El mundo de la cultura rinde homenaje a “la gran dama del arte”, Soledad Lorenzo

El mundo de la cultura ha rendido homenaje a Soledad Lorenzo, “la gran dama del arte”, durante la firma del deposito-comodato en virtud del cual 406 obras procedentes de la colección de la reconocida galerista pasan a formar parte de los fondos del Museo Reina Sofía.

En esta colección figuran 89 artistas, entre ellos 50 españoles, de diferentes generaciones y de reconocido prestigio, entre ellos Tàpies, Palazuelo, Gordillo, Soledad Sevilla, Pérez Villalta, Barceló, Sicilia, Broto, Uslé o Civera junto a norteamericanos como Julian Schnabel, Ross Bleckner, Roberto Longo, David Salle o George Condo.

Para Soledad Lorenzo, el protagonista del acto celebrado en el museo “es el arte” y por el arte ha señalado: “he hecho yo este deposito al Reina Sofía”.

Su actividad como galerista, recordó, le ha permitido vivir el arte desde diferentes aspectos en los que siempre aparece “la inteligencia de la mirada”, que no tiene nada que ver con la inteligencia de la palabra.

“Esto que parece tan simple no se explica en nuestra educación. Somos nosotros mismos los que vamos adquiriendo un interés por el arte y en esa educación silenciosa sentimos que nos está aportando algo que no teníamos y que llega en un momento que no solo nos marca sino que nos constituye”, afirmó Soledad Lorenzo.

El arte ha sido esencial en su transformación de mente, de forma de amar la vida y de vivirla.

“Yo pertenezco a la palabra y sin embargo -ha explicado- creo que la inteligencia de la mirada me ha dado una transformación tan importante que por eso es mi agradecimiento a ese mundo que he tenido durante 30 fantásticos años de profesional y que me han dado una vida mucho mejor que la que hubiera tenido sin estar en contacto con el arte”.

Desde ese amor al arte y desde su inteligencia profesional, entendió que su colección “solo podía vivir y ser útil en un museo” y que solo al Reina Sofía le correspondía para que estas obras tuviesen vida.

En respuesta a estas palabras, el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, destacó el “gran acto de generosidad” de la galerista, exponente de que hay una generosidad enormemente inteligente.

Las obras cedidas “permiten trazar un discurso artístico de lo más relevante y significativo del arte español contemporáneo”, sobre todo en un momento en que las dificultades económicas a la hora de las adquisiciones lo hacen especialmente meritorio e importante.

Wert consideró esencial la necesidad de educar la mirada, porque da la sensación de que basta con abrir los ojos para ver. “Esa falta de cultivo es por la que nos sentimos a veces tan alejados del arte contemporáneo; no sabemos mirar porque no nos han enseñado, hay que educar esa mirada, no solo enseñar a dibujar sino a saber ver”.

La cesión permitirá, según el director del Reina Sofía, Manuel Borja Villel, llenar un hueco en el museo, además de poder contar mejor la historia del arte español y de narrar “una historia que ha sido muy importante en el vida cultural de este país”, que es la historia de la galería de Soledad Lorenzo, “cuya donación es ejemplar”.

Diecinueve de las obras más destacadas de la colección, que ha sido valorada en 16 millones de euros, ya se encuentran en el museo, que en 2016 tiene previsto abrir nuevas salas dedicadas al arte contemporáneo además de organizar una exposición sobre este periodo, en la se incluirá un capítulo dedicado a la galería de Soledad Lorenzo.

En contestación a las preguntas de los periodistas sobre la ley de Mecenazgo, Wert consideró que las medidas de incentivo contenidas en la Reforma Fiscal suponen un avance sobre el régimen actual, aunque reconoció que “a todos, y sobre todo a los que tenemos responsabilidades en materia educativa y cultural, nos gustaría que los incentivos pudieran ser más generosos”.

Sobre las quejas de la Asociación Española de Abogados Cristianos y Hazteoir.org, entre otras, en relación a alguna de las obras incluidas en la exposición “Un saber realmente útil”, organizada en el Reina Sofía, el ministro manifestó que nunca está en el animo del museo herir sensibilidades o sentimientos de nadie.

Consideró que el museo tiene sus propias normas, su estatuto de autonomía y sus órganos de dirección, “y el propio director ha tomado una serie de iniciativas encaminadas a que se evite en la medida de lo posible esa posible herida a la sensibilidad de algunos”.

Entre estas iniciativas figuran una advertencia de que en la mencionada exposición hay piezas que puedan herir la sensibilidad, así como la convocatoria del director a las asociaciones para ofrecer sus explicaciones.