Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
El jefe de la Casa Real incentiva un nuevo perfil político de Felipe VI
Así queda el paquete fiscal: impuesto a la banca y prórroga a las energéticas
OPINIÓN | 'Siria ha dado a Netanyahu su imagen de victoria', por Aluf Benn

Las nominaciones a los Goya se olvidan de la crítica social y el riesgo creativo

Póster de 'El rey tuerto'

Francesc Miró

Pasa todos los años y en todos los premios, así que hay escasa novedad en decir que los Goya no son excepción: siempre se olvidan de alguien. Nominar a cinco filmes en la categoría de Mejor Película es cometer la injusticia de excluir a nada menos que 150 producciones.

Este año, de los 155 filmes que se presentaron -90 de ficción, 62 documentales y 3 de animación-, solo unos pocos han llegado a la primera meta: las nominaciones. Hasta aquí compitieron 58 filmes europeos y 33 cortometrajes, 129 guiones originales y 18 adaptados. De todos ellos solo seguirán corriendo las películas que anunciaban Natalia de Molina y Javier Cámara hace poco.

Tampoco sorprende descubrir que otro año, unos pocos títulos acaparan la mayoría de las categorías. Un monstruo viene a verme opta a nada menos que 12 premios mientras que Tarde para la ira y El hombre de las mil caras pueden hacerse con 11 cabezones. El resultado no lo sabremos hasta el día 4 de febrero, pero a la vista está que algunos de los más interesantes títulos del año han quedado irremediablemente fuera si no de todas las categorías, al menos de muchas a las que podrían haber optado. Aquí los grandes olvidados de la 31º edición de los Goya.

La próxima piel

Isaki Lacuesta e Isa Campo triunfaron en el pasado Festival de Málaga con un crudo y contundente drama familiar vestido de thriller que les valió, entre otros, el Premio Especial del Jurado y el de Mejor Dirección. Lacuesta repetía con Campo después de trabajar a cuatro manos en el cortometraje Alpha, and again y demostraba que podía recuperarse del enorme batacazo que fue Murieron por encima de sus posibilidades.

La crítica alabó la labor de ambos en lo que parecía ser una de las películas que mayor unanimidad había suscitado en el sector en mucho tiempo. No parece haber sido suficiente para la Academia, que solo ha nominado a Emma Suárez a Mejor Actriz de reparto. En un alarde de variedad, la actriz madrileña también está entre los cuatro nombres - de 50 candidaturas- que optan al Goya de Mejor Actriz Protagonista.

7 años

Este thriller sobre los entresijos de la amistad con la corrupción como telón de fondo, era la primera producción española de Netflix. Se trataba de una película solvente sostenida por cuatro actuaciones estelares, un solo espacio y tensión. Este filme dirigido por Roger Gual cuenta con uno de los mejores guiones del año, un libreto mordaz y crítico firmado por José Cabeza y Julia Fontana. Optaba a 16 candidaturas, entre ellas las actuaciones de Paco León, Juana Acosta, Juan Pablo Raba y Alex Brendemühl. Se retira de la carrera sin ninguna.

Astral

El documental de Jordi Évole sobre el velero de lujo convertido en barco para refugiados ha sido uno de los testimonios visuales más impactantes que nos ha dejado 2016. El papel del equipo de Salvados en la difusión de la labor de los socorristas de la ONG Proactiva Open Arms, no ha sido suficiente para la Academia. Una pena porque sin duda resultaba ser un candidato más que sólido a Mejor Documental, una de las siete candidaturas a las que aspiraba. Y nada.

Boye

“Llega un momento en la vida que dices, ¿por qué no hablo de mi vida en lugar de que lo hagan los demás por mí?”, decía Gonzalo Boye en la presentación de la película que repasa su vida y trayectoria. Este hábil documental contaba su historia sin reparos en un ejercicio de transparencia personal y profesional muy escaso en el cine patrio. Pero de las ocho candidaturas a las que aspiraba, se ha quedado sin ninguna.

El ejército perdido de la CIA

El periodista y director David Beriain volvía a ponerse detrás de la cámara, jugándose el cuello -tras la impactante Amazonas, el camino de la cocaína- con otro documental de los que no dejan indiferente. La guerra de Vietnam no terminó el 30 de abril de 1975. Este documental pone voz a aquellos a los que la historia oficial decidió borrar del mapa: los soldados entrenados por el servicio de inteligencia norteamericano para frenar el comunismo. No lo encontraréis entre las nominadas pero sí podéis verlo online aquí.

In the same boat

Este documental dirigido por Rudy Gnutti y producido por Films 59, abordaba como pocos la actualidad urgente de un sistema ya desgastado. Analizaba ideas que hoy copan los titulares tales como la renta básica o el reparto del trabajo en un mundo tecnificado a través de los testimonios de Zygmunt Bauman o José Mújica. Impecable en su forma de exponer y eficaz en sus objetivos, este documental también se ha quedado sin ninguna de las 10 candidaturas a las que aspiraba.

Igelak

A su paso por el Festival de San Sebastián, esta pequeña comedia vasca dirigida por Patxo Telleria y protagonizada por Gorka Otxoa cayó de pie entre el público. Se trata de una mordaz sátira que narra la historia del director de una sucursal bancaria detenido por delitos económicos. Tras ser abandonado por el superior que le enredó en el delito, huye para evitar la cárcel y se convierte en fugitivo. Este filme que destila simpatía de forma natural tal vez sea de las comedias más originales estrenadas en España este año. Aun está en cines, pero no estará en la gala del 4 de febrero.

El destierro

El primer largometraje de Arturo Ruiz Serrano jugaba con la máxima “menos es más” para encerrar a tres personajes en una cabaña en plena Guerra Civil. Uno de los debuts más interesantes del año que se situaba a medio camino entre el drama romántico y el thriller psicológico. Bien podría haber sido nominada por su fotografía, por su guión o por las actuaciones revelación de Eric Francés y Joan Carles Suau. Pero se irá de vacío.

La muerte de Luis XIV

La que algunos han definido como la película más radical del ya radical realizador Albert Serra: una coproducción cuyo riesgo formal merece mucha más atención de la que se le ha prestado. Serra tal vez sea de los directores con más talento de su generación y sin embargo parece ser un renegado en España. La Academia no tiene intención de sacar su nombre del ostracismo: ni una sola nominación para el catalán en una película que ha encantado a la crítica especializada.

La reconquista

Si bien La reconquista no es la mejor película de Jonás Trueba, sí que se trata de un filme con personalidad. El realizador intenta desembarazarse de las etiquetas que pesan sobre él y la jugada no le sale del todo mal. Si no fuera por un tercer acto excesivo, tal vez hubiera gustado más a los académicos que la han dejado sin una sola opción. Ni él ni su padre, que juega en la liga de 5 nominaciones incluyendo la de Mejor Actriz para Penélope Cruz, parecen tener opciones de triunfar este año.

El rey tuerto

Una película abiertamente política con una sobrada solidez en su realización, en su dirección de actores y en su puesta en escena. Opta solamente a Director Novel, gracias al trabajo de Marc Crehuet, pero si hubiese probado suerte con su guión adaptado o con las actuaciones de altura de Alain Hernández y Miki Esparbé, tal vez ahora reivindicaríamos sin reparos esta película, que desarma a base de honestidad. Puede que los filmes sobre antidisturbios y manifestantes que han perdido un ojo por su culpa sean demasiado subversivos para los académicos.

Las amigas de Àgata

Otra de esas apuestas por la sangre joven de nuestro país que los Goya dejan escapar. Marta Verheyen, Alba Cros, Laura Rius y Laia Alabart nos han dejado un film low cost que empezó como proyecto de final de carrera y llegó a convertirse en una de las películas independientes más sorprendentes del año. Una pena, pues se trata de una película de indudable talento cuyas posibilidades en dirección novel no hubieran sido en absoluto desdeñables.

Neruda

Si acaso la ausencia que más clama al cielo de las que copan esta lista. La atrevida obra del siempre eficaz Pablo Larraín se cuenta entre las películas de habla hispana más importantes del año. No en vano, el nombre del chileno suena para los Oscar gracias a su reciente biopic sobre Jacqueline Kennedy protagonizado por Natalie Portman.

Neruda, por su parte, puede hacerse con el Globo de Oro a Mejor Película de habla no inglesa y la National Board of Review no ha tenido reparos en asegurar que se trata de una de las mejores películas del año. Mientras, aquí no dejamos que opte ni a mejor Película Hispanoamericana, aunque siendo una coproducción optaba a otras trece candidaturas.

Etiquetas
stats