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La Unión de Cineastas propone una “política de Estado” para el cine español
La Unión de Cineastas ha reunido hoy en Madrid a profesionales del sector y representantes de los principales partidos políticos para invitarles a poner las bases de “un nuevo tiempo” para el cine español, con “políticas de Estado” más allá de la confrontación partidista.
En un manifiesto leído al comienzo del acto, celebrado en el Círculo de Bellas Artes, la Unión de Cineastas, creada hace un año con la ambición de “regenerar” el ecosistema del cine, ha indicado que la confrontación ha tenido “un resultado desastroso”.
“Hemos estado en el centro de un debate que no nos corresponde y el cine ha dejado de ser percibido como un patrimonio de todos”, ha señalado el productor José Nolla, miembro de la Unión.
Las bases de esa nueva política, según su propuesta, pasan por incorporar la alfabetización cinematográfica en los planes educativos, consagrar la proporcionalidad, es decir, que todas las películas tengan apoyo público, mejorar la transparencia administrativa y defender la excepción cultural del cine.
Los portavoces culturales de los partidos políticos, incluido el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, en nombre del PP, aceptaron el formato de la convocatoria, en la que durante la mayor parte de las tres horas que ha durado el acto se han limitado a escuchar.
“El cine merece un tratamiento de Estado, por encima de los vaivenes de la política. Algo tan importante y tan frágil no puede utilizarse como arma arrojadiza”, ha apuntado José Antonio Félez, productor de la premiada “La isla mínima”.
El también presidente de la Asociación Estatal del Cine ha aportado el dato de que en 2014 se vendieron en total menos de 100 millones de entradas, frente a las 150 millones de 2001, cifras que indican que “la forma de ocio ha cambiado y hay que estar preparado para ello, el cine no solo se ve en salas”.
Borja Cobeaga, entre la broma y la reivindicación, ha asegurado que lo que él hace no es cine de autor sino “cine de autónomo” apelando a la necesidad de mantener la profesionalización del sector, lo que en su opinión pasa por seguir haciendo películas de medio presupuesto, que tienden a desaparecer.
Juan Carlos Tous, de la plataforma Filmin, ha dado el punto de vista de la nueva distribución digital y en este sentido ha reclamado una mayor inmediatez en el acceso a las películas después del estreno en cines. “No puede ser que después de tres o cuatro semanas de exhibición las películas queden en el olvido”, ha dicho.
Cuando finalmente ha llegado el turno a la política, Lassalle ha prometido hablar “a calzón quitado” y a continuación ha afirmado que “lamentablemente la política no puede cambiar la realidad completamente”.
Y la realidad, ha dicho, es que la media de lectura en España es de cinco libros al año y que a la gente “no le interesa Dreyer y Renoir” sino “el cine del siglo XXI”, lo que ha despertado algún abucheo.
Lassalle ha defendido la gestión del PP y ha insistido en que la modificación de la ley del cine “va a ser inminente” y “va a dar seguridad jurídica”, y será un modelo que contemple tanto las películas de “la industria” como las de pequeños productores.
Sobre las ayudas pendientes, ha asegurado que “hay un compromiso público” de afrontar el pago de las correspondientes a 2012, sobre las que se había aplicado, por primera vez, un prorrateo del 12 %.
En su opinión, el problema del cine “no es sólo Montoro, sino cómo están montadas las propias estructuras del cine”.
Ibán García del Campo, en nombre del PSOE, ha avanzado entre sus propuestas bajar el IVA cultural al 5 %, aumentar los incentivos fiscales y un estatuto especial de las profesiones artísticas.
Jorge Lago, de Podemos, ha apuntado que el objetivo del pacto por la cultura ha de ser crear, por primera vez, un verdadero modelo de política cultural en España, en lugar del “parcheo permanente” que a su juicio ha habido hasta ahora.
Milagros Hernández, de Izquierda Unida, ha apostado por “recuperar competencias locales y regionales” para tomar medidas efectivas de apoyo al sector, mientras que Esther Ruiz, portavoz de Ciudadanos y productora de cine, ha opinado que el problema es la ausencia “de un perfil industrial fuerte” del cine.
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