Llegan las cenas de empresa navideñas: ¿qué bebidas provocan más resaca y cuáles menos?
Entramos en diciembre, el mes de la Navidad, los reyes magos y, por supuesto, las cenas de empresa, copiosamente regadas con vinos, aderezadas con brandis y rematadas con copeo hasta altas horas con los compañeros y compañeras del trabajo en nombre del buen rollo y la exaltación de la amistad corporativa. Ahora bien, probablemente el día siguiente es uno de los peores del año en el plano físico y mental. Menos mal que para la próxima cena de empresa quedarán todavía doce meses...
Tanto Carles como Gabriela, ambos socios de eldiario.es, nos trasmiten su preocupación ante el venidero evento y muestran inquietud por saber si existe una combinación mágica de bebidas que permita ser persona la mañana siguiente. En concreto, Gabriela comenta que “estoy cansada de acabar en el karaoke cantando Camilo Sesto y después querer morirme al día siguiente, especialmente si la cena es entre semana”.
Me temo que para ambos no haya demasiadas buenas noticias a este respecto, a pesar de que hace algunos años aparecieron diversos artículos en medios digitales haciendo referencia a ciertos componentes de algunas bebidas alcohólicas que podían aumentar la sensación de resaca frente a otras que no los poseían o los tenían en menor cantidad.
El ranking de la resaca
Los artículos se basaban en una revisión de estudios de la revista de la Facultad de Medicina de la Universidad de Oxford 'Alcohol and Alcoholism', que bajo el título 'Alcohol hangover: a puzzling phenomenon' analizaba los diferentes estudios realizados sobre la resaca y concluida que si bien sus síntomas no se pueden atribuir a una sola causa, es la ingesta de alcohol, con diferencia, su principal responsable.
La revisión destacaba que la resaca afecta de modo diferente a hombres y mujeres. Los primeros son capaces de metabolizar el alcohol de modo más eficaz sobre la marcha, es decir que se emborrachan menos, pero ellas se recuperan al día siguiente con mayor rapidez, a igual ingesta entre géneros. También constataba la existencia de compuestos en la bebida, indeterminados y residuales, a los que llamaba 'congéneres' del etanol, que pueden marcar un diferencial entre una bebida y otra a la hora hacer la resaca más o menos pronunciada.
Congéneres podrían ser restos de metanol de una fermentación paralela por parte de ciertas cepas de levadura de procesos largos, aldehídos adquiridos de la madera de las barricas y que confieren a los vinos y licores redondez y untuosidad, los taninos y flavonoides que dan color a la uva, etc. Sin estar muy claro cuáles de estas sustancias intervienen o no, la revisión reconocía la experiencia empírica que cuanto más fuerte era el color de la bebida, y a igual ingesta de etanol, más resaca dejaba.
Así, medido por los llamados congéneres, el coñac resulta ser el rey de las resacas, seguido del vino tinto -más si tienen crianza-, el ron, el whisky, el vino blanco, la ginebra, el vodka y la cerveza, que es la que menos resaca deja a igual ingesta de alcohol. Es decir que si Gabriela quiere seguir cantando a Camilo Sesto pero al día siguiente sentirse capaz de salir de la cama, debería optar por las bebidas blancas y huir como una posesa del brandy y de los rioja y ribera 'gran reserva', así como de los whisky con cola.
Limitar la ingesta de alcohol, la mejor estrategia
Pero cuidado que estamos hablando de menos resaca, no de menos borrachera. Todo el alcohol ingerido es tóxico y una vez entrados en la intoxicación etílica, será difícil que al día siguiente no lo lamentemos. El tema de los congéneres es solo una cuestión de matiz cuando bebemos en exceso. Cabe aquí recordar que algunos expertos alertan de que incluso el consumo de una copa de vino al día incrementa un 21% el riesgo de padecer cáncer de colon.
Así que es mejor moderarse y no dejarse llevar por la algarabía circundante. De todos modos, si somos de natural voluptuoso y festivo y de voluntad quebradiza, y por tanto nos resulta difícil no precipitarnos sobre las copas, lo mejor es que diseñemos una estrategia acorde a la cual, al día siguiente la resaca nos haga la menor mella posible.
A continuación se detallan tres claves para sobrevivir a las cenas de empresa navideñas:
1. Beber mucha agua entre copa y copa, ya que nos ayudará a mantener la hidratación y reducirá el grado etílico en sangre, además de hacernos ir al baño y gestionar mejor la expulsión de los subproductos. De todos modos, con beber agua no es suficiente.
2. Comer mucho y sobre todo alimentos grasos, ya que las grasas crean una emulsión de cobertura en el estómago que retrasará la asimilación del alcohol. Este, al pasar al hígado se transforma en un subproducto intermedio llamado acetaldehído. El acetaldehído es súper tóxico y el responsable de la borrachera en su peor versión (¿Karaoke de Camilo Sesto?). Con el estómago lleno y agua abundante, resistiremos mejor los copazos.
3. Aprovisionarnos de suplementos de vitamina B12 o hidroxilcobalamina, que es la responsable de la conversión rápida del acetaldehído en acetato, inócuo y fácilmente excretado en la orina. Si nos tomamos un par de tabletas de suplemento de hidroxilcobalamina antes de la cena y otras tantas después, y bebemos con ciencia, pasaremos de puntillas por la borrachera y la resaca. Eso sí, el dolor de cabeza al día siguiente no nos lo ahorrará nadie.