Un documental y cinco películas para celebrar al Buñuel mexicano
Se celebró en México la 30 edición del Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG) y el director Javier Espada presentó el largometraje Tras Nazarín, un documental que sigue los pasos de Luis Buñuel en el rodaje de la película que lleva el mismo nombre, donde encontró los retazos de su infancia y de la España perdida que el cineasta añoraba.
En 1959, Buñuel escoge varios pueblos del estado de Morelos (centro de México) para situar esta película, basada en la novela de Benito Perez Galdós, y pone su mirada en el país que el director ha abandonado, o sea, España. “Estos rasgos nostálgicos -cuenta el director- hacen que Nazarín sea una película muy española en México”. Nazarín es el antecedente de Viridiana, rodada un par de años después.
El documental, estrenado durante esta edición del FICG recoge testimonios de personajes como el director Carlos Saura, el fotógrafo Gabriel Figueroa Flores o las actrices Silvia Pinal y Asunción Balaguer. También incluye declaraciones del propio Buñuel y desempolva su archivo fotográfico, donde el director plasmó las localizaciones del largometraje protagonizado por Francisco Rabal.
El proyecto entero está empapado de nostalgia: la nuestra por uno de los grandes genios del cine español y la suya por el país al que odia y extraña. Como homenaje, hemos querido rescatar las películas más relevantes del Buñuel mexicano.
Gran Casino (1947)
Gran CasinoLa primera película que dirigió Luis Buñuel en México. De carácter comercial, el film estaba protagonizado por el popular cantante mexicano Jorge Negrete y narra la historia de cómo dos prófugos entran a trabajar al servicio del propietario de unos pozos petrolíferos, José Enrique Irigoyen, quien desaparece de forma misteriosa. La hermana de Irigoyen se hace cargo de la empresa y, aunque sospecha que los prófugos están relacionados con la desaparición de su hermano, no puede evitar enamorarse de uno de ellos. La película fue un fracaso de taquilla pero supuso la entrada de Buñuel en la industria mexicana del cine.
Los olvidados (1950)
Los olvidadosComo su durísimo documental sobre las Urdes, esta película tenía una clara intención de denuncia ya que retrataba la realidad de pobreza y miseria urbana que la élite mexicana del momento no quería reconocer. En México no fue bien acogida por los ultranacionalistas, incluyendo personajes de la élite cultural como el propio Negrete, protagonista de su primera película. Aún así, este largometraje le valió el premio al mejor director en el Festival de Cannes en 1951, consiguiendo así el reconocimiento internacional de la película y volvió a poner a Buñuel en el mapa, a pesar del exilio.
Él (1953)
ÉlBasada en la novela de la escritora canaria Mercedes Pinto, esta película retrata una historia de celos y pasión que permitió al director mostrar todos los registros posibles del melodrama. En el momento de su estreno resultó ser un fracaso comercial, pero fue reconocida en los años posteriores e inspiraría numerables versiones en torno al mismo tema, como Celos de Vicente Aranda o El Infierno de François Cluzet.
Nazarín (1959)
Nazarín es un cura que comparte su pobreza con los necesitados y protege a los débiles. Después de proteger a una prostituta que es acusada de provocar un incendio, se ve obligado a abandonar su tierra para emprender un camino en el que defender sus valores le traerá más de un conflicto. Con esta película, protagonizada por Paco Rabal, Buñuel consiguió el Premio Internacional del Festival Internacional de Cine de Cannes en 1959.
El ángel exterminador (1962)
El ángel exterminadoEs una de sus películas más importantes y personales, en la que se repiten varias bromas privadas de su época en la Residencia de Estudiantes. En la película, un grupo de personas quedan atrapadas en una mansión después de una gran cena. Nada los retiene, pero no pueden salir. El pánico empieza a desatarse cuándo se ven peligrar los servicios básicos, comida, agua, etc. El film pretende ser un retrato de la clase burguesa, de cómo estas élites se encierran en sí mismas y acaban descomponiéndose, alejándose del mundo.