“Pili, Polito y Lucero”, la “Tintina republicana” rescatada del olvido

Corría el año 1932 en plena Segunda República Española nació la primera entrega de “Pili, Polito y Lucero”, una suerte de “Tintina republicana” a la española que ahora regresa a las librerías para volver a “ponerlo en valor” después de que el coleccionista Luis Conde lo rescatara del olvido.

Limpiar los dibujos, trazar las líneas, quitar faltas de ortografía o rotular los textos, en esto ha consistido la restauración que la editorial Reino de Cordelia ha tenido que hacer para que esta obra de Augusto Fernández Sastre (Logroño, 1887-México 1975) vuelva a salir a la luz para poner sobre la mesa un ejemplo más de lo que fue la industria del cómic en la posguerra española.

“El problema es que estos libros han desaparecido y cuando encontramos uno intentamos restaurarlo para que el autor no desaparezca y entre en la historia del tebeo español”, cuenta a Efe el editor de Reino de Cordelia, Jesús Egido, sobre este clásico perdido de nuestra viñeta nacional que cuenta las aventuras de Pili, Polito y su perro Lucero, tres aventureros que recorren el mundo.

Por eso, según destaca Egido, estamos ante una “Tintina republicana”, y no solo por la temática de viajes y aventuras, sino también por el parecido de los dibujos a las creaciones de Hergé.

Así, en esta nueva edición restaurada los tres protagonistas se pasean por todo el mundo en unos años en los que “todo era más grande”, según relata Egido. Un hecho que llevó al autor a incluir errores como poner “avestruces en África”.

Pero también le llaman la atención otras peculiaridades del texto y viñetas: “Es un tebeo hecho durante la República, que a veces se confunde con la Guerra Civil, y lo que me llama la atención es que aunque aparece la bandera republicana continuamente los niños tienen un amor patrio a España que ni el NODO”.

Publicada seriadamente entre 1932 y 1934 en la revista Ondas y completa en un álbum en 1935, “Pili, Polito y Lucero dan la vuelta al mundo entero” es también para su editor un “claro antecedente” de la poesía infantil que popularizó Gloria Fuertes y que procede de la tradición del cuento ilustrado europeo del siglo XIX.

“Estos ripios a lo Gloria Fuertes también tienen mucha gracia y a veces métricamente son muy cuestionables pero no los hemos tocado”, destaca.

Calificada como una “joyita” tanto para niños como para mayores, esta edición también llega para hacer un homenaje a los tebeos de nuestra Historia y al propio autor, un ilustrador y pintor que en 1928 obtuvo la medalla de oro en la Exposición Universal de Artes Decorativas e París.

Pero, según relata Egido, tras la Guerra Civil fue internado en un campo de concentración francés y separado de su familia, hasta que logró exiliarse con ella a Nicaragua, donde sobrevivió dando clases de dibujo. En 1944 se trasladó a México, donde ilustro “El Quijote”.

Una vida “trágica” que hizo que en nuestros días se desconozca si la siguiente entrega de esta serie, “Pili y Lucero van solos a descubrir los dos polos” se llegó a publicar en formato álbum o seriada en la revista Ondas.

“No sabemos si fue la Guerra quien lo interrumpió”, lamenta Egido quien no duda en calificar este ejemplar recién publicado de un “cómic ingenuo y prehistórico”.