las afectadas decidió ponerlo en conocimiento de la policía.
También amenazó a eldiario.es con una demanda por la publicación del reportaje “Cursos de machismo a 300 euros”. En este último caso precisó que “si por algún motivo he dado pie a que se malinterprete mi mensaje, pido disculpas, porque no he tratado de hacer apología a la violencia de género ni del acoso”.
Eso es lo que dice pero no lo que predica. Un vistazo a sus tuits (por cierto, ha borrado su cuenta de Twitter bajo el nick @alvarodaygame) son suficientes para cuestionar si esas frases breves son o no apología de la violencia de género o de la violación en cita. “Tu reto es aprender con la práctica qué es un ‘NO’ de verdad y qué es un ‘NO’ que significa que SÍ. Y ellas percibirán tu experiencia”. “No esperes su permiso, siéntete con derechos para hacer lo que quieres. Pedir permiso es síntoma de inseguridad”. “’No, para’ mientras la beso. ‘No, para’ mientras entra en casa. ‘No, para’ mientras le quito la ropa. ‘No, para’ mientras follamos”.
El youtuber tiene pleno derecho a la libertad de expresión. En eso no ha acertado la campaña de censura promovida contra él. Puede escribir, hablar, tuitear y coger un megáfono para soltar sus ideas sobre aquello que estime pertinente. El objetivo no sería tanto prohibirle que lo haga sino la propia disolución de sus argumentos a golpe de realidad. Ponerle en evidencia. Porque ese mismo derecho es el que cobija a aquellos que no comparten su visión del género femenino, su concepto de damiselas frágiles y delicadas que necesitan ser seducidas, convencidas, acosadas u obligadas para disfrutar del sexo.
Es un símbolo de aquella concepción que promueve y facilita la violación en cita. Pero está claro, afortunadamente, que no representa a una mayoría. Con motivo de la campaña del Instituto de la Mujer, una de las autoras de sus contenidos, Sara Mateos, dejó claro en una entrevista con eldiarioclm.es que no se ha pretendido estigmatizar a todo el género masculino y que por ello se utilizaron algunas frases en las guías dirigidas a jóvenes: una de ellas es “no seas pesado”. A Álvaro Reyes le sangrarían los ojos leyendo esa guía.
El caso es que gracias a las campañas institucionales como la mencionada, con sus posibles aciertos o fallos, y al incansable trabajo de cientos de asociaciones y talleres educativos, estos argumentos machistas y denigrantes caen por su propio peso. Queda trabajo por delante. Queda todo un reto educativo para impedir que tal mentalidad cale entre los adolescentes y jóvenes, quedan muchos estereotipos patriarcales repitiéndose en cada generación, pero el futuro es imparable y no hay sitio para quien piense que la mujer no cuenta, no piensa o no tiene capacidad de decidir cuándo quiere follar y cuándo no.
Sobre este blog
La igualdad de género, el feminismo y la lucha contra cualquier forma de violencia machista conforman algunos de nuestros principales focos informativos. Por ello en este espacio recopilamos las noticias y novedades en torno al Día Internacional de las Mujeres que se conmemora el próximo 8 de marzo.
