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'Sabía leer el cielo', un canto bello y crudo a la emigración irlandesa
Las fotografías de Steve Pyke y la narración de Timothy O'Grady componen el relato de la emigración irlandesa a la Inglaterra de mediados del siglo XX en “Sabía leer el cielo”, un libro doblemente evocador que ha inspirado una película y hasta una canción de Mark Knopfler, “Mighty man”.
El libro se edita ahora por primera vez en España y es un tributo a una generación cuyas manos “ajadas y magulladas” construyeron las carreteras, vías de tren y edificios de la Inglaterra moderna. “Cuenta la emigración desde dentro, con toda su belleza y su crudeza”, señala el editor Julián Lacalle, del sello Pepitas de Calabaza.
Originalmente publicado en 1997, “Sabía leer el cielo” empezó siendo un libro de fotografías de Steve Pyke (Leicester, Reino Unido, 1957), artista por cuyo objetivo han desfilado músicos como Sid Vicious y Kurt Cobain; cineastas como Woody Allen o Roman Polanski y escritores como Norman Mailer o Salman Rushdie.
Miembro del equipo de la revista New Yorker, Pyke tiene proyectos más personales -series sobre los supervivientes del Holocausto, los veteranos de guerra o los sin techo de Londres-, entre los que se encontraba esta colección de fotografías, rostros, paisajes, situaciones, tomadas en Irlanda a lo largo de muchos años.
A Timothy O'Grady le pidieron los pies de foto, pero el autor de “Motherland” le dio la vuelta a la propuesta e inventó una historia de ficción basada en las fotografías y también en entrevistas e idas y venidas por residencias de pensionistas y centros irlandeses en lo que fueron los barrios obreros de Londres.
Narrada en primera persona, en “flashback” y con un estilo poético y fragmentado adaptado a los fogonazos de la memoria, la historia es la de un viejo trabajador del oeste de Irlanda que en la soledad de su habitación de Kentish Town (Londres) recuerda episodios de su vida.
Una vida de desarraigo y de pérdida, de trabajo duro y de miseria, en la que la música de un acordeón y el amor de una mujer sirven de redención.
“La secuencia fotográfica y la novela van a la par. Timothy escribe inspirado por las fotos, pero también son distintas. El libro tiene muchas lecturas posibles. Pueden funcionar cada uno por separado, pero juntos la imaginación vuela más”, explica Lacalle.
Y aunque es la historia de Gran Bretaña, en muchos sentidos el editor cree que podría ser la de España en esa misma época. “Hay un paralelismo con la historia de las sierras de nuestro país, la bajada de la gente de los pueblos a las capitales. Ves las fotos y hasta se parecen las personas”.
La novela, que fue llevada al cine en 2000 por el director experimental Nichola Bruce, cuenta con un prólogo de John Berger, cuyo libro “A fortunate man”, acerca de un médico rural y hecho en colaboración con el fotógrafo Jean Mohr, inspiró a O'Grady.
Los flujos migratorios son una de las líneas temáticas de especial interés para la editorial Pepitas de Calabaza.
Hace un par de años publicó “Partir para contar”, que narraba el viaje durante tres años de un clandestino senegalés a Europa, y está a punto de sacar a la venta “El camino de la Bestia”, que cuenta el viaje de un italiano, como un emigrante más, en el tren que cruza México, desde Guatemala a Estados Unidos, llamado la Bestia.
“Uno de nuestros propósitos es dar a conocer la realidad de las migraciones de primera mano, porque se habla mucho de ello pero no se conoce la experiencia real”, afirma Lacalle. “Nuestro trabajo es buscar esos testimonios y darlos a conocer”.