Muebles de segunda mano: ventajas y riesgos de comprarlos en internet

Muebles de segunda mano

Jordi Sabaté

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Si bien desde siempre ha existido un mercado del mueble de segunda mano, ya fuera en los Encantes barceloneses, en el Rastro madrileño o en otros mercadillos semanales, con la llegada de Internet la compraventa de productos usados se disparó y se ha mantenido en auge.

En gran parte, este auge se debe inicialmente a eBay, pero después el nacimiento de plataformas locales como Wallapop y otros ha propiciado el trasvase del negocio a las páginas web y al móvil, con la ventaja de tener acceso a una oferta mucho mayor de productos, y a un intercambio de usuario a usuario son intermediarios.

Este hecho ha acelerado el ritmo de compraventa de mueble usado respecto a hace diez o veinte años pero, como avisa Aina Maimó, una restauradora de muebles de Barcelona que trabaja desde su casa-taller, “la mayoría de intercambios se hace sin ninguna garantía”.

“Un particular se deshace de un mueble y otro lo encuentra interesante y lo compra, pero realmente no sabe lo que compra, porque quien vende no es un experto que conozca el producto”, prosigue la restauradora, que asegura que a su gremio este intercambio online no le resta negocio.

“Al contrario, nos llegan más muebles de personas que han comprado gangas que pensaban que están bien, pero que resulta que están en mal estado y quieren repararlas, y claro, no sale barato”, apostilla Maimó.

Ventajas del mueble de segunda mano comprado en internet

Aún así, la restauradora pone en valor este tipo de objeto y enumera sus ventajas. “En primer lugar, compras un mueble o pieza decorativa que de otra forma no hubieras tenido posibilidad de adquirir porque ya no se fabrica, esto es un valor estético”, dice.

La experta prosigue: “En segundo lugar, lo adquieres a un precio ventajoso, y si el mueble no es una pieza de anticuario, puede que esté en muy buen estado, por ejemplo pasa con los muebles de Ikea, que pierden rápidamente su precio, y en menor medida con otras marcas más caras”.

Si se trata de una pieza de anticuario que nos interesa mucho, Maimó aconseja inspeccionar bien la pieza antes de comprar para asegurar al menos que su aspecto da confianza, y de ser posible, hacerse acompañar de un restaurador.

Desventajas del mueble de segunda mano comprado en internet

Tal como destaca Maimó, la principal desventaja es “la falta de garantías”, ya que si bien pagamos un precio bajo por un mueble, no somos expertos y no podemos tasarlo adecuadamente, por lo que “es siempre un poco una lotería”.

La restauradora recomienda siempre pujar al precio más bajo posible “porque es muy probable que si de verdad nos interesa la pieza, terminemos llevándola a restaurar”, y explica que los restauradores “somos compradores muy activos en Wallapop porque vemos muchas piezas interesantes pero que están en mal estado”.

En general, según Maimó, la mayoría de piezas que se mueven en este mercado “necesitan una puesta al día, a veces es poca cosa pero en otras hay mucho trabajo de restauración”.

Por otro lado, está el riego de encontrarnos con acompañantes no deseados del mueble, esto es la carcoma, que son escarabajos xilófagos que habitan en la madera vieja y se la comen.

Cuando hablamos de carcoma, hacemos referencia a la “carcoma pequeña” (Anobium punctatum) que es más propia de muebles antiguos o que no han sido debidamente tratados para evitar su entrada. De hecho, se la conoce también como “el escarabajo de los muebles”. 

Aunque en realidad el escarabajo es la fase exterior del ciclo vital, mientras que la larva, el verdadero xilófago, vive en conductos que va cavando en la madera mientras se alimenta de esta. El ciclo comienza cuando el escarabajo deja los huevos en la superficie y de ellos sale la larva, que comenzará a cavar. 

“Cuanto mas viejo sea el mueble, mayor es el riesgo de tener carcoma, y el problema no solo es que nos destroce la pieza en cuestión, sino que los escarabajos adultos viajen a otras piezas de madera que tengamos en casa y las colonicen”, explica la artesana.

A este respecto, recomienda revisar bien la pieza y preguntar por posibles tratamientos en el pasado a la hora de fijar el precio. Debemos fijarnos en si hay agujeros en la madera o surcos semisuperficiales, así como vigilar la presencia de escarabajos.

También probar si la madera suena hueca o si hay rastros de serrín o polvillo en superficies. En caso de detectar esta afección, esto no tiene por qué impedirnos comprar el mueble, pero debemos ser conscientes de que habría que darle tratamiento, aunque no es caro en exceso.

Cómo valorar el precio de un mueble de segunda mano

En el caso de sofás o sillones deberemos fijarnos no solo en el aspecto exterior, sino también quitar los cocines y mirar los cosidos interiores, así como la amortiguación. Debemos sentarnos con y sin cojines para notar su estado. También mirar los bajos, aunque sea tumbando el mueble.

Por supuesto, también miraremos los cosidos y acabados de todo el tapizado y si es de piel, valoraremos las grietas, ya que en este caso es muy probable que se precise un retapizado. En función de todo ello fijaremos el precio.

Si no podemos acudir físicamente a la revisión y/o recogida, exigiremos fotos de todo ello por internet, o preguntaremos exhaustivamente por el canal de chat e incluso pediremos que se nos certifique el estado del mueble.

En el caso de sillas, además del tapizado valoraremos su estabilidad sentándonos y moviéndonos un poco, de modo que las forcemos. También nos fijaremos en el estado de las patas, sobre todo en la punta, ya que es donde se refleja el desgaste.

En armarios y anaqueles vigilaremos los rastros de carcoma, así como la solidez del armazón. También indagaremos en las superficies de fondo e interiores en busca de desgaste, rasguño, el citado polvillo de carcoma, etc.

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