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Toni Peret y Mike Platinas, de Max Mix: “El dj de verdad es el dj de bodas”
Los dj's Toni Peret y Mike Platinas, que hace 30 años revolucionaran el mundo de la música con el fenómeno “Max Mix”, aseguran que, aunque hoy en día existen dj's que son estrellas mediáticas, para ellos “el dj de verdad es el dj de bodas”.
La saga “Max Mix”, lanzada por el sello discográfico Max Music, fue la primera piedra de un género musical que fue muy prolífico en España: los discos de mezclas. Para conmemorar sus inicios, Toni Peret y Miquel Fabrellas -Mike Platinas- presentan ahora un triple recopilatorio, “Max Mix 30 aniversario”, (Blanco y Negro) que agrupa sus mayores éxitos.
Cuando estos dj's empezaron, crear un “megamix” -término que acuñaron- era un proceso “artesanal” consistente en cortar cinta de canciones “por el lugar exacto” y registrar ese trozo “las veces que hiciera falta” para crear un efecto de repetición al ritmo de la música o a diferentes tonos y velocidades, han explicado ambos dj's en una entrevista con Efe.
“Era un trabajo de la prehistoria del montaje de audio”, afirma Fabrellas. Así, estos pinchadiscos crearon un estilo propio a partir de extraer lo mejor de las canciones y unirlo con “efectos de sonido llamativos, un poco horteras” puestos “con mucha gracia”, indica Peret.
Su forma “enérgica” de mezclar las canciones fue a su juicio el secreto de su éxito que traspasó fronteras y les llevó a arrebatar a Julio Iglesias el récord de copias vendidas en una semana y a entrar en el libro Guinness de los récords.
“El fenómeno 'Max Mix' fue el primer golpe duro de una compañía independiente como Max Music a las discográficas multinacionales”, explica Toni Peret.
Su éxito fue tal que “se creó una lista de éxitos de recopilaciones a parte de la lista general de los artistas, ya que en el número uno, en vez de estar artistas de los sellos comerciales, estaba el de una compañía independiente”, ha continuado Peret.
Los “Max Mix” fueron inspiradores de otras sagas de “la misma familia”, de series de discos como “Ibiza Mix” o “Caribe Mix” y “dignificaron la profesión de dj” que en esa época estaba “poco valorada”: “Si un cantante cobraba 10 pesetas por disco de royalties, nosotros solo cobrábamos una”, ha ejemplificado Peret.
Todo lo contrario de la actualidad, en que los dj's internacionales como Harwell o Avici son los artistas más cotizados del momento: “En los años 80 y 90 los pinchadiscos querían ser productores musicales. Hoy día, los productores quieren ser dj's”, ha explicado Platinas.
Según estos pinchadiscos, el éxito actual de los dj -que consideran sobredimensionado- se debe a que se han convertido en “productos de marketing” y han ganado una “gran popularidad” que les ha llevado a llenar estadios “solo por llamarse como se llaman”.
Para Peret y Fabrellas hay dos tipos de dj: el que no cambia su sesión “le guste al público o no” como es el caso de la mayoría de “dj estrellas”, y los “dj polivalentes” que “estudian las reacciones de la gente y se adapta para que el público no pare de bailar”.
“Mientras unos se exhiben, los otros se esfuerzan para que la gente se divierta”, ha explicado Fabrellas.
Peret coincide en el diagnóstico y afirma: “El dj de boda es el dj de verdad. Es un gran dj que tiene que gustar a 3 generaciones como mínimo, y esto Hardwell no lo hace”.
No obstante, ambos están de acuerdo en que las características para ser un buen dj no han cambiado desde que ellos empezaron. Platinas señala al respecto: “Aunque el proceso técnico es ahora menos complicado gracias a la tecnología, se tarda igual en hacer un 'megamix' de nivel, ya que la mayor parte del tiempo se dedica a la creación”.
“El talento es el hilo conductor que enlaza las dos épocas: la creatividad es algo que necesitabas, necesitas y necesitarás siempre como artista, y es lo que marca la diferencia entre un producto mediocre y un producto interesante”, sentencia Fabrellas.
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