Celia Mayer: “Madrid Destino ha funcionado más como una sociedad inmobiliaria”
A la derecha del enorme despacho que ocupa Celia Mayer (Madrid, 1982), concejal de Cultura y Deportes del grupo Ahora Madrid en el consistorio madrileño, hay un cuadro gigante que refleja una panorámica de Madrid que no le gusta nada. “Mira todo ese feísmo. Estoy deseando quitarlo”, dice. Es la misma sensación que tiene con todo el edificio, antigua Casa de Correos y que convirtió en sede municipal Alberto Ruiz Gallardón en 2007. “Produce una distancia institucional según entras que es brutal. Yo me siento desamparada aquí. No son espacios para trabajar en colectivo. Cuando llegamos dijimos, ”no hay pizarras, no hay cosas para trabajar“”, reconoce.
Ella misma venía del colectivo social y cultural Patio Maravillas, donde había colaborado con las actividades culturales y casi de rebote –recuerden la polémica por los tuits del concejal Guillermo Zapata- se convirtió en concejal de Cultura y Deportes pasando a gestionar un presupuesto de más de 130 millones de euros. Y, aparte del gran despacho, de pronto se encontró con las primeras polémicas como la campaña de Navidad, la retirada de la subvención a la Escuela de Tauromaquia y, sobre todo, la gestión de Madrid Destino, la empresa pública que administra los espacios públicos culturales como museos y teatros. El pasado mes de julio destituyó, también con revuelo, al director de Centro-Centro, José Tono, pero no es el único cambio previsto ya que para enero pretende presentar un plan estratégico para Madrid Destino en el que, aunque no lo confirma, es muy probable que cambie parte de la estructura.
Por todo ello reconoce que en estos cinco meses apenas ha tenido tiempo para nada, ni siquiera para dar entrevistas, por lo que se disculpa. También echa de menos tener tiempo para el ocio y para hablar más a menudo con la alcaldesa Manuela Carmena, aunque admite que está ilusionada: “No hemos tenido una oportunidad como esta nunca para cambiar la ciudad en la que vivimos”.
Usted llega a este despacho y entre las primeras cosas con las que se encuentra es con la campaña de Navidad, que llegó con polémica por el belén y la cabalgata. ¿No dijeron que no iba a haber belén? Al final no sólo no hay belén, sino también sus luces, la cabalgata… Una Navidad como las de antes, vaya.
De hecho, hay cuatro ‘belenes’. Nosotros entramos aquí en el mes de mayo y la Navidad se empieza a preparar en junio porque cada proceso administrativo lleva seis meses de preparación. En ese sentido la capacidad de margen de maniobra para organizarla ha sido muy poca. La Navidad tenía ya un formato con partes que no nos gustan y que vamos a intentar cambiar los próximos años. Por ejemplo, ahora toda la Navidad se organiza con patrocinios de empresas. Sin esos patrocinios es cierto que la Navidad sería un poco inviable, pero es que este año no hemos tenido margen… Lo que sí hemos querido es transformar la Navidad en una oportunidad para juntarse con la cultura de la ciudad.
Dos cosas. Una, ¿cómo lo han orientado? Y dos, ¿quién ha dirigido la organización de esta campaña navideña? ¿No se le ha encargado a un comisario específico para ello?
La dirección de la Navidad la ha llevado Jesús Carrillo, que es el director general de actividades culturales y él sí ha contado con colaboraciones externas. Y hay diferencias en cuanto a la programación, ya que hay muchas más actividades y a la diversidad de esa programación con cosas para todos los públicos que normalmente no estaban contempladas en las actividades tradicionales como que juntaran a las familias, y sobre todo, orientarlo a públicos más juveniles. También se han descentralizado las actividades porque queríamos llevarlas a los distritos. También se ocupa mucho más el espacio público. Se va a hacer una ciclo vía en el Paseo del Prado que se va a caracterizar, una gymcana lumínica en Madrid Río, un roller-patín… Pero esperamos hacer más el próximo año.
¿Por qué se dijo que no iba a haber belén y luego sí ha habido? ¿Se echaron para atrás por la polémica generada?
Nosotros no partimos de un punto de vista ideológico en la programación. Entendemos que la programación cultural tiene que ser para todos los públicos y todos los públicos no es el varón de clase media al que solemos estar acostumbrados. Pero si incluyes tradiciones, por supuesto en Madrid hay gente a la que le gustan los belenes y el ayuntamiento tiene que participar en esa programación. Nunca ha habido una idea de negar los belenes, simplemente de colocarlos y distribuirlos por las zonas que nos parece que tienen más sentido.
Entonces, ¿les falló la comunicación? ¿Admite que no lo comunicaron bien?
(Resopla) Bueno… Normalmente tiene que ver más con la relación que tiene Ahora Madrid en general con los medios de comunicación. Hay muchos aprioris y estigmas que se les atribuyen a Ahora Madrid que enseguida saltan a la escena mediática, como ocurrió con la Navidad, y luego se demuestra que no son ciertos.
Pero, por ejemplo, se critica el coste de la cabalgata, ¿ustedes han mantenido los costes de los años anteriores?
Respecto a toda la Navidad es muy difícil calcular el presupuesto porque colaboran todas las áreas y además hay muchos patrocinios privados así que no te puedo decir cuánto cuesta la Navidad porque aún no tenemos el dato económico. La cabalgata la hemos mantenido sobre todo porque es un presupuesto del año 2015 que nosotros tenemos la obligación de cumplirlo. Hemos mantenido todo lo que estaba presupuestado que es lo que hemos podido hacer.
También se ha encontrado con otros problemas como la protección de los edificios históricos. Nos encontramos con que el Taller de Artillería puede ser demolido por la Operación Chamberí. ¿Por qué no se ha encargado un informe para verificar su grado de protección? Se ha quedado a la intemperie. Y lo mismo ocurre con otros edificios como ahora las cocheras de cuatro caminos. el Taller de Artillería puede ser demolido por la Operación Chamberí.
Sí hubo una reflexión con respecto al Taller, pero hemos tenido poca capacidad de acción. En muchas ocasiones estas decisiones o bien se encuentran predeterminadas o bien dependen de una normativa que nos supera y que estamos obligados a cumplir. Yo estoy de acuerdo en que es una catástrofe cultural. Totalmente de acuerdo. Pero creo que los cambios son estructurales y que requieren tiempo. Y esto es una discusión en el seno del grupo municipal.
De este asunto se encarga el Área de Urbanismo Sostenible, pero Cultura gestiona el patrimonio. ¿No hay vuelta atrás como siguen pidiendo las asociaciones en defensa del patrimonio? Y, ¿se van a tener otros edificios históricos en cuenta?
Honestamente, no lo sé. No sé qué decirte. Lo que nos toca desde el área es replantear el concepto de patrimonio. En muchas ocasiones hay tesoros patrimoniales en la ciudad, como el Café Comercial, que no encajan ni siquiera en las categorías de patrimonio, pero sí son patrimonio inmaterial, sobre los que no tenemos ninguna herramienta.
Bueno, el Comercial tiene un interior de art-decó, y, por ejemplo, el Café Gijón sí está protegido como BIC desde 2012. Al final despierta suspicacias que haya algunos lugares protegidos y otros no.
Pero esto pasa porque las normas no son tan flexibles como la sociedad. Y en muchas ocasiones tienen lagunas que son terroríficas. Yo sentí mucha frustración con el Café Comercial porque en realidad no podíamos hacer nada, cuando tendría que ser una función de este ayuntamiento proteger el patrimonio inmaterial de la ciudad.
¿Y cómo? Ya existe ese catálogo de bienes culturales. ¿Qué querrían hacer?
Nosotros tenemos el deber de cuidar el patrimonio y hay que hacer una mutación del concepto de patrimonio, como sucede con los museos donde la cultura muchas veces está cerrada sobre sí mismos, para que tengan un mayor uso social. Queremos hacer del patrimonio algo vivo, no una institución cultural muerta, sino en relación constante con la ciudad.
Eso nos lleva a hablar de otros edificios públicos vacíos. En Madrid existen hasta 421 edificios en este estado. La alcaldesa dijo que se les podría ceder para la actividades de colectivos sociales y culturales… Sin embargo, aún nada de esto ha ocurrido.
Ya hemos aprobado una ordenanza en el pleno. Esto lo lleva el área de Coordinación Territorial que lleva Nacho Murgui. Nosotros tenemos que construir normas que son las que garantizan unos derechos, y eso lleva un tiempo institucional. Se está trabajando en un protocolo de cesión de espacios que ya se llevó al pleno, no sé si en octubre o noviembre, que dio los primeros pasos hacia eso, y se trabaja también en la comisión territorial para ver cómo se trabaja en esos protocolos de cesión y esperemos que esté listo en torno a enero. Y a partir de ahí ya podremos trabajar en esto.
Usted además procede del Patio Maravillas. ¿Habrá un local para este centro como se pidió y se criticó al anterior equipo de Gobierno?
(Sonríe) Eso depende de Nacho Murgui, de Coordinación Territorial, y yo espero evidentemente que sí, porque es una institución cultural y social en la ciudad que desde luego se lo merece.
En cualquier caso, ¿cómo se van a ceder? ¿Mediante concurso? Porque una cesión podría primar una asociación sobre otra…
Sí, sí, va a ser una concurrencia pública. De todas formas, yo no trabajo directamente sobre este tema y no quisiera equivocarme. En cualquier caso, es un protocolo, una norma del ayuntamiento que abrirá un concurso al que se presentarán las asociaciones.
Hablemos de otros edificios que gestiona Madrid Destino, la empresa pública de cultura y turismo, como Madrid Arena y Caja Mágica. Pese a su presupuesto y alto coste la infrautilización es absoluta. ¿Qué piensan hacer con ellos?
Nosotros nada más llegar hicimos un estudio porque Madrid Destino ha funcionado más como una sociedad inmobiliaria que como una empresa que tiene un objeto público y social que es la cultura. No hemos encontrado con muchas infraestructuras tanto en desuso como con unos costes de mantenimiento espectaculares, por ejemplo, el de la Caja Mágica. Además se encuentran a espaldas de sus barrios y distritos. Por tanto, en enero vamos a presentar el plan estratégico de Madrid Destino. El modelo de explotación de espacios que ha tenido Madrid Destino ha sido puramente comercial. Es verdad que la empresa pública necesita ser sostenible y una fuente de los ingresos es el alquiler de espacios, pero nosotros creemos que puede haber otro modelo de utilización de esos espacios que se relacione mejor con el objeto de esa empresa que es la cultura y que no condicione la programación cultural de estos espacios.
¿Y qué modelo quieren para Madrid Destino?
(Risas) Va por capas porque este es un proyecto de legislatura. Para empezar, creemos que una empresa pública tiene que ser absolutamente transparente en su gestión y para eso ahora estamos haciendo un proceso de auditoría interna porque es una empresa my compleja. Y la primera fase la contaremos en enero. Por otro lado, su objeto principal tiene que ser la cultura es decir que la lógica del mercado tiene que estar subordinada a la programación cultural de la ciudad. Y, en tercer lugar, debe ser una empresa que se desarrolle con el tejido cultural de la ciudad de una manera normalizada porque muchas veces es totalmente opaca y está bloqueada a que cualquier grupo cultural, asociación, interactúe con ella. Luego hay otras capas que contaremos en enero y que tienen que ver con los teatros públicos, contenedores culturales, cómo se gestiona el personal… Madrid Destino tiene un problemón de personal sin convenio colectivo y con unas condiciones de trabajo problemáticas en muchos casos.
Según los presupuestos de 2016, Cultura incrementa su dotación en un 20,3%. Madrid Destino contará con 3,3 millones de euros más, sin haber terminado de hacer esta auditoría. ¿A qué lo van a destinar?
Lo que hemos hecho es una apuesta por la cultura y el deporte. Antes el presupuesto era absolutamente marginal, era en torno al 1,7%, 2,7% del total. Madrid Destino lleva parte de la programación cultural del área y aparte tiene mecanismos más flexibles al ser una empresa pública y no ser administración. Por tanto, ese dinero va a ir destinado a aumentar la programación y a hacerla más diversa.
Sin embargo, Madrid Destino en estos cinco meses, y a pesar de tener un nuevo director como es Santiago Eraso, sigue siendo la misma empresa que tuvo el anterior gobierno… Es decir, no se ha hecho ningún cambio.
Sí, sí los hemos hecho. Algunas te las puedo contar porque son públicas y otras no porque son internas. Cuando llegamos tomamos una serie de medidas que tenían que ver con la salud de los trabajadores, en concreto algún despido disciplinario como el del financiero de Madrid Destino. Hemos renovado todos los puestos de dirección [de la empresa].Estamos elaborando este plan estratégico para tomar las decisiones porque no se trata solo de cambios estéticos, sino de cambios profundos en la empresa y para eso necesitas un estudio en profundidad de lo que vas a hacer. Nos hemos dedicado a poner orden en el departamento financiero, que eso requiere tiempo.
¿Qué han descubierto en las cuentas de Madrid Destino?
Bueno, pues había algunas facturas que no aparecían en la contabilidad y seguimos con la auditoría.
¿Fraude con las facturas? Eso es gravísimo en una institución pública, ¿no se plantearon el desmantelamiento de la empresa?
Nosotros lo que nos planteamos es qué modelo de institución cultural queremos para la ciudad de Madrid. Porque es verdad que una artificialidad entre el área y Madrid Destino que no es natural porque la programación de la dirección de actividades culturales va a través de Madrid Destino y los trabajadores de Madrid Destino no se tocan con los del área. Orgánicamente estamos pensando qué modelo podría ser. Nos estamos fijando también en otras ciudades europeas que nos puedan alumbrar un poco, pero estos son cambios de carácter estructural y lo que no puedes es destruir Madrid Destino porque si te oyen los trabajadores, te matan.
¿Y a usted qué modelo le gustaría?
Madrid tiene la suficiente originalidad como para producir su propio modelo. Creo que tiene una creatividad y un tejido cultural que no le hace falta referenciarse en otra. Los modelos institucionales de cultura en otras ciudades, por muy avanzadas que sean, siempre se van quedando por detrás a lo que produce el propio tejido cultural. Es el caso de Barcelona, por ejemplo. Hay otras ciudades europeas que son interesantes algunas partes, como Berlín, de donde rescataría algunas cosas.
Sí, la propia Berlín cada vez tiene más un modelo cultural mixto de patrocinio con las empresas. ¿Es posible salirse de ese camino en Madrid, con un ayuntamiento que tiene una deuda tan enorme? Es decir, hace falta un presupuesto fuerte para programar sin la necesidad de recurrir al dinero privado y eso conllevaría subida de impuestos etc.
Uf, para mí muchas veces esa visión económica de la cultura es importante, pero no debería determinar el modelo cultural de la ciudad porque es economicista. Desde luego, nosotros tenemos que contar con la colaboración privada porque es verdad que son cosas que importan a la ciudad, como hemos dicho antes con el tema de la cabalgata. Pero yo creo que hay cosas que no cuestan dinero y que producen efectos exponenciales muchísimo más importantes en la ciudad que otras. Y no es tan difícil de producir sino que se trata más bien de conectar piezas y poner los recursos. Por supuesto, me preocupa tener dinero y tener capacidad de hacer cosas, pero también hay otra batería de medidas que no requieren tanto dinero.
¿Cuáles son esas cosas que a su juicio no cuestan dinero?
Hay cantidad de espacios municipales infrautilizados que tan solo con abrirle la puerta a la ciudadanía podrían producir una riqueza inédita en esta ciudad. La normativa de utilización del espacio público de rodajes son tapones para la creación que dificultan que cualquier actor cultural de la ciudad pueda hacer su trabajo y que no costaría, bueno, sí costaría porque muchas veces están vinculados a tasas, pero sería una cuestión de hacer sencillos los procedimientos para que se pueda utilizar la calle que es patrimonio de todos. Producir relaciones de cooperación entre distintas instituciones, actores, e incluso el sector privado. El ayuntamiento puede ejercer una función de mediación interesante que amplíe ese circuito. Es dramático que Madrid, la comunicación de las actividades culturales públicas esté desfragmentada, no haya una potencia en redes… Y eso no tiene un coste extraordinario.
Un edificio que ha pasado a gestionar directamente Madrid Destino es Centro-Centro. ¿Por qué se destituyó al anterior José Tono en julio? El centro era rentable, tenía grandes exposiciones… Fue extraño.
Nosotros tenemos un proyecto para Centro-Centro. Recibe muchos visitantes porque está en un sitio muy turístico, pero la gestión que hacía el anterior director no concuerda con el proyecto que queremos tener para Centro-Centro.
¿Qué van a hacer?
Va a tener varios espacios. Una planta baja con una especie de reinvención de oficina de atención turística bastante más cualificada y más abierta. Y después queremos hacer un centro que vincule a Madrid con otras ciudades del mundo. Hay muchos experimentos e innovaciones que hacen otras ciudades y pueden contribuir mucho a que Madrid aprenda otras cosas, incluso desde los propios distritos.
¿Qué hay de cierto en la oferta por parte de Telefonica para desarrollar allí un hub?
Telefonica no tiene ningún proyecto, lo tiene la Agencia para el Empleo. No tengo muchos datos sobre este proyecto, pero la Agencia del Empleo tiene un proyecto tecnológico de empleabilidad con jóvenes que va a estar situado aquí. Y eso se hace en colaboración con Telefonica.
¿Y esa colaboración con Telefónica, ¿cómo es? ¿Se va a ceder un espacio público a una empresa privada? Hace meses ya ocurrió con MediaLab.Hace meses ya ocurrió con MediaLab.
Ahora no sé cómo es. Yo no he participado en estas conversaciones. Esto lo está llevando [la vicealcaldesa] Marta Higueras.
¿Se va a habilitar un concurso para decidir el director de Centro-Centro? ¿Cuándo va a ser?
Esto es lo que vamos a contar en enero, cuál va a ser el modelo de gobernanza de los centros.
¿Se plantean la destitución de otros directores de centros públicos, como la de Conde Duque, Matadero o Medialab?
Lo contamos en enero, si no te importa…
Esto invita a pensar que lo van a remodelar.
No te puedo contar nada ahora… Lo queremos contar en enero, bien y tomando bien las decisiones.
Ok, le cambio de tema. Asunto toros. Ustedes quitaron la subvención a la Escuela de Tauromaquia de Madrid, que ahora le han dado un premio nacional. Pero, ¿va a continuar la Escuela en la Casa de Campo?
Vamos a ver, esto era un consorcio que se disuelve por la ley en marzo del año pasado y pasa a gestión directa de Madrid Destino. Es decir, el premio que le da el Estado en realidad nos lo da al ayuntamiento porque no tienen una entidad jurídica propia. Por tanto, es gestión directa del ayuntamiento. Cuando retiramos la subvención hablamos con los profesores de la escuela y les dijimos que no la iban a tener y que presentaran un proyecto. A día de hoy no hemos sabido nada de ellos. Por tanto, es su decisión. Yo no he vuelto a tener noticias.
Más allá de esta subvención, ¿cómo va a ser su política taurina con respecto a los festejos?
Cuando hicimos el programa, que fue un proceso participativo, una de las partes fue no restringir el derecho de los animales a los toros sino hacer una normativa que abarca a toda la ciudad y todos los tipos de animales que habitan en la ciudad. Eso todavía no está desarrollado porque requiere un proceso de participación, normativo etc. No tenemos competencia para prohibir los toros, más allá de decidir sobre el presupuesto, pero no podemos prohibirlos.
¿Y con el resto de animales? ¿Más inspecciones en perreras, por ejemplo?
Yo no llevo eso, lo lleva Medio Ambiente así que no sé cuál es el contenido de la ordenanza. Inés Sabanés es la que ha participado en ese proceso.
¿El tema de los toros tiene que ser político?
Es un debate social que está evolucionando muchísimo en los últimos años. En ese sentido los debates sociales tienen que producirse en la sociedad, hay sensibilidades muy enfrentadas, pero corresponde a la sociedad y en ese sentido apelar luego a las instituciones a que hagamos lo que ellos consideren. No debería ser un debate tan político sino social.
Igual muchos ciudadanos pensaron por qué el ayuntamiento se metía en este terreno.
Aquí nadie ha prohibido ver los toros. Lo único que hemos decidido es a dónde va a el presupuesto municipal, que es muy diferente a meternos en la cuestión taurina.
Entre las cosas que han decidido de dónde va el presupuesto municipal en cultura aparece la celebración del Año Chino y el Ramadán. ¿Lo consideran prioritario? ¿Y por qué?
La palabra prioritaria es muy relativa. En el ámbito de las fiestas populares pensamos que son muy importantes para la ciudad porque la gente se apropia del concepto de cultura. Y también es importante que vayan orientadas a todas las comunidades Y hay una comunidad islámica y china que no se encuentra representada en las políticas culturales porque nunca han estado como un sujeto activo ni pasivo. Por eso a mí la celebración del Año Chino y el Ramadán me parecen muy importantes.
Una de las grandes reivindicaciones en esta ciudad tiene que ver con la danza, ¿va a haber finalmente una Casa de la Danza?
Nosotros vamos a presentar planes operativos para cada una de las artes, también en enero. Efectivamente una demanda es el espacio, y es razonable porque permite que se desarrolle ese circuito, pero también es interesante que no sean espacios puramente sectoriales sino que puedan desarrollarse y estar abiertos permanentemente a la gente. Son cosas que estamos estudiando y que espero que sí que pasen, honestamente. Pero esto también hay que hablarlo con la Comunidad de Madrid y con el Estado. Es una demanda muy legítima pero hay que innovar en los modelos de gestión de este tipo de espacios comunes y públicos y ver cómo los hacemos más accesibles
Como concejal de Cultura, ¿qué haría para que la gente participara más de la cultura en esta ciudad?
Madrid tiene un montón de infraestructuras y un tejido cultural y creativo guapísimo, y una brecha alucinante entre la ciudad y todo esto. Uno de estos problemas tiene que ver con los precios. También hay que hacer una política de comunicación sensata, que la gente se entere qué se produce. Y tiene que haber un debate vivo sobre política cultural en la ciudad para que la gente intereactúe. Para todo esto este año estamos revisando toda la política de taquillas de todas las actividades culturales, revisando la política de alquiler de espacios de Madrid Destino porque muchas veces eran inaccesibles para pequeñas compañías. Estamos produciendo una web de información my sencilla, quizá con una app donde se centralice toda la información pública que se produce. Esperamos sacar la fase beta para enero o febrero como tarde. Va a tener la información de un calendario y un buscador. Y vamos a intentar promocionar artistas locales o artistas que produzcan con licencias libres a través de esta plataforma.
Hablando de comunicación, hemos tardado cinco meses en poder tener esta entrevista y sólo ha concedido una a un medio de comunicación. ¿Por qué todo este tiempo? ¿No cree que ha resultado muy poco transparente?
Te lo cuento desde el lado absolutamente humano porque yo no soy política, no sé cómo se hace esto y quizá hayamos cometido muchos errores. Para nosotros la transparencia es fundamental. De hecho comunicamos todo lo que hacemos, bien con ruedas de prensa, notas de prensa... No es opacidad. Por un lado, hemos hecho un ejercicio de transparencia. Y también estamos aprendiendo a relacionarnos con los medios. Muchas veces la agenda política viene marcada por cuestiones exógenas y nosotros somos conscientes de eso y queremos trabajar bien con eso porque en muchas ocasiones… Por ejemplo, todo esto de Madrid Destino lo queremos contar en enero porque lo queremos contar bien. Quizá eso nos ha hecho comunicar un poco menos.