¿Cuánto tiempo puedo mantener un alimento congelado?
Jesús, lector habitual de eldiario.es, no escribe el siguiente texto: “Hola, el otro día discutía con una compañera en la oficina sobre si un caldo se podía dejar más un año en el congelador y después tomártelo como si nada; de ahí empezamos a preguntarnos cuál es el máximo que podemos guardar un alimento congelado. ¿Hay topes? ¿Son muy largos o muy cortos? Si os parece interesante el tema, ¡adelante!”
Lo cierto es que tal como plantea Jesús, sí hay topes, es una mala idea congelar un alimento y olvidarnos de él para recuperarlo al cabo de muchos meses e incluso años. En general, ningún alimento debe pasar más de un año congelado, pues es casi seguro que habrá perdido sus propiedades. De todos modos, la duración de las propiedades óptimas en congelación dependen de muchos factores, no solo del tipo de alimento.
Por ejemplo, de si están bien aislados o envueltos, así de cómo era su estado en el momento de la congelación. Por lo pronto, lo correcto es congelar un alimento crudo lo antes posible y siempre correctamente envuelto en papel plástico o bien aislado en un táper o una bolsa para congelados. La opción de la bolsa o la película plástica es interesante porque podemos expulsar el máximo de aire o hacer el vacío y así detener la acción de los microorganismos.
En cambio, los táperes son ideales para caldos, estofados y carnes y pescados cocinados, que deberán ponerse a congelar después de que el alimento, convenientemente tapado, se haya enfriado a temperatura ambiente, para evitar contrastes térmicos o la ineficacia del congelador. Por su parte, los productos elaborados destinados a congelación suelen indicarnos el plazo máximo que recomienda el fabricante.
Los plazos máximos de cada alimento
Una vez estemos seguros de haber cumplido con las condiciones anteriores, partiremos de postulados óptimos de conservación y podremos atenernos a las recomendaciones de los organismos internacionales a este respecto, entre ellos la agencia europea de seguridad en los alimentos EFSA y la Agencia de Seguridad Alimentaria de los Estados Unidos.
Ambas agencias destacan que por sus características y composición, cada alimento tiene una vida media el congelador diferente. Por ejemplo, un alimento cocinado puede durar menos que otro crudo porque la existencia de jugos lo haga más susceptible a la acción microbiana o a la formación de cristales de hielo que rompan los tejidos. Hay que recordar que la congelación no mata a los microbios sino que ralentiza su actividad sin detenerla totalmente.
También juega su papel la presencia de hidratos de carbono o directamente azúcares, ya que son la fuente primaria de hongos y bacterias, así como las grasas, siempre más susceptibles de estropearse que por ejemplo las proteínas. Finalmente, tener en cuenta que los periodos que se dan son recomendados para, una vez descongelado, poder ingerir el alimento en condiciones óptimas.
- Pan horneado: los panes horneados de pueden congelar sin problemas y descongelar manteniendo todas sus propiedades siempre y cuando no se excedan los tres meses. En el caso de panes sin hornear, que se venden en algunas grandes superficies, el tiempo se reduce a un mes.
- Helados y tartas heladas: aunque suele indicarlo el fabricante, dada su elevada proporción de azúcar, se recomienda no mantener estos alimentos congelados más de un mes.
- Galletas: si alguien quiere congelar galletas, está de enhorabuena porque puede mantenerlas hasta ocho meses congeladas, aunque el tiempo puede menor si tienen una mayor proporción de azúcar.
- Cordero y ternera crudos: las carnes de estas cabañas aguantan congeladas sin problemas hasta nueve meses.
- Chuleta de cerdo cruda: por su mayor proporción de materia grasa, el cerdo reduce su duración hasta los seis meses, aunque si la carne ha sido asada y hay perdido parte de sus lípidos, puede durar hasta doce meses.
- Pollo y pavo: son carnes muy magras, casi todas ellas proteína, por lo que aguantan hasta doce meses congeladas.
- Pescado blanco: el pescado siempre se descompone más rápido que la carne, por lo que puede ser congelado durante menos tiempo. El pescado blanco, más magro, aguanta hasta seis meses.
- Pescado azul: al ser más graso reduce el tiempo recomendado a los tres meses máximo, seis si ha sido previamente cocinado.
- Pescados ahumados: las piezas ahumadas aguantan hasta dos meses en condiciones óptimas.
- Mariscos crustáceos: la langosta aguanta cruda doce meses y las centollas y bueyes de mar diez meses. Si han sido cocidos, su tiempo se reduce a un máximo de tres meses.
- Mejillones y ostras: duran de dos a tres meses.
- Almejas: alcanzan los seis meses.
- Pulpos y calamares: si han sido debidamente limpiados y eviscerados pueden durar hasta seis meses congelados.
- Quesos: los quesos sólidos, curados y sin curar, alcanzan los seis meses. Los quesos más grasos y fundidos no duran más de un mes.
- Mantequilla: se puede congelar sin problemas durante nueves meses al estar su grasa protegida por los glóbulos de caseína.
- Huevos: debido a la porosidad de la cáscara y la cantidad de lípidos de la yema, solo se pueden congelar durante un mes.
- Yogurt: al ser un fermentado, aguanta bien dos meses.
- Caldos: ya sean de pescado, carne o vegetales, el periodo de congelación recomendado de un caldo no debe superar los tres meses.
- Estofados de carne: finalmente, todo tipo de estofados pueden congelarse durante un máximo de cuatro meses.