Dimite el director de Actividades Culturales del Ayuntamiento de Madrid tras el caso de los titiriteros
Siguen rodando cabezas por el caso de los titiriteros. Esta mañana, Jesús Carrillo, responsable de Programas y Actividades Culturales del Ayuntamiendo de Madrid, ha presentado su dimisión por “motivos personales”. “Es el único argumento que nos ha dado”, justifican fuentes de la Concejalía de Cultura, que evitan vincular la renuncia a la polémica de los titiriteros.
Según la nota enviada por el equipo que dirige Celia Mayer, “se está avanzando en la remodelación del Área de Cultura y Deportes” y “dentro de esa remodelación se prevé la incorporación de nuevos perfiles”. Uno de esos nuevos perfiles sustituirá a Jesús Carrillo, sobre el que se colocó el foco de atención tras aparecer con Celia Mayer en la primera intervención pública para explicar lo ocurrido con los titiriteros, acusados de un supuesto delito de enaltecimiento del terrorismo.
Carrillo trabajaba hasta este martes para Madrid Destino, la empresa pública creada por Ana Botella para agilizar la gestión cultural y que ha heredado Manuela Carmena. Tras la destitución de los responsables de contenido del carnaval contratados externamente por la gestora, forma parte del siguiente escalafón de responsables, junto a Santiago Eraso [director de Madrid Destino y de contenidos], de organizar el programa oficial de carnavales de Tetuán que incluía la función de marionetas.
Un sacrificio para evitar el segundo cese
El Ayuntamiento de Madrid cierra con esta dimisión una polémica que amenazaba con terminar con el segundo cese de una concejala, Celia Mayer, en menos de un año de gobierno. El cese de Mayer, reclamado por la oposición en bloque, fue descartado por la alcaldesa, que adujo a la inexperiencia del equipo como causa de los errores. “Es un colectivo muy sano humanamente pero que tiene falta de experiencia en la estructura institucional”, dijo entonces.
El PP fue más allá y denunció a la concejala por “enaltecimiento del terrorismo”. Pero la querella tuvo una corta vida pues la fiscalía se opuso a pedir responsabilidades penales a cargos políticos que no habían ejecutado los actos constitutivos de delito.
La propia concejala respondió a las presiones en una entrevista a este medio, en la que relacionaba lo ocurrido con una ofensiva cuyo “objetivo es erosionar al Gobierno municipal”. También asumía “una parte de responsabilidad política con respecto a lo que ha sucedido”, aunque “bajo ningún concepto” se planteaba “dejar una posición que me han mandado los madrileños”.
La semana pasada, Ahora Madrid echó mano del Reglamento Organico del Pleno del Ayuntamiento para posponer la votación de la reprobación a la concejal de Cultura. Estaba dentro del orden del día, pero la portavoz municipal, Rita Maestre, enarboló un artículo de ese texto que permite la retirada de alguno de los puntos con el fin de incorporar más documentos e informes. Con este movimiento, Ahora Madrid se apunta un tanto para convencer al PSOE de que no apoye en el próximo pleno la reprobación de Mayer. El resultado no es vinculante, pero contribuye a continuar minando la situación delicada de la responsable de Cultura del Consistorio.